Para ti querido lector; Para ti porque sé lo que luchas día con día, porque sé lo que piensas cuando la intranquilidad y el miedo te someten, para ti, porque sé que existe una luz en tu vida. Tan solo tienes que impregnarte de ella.
Eres importante, eres brillante, eres extraordinario.
AQUÍ ENCONTRARÁS 3 LIBROS JUNTOS.
AL TERMINAR SIGUE EL SEGUNDO LIBRO Y EL TERCERO EN PROCESO EN ESTE MISMO APARTADO.
Esta no es solo una historia. Esta es una reflexión de vida.
«Y en cada suspiro de cansancio se encontraba un atisbo de esperanza, de esperanza por volver, de esperanza por ser y crear»
Fuimos nada, fuimos un fragmento de locura y miedo. Fuimos, porque ahora, ahora lo solos todo.
Alpha Ikender •Rendirse•Llegué a pensar que teníamos un ángel guardián. Mamá antes de morir, solía decirme que los ángeles y hadas existían, inclusive que había una especie de hada llamada Limberems, estás pequeñas cuidaban de ti y por las noches te daban de su energía para al despertar, continuar con un nuevo día. En muchas ocasiones me quedaba en vela en busca de esas creaturas, y en el fondo, deseaba que fuesen reales. Tenía tantas ganas de salir, de volver ha sentirme libr
Alpha Ikender•A mi lado•—Ikender resolvimos los problemas con Lort Ashton—. Matías mi beta entra a mi despacho con bastante papelería en manos.—Ya era hora, ese vampiro me tenía cansado con sus estúpidos acuerdos de «convivencia» —ruedo los ojos tomando una copa de vino.—¿A qué acuerdos llegaron? —pregunto.—Bueno —mi beta se rasca la cabeza nervioso.—Accedí a un día de juegos con los vampiros antes de que termineel año —escupo el vino que había ingerido.—¡¿Qué?!— maldigo pata mis adentros limpiándome la camisa.—No es lo que piensas, cálmate, llegamos a un buen acuerdo de paz.&
Alpha Ikender •Ira•—¡No, haz algo! — Su corazón se había detenido por completo. El vampiro pelirrojo permanecía de pie en el umbral de la puerta. Examinó con una mirada a la humana y se aproximó a su velocidad.—Oh tesoro, ¿qué te hicieron? —estaba por golpearlo para que la ayudara y dejase de hablar, cuando mordió su muñeca dejando caer sangre dentro de su boca, posteriormente volvió ha hacerse una herida más, dejando caer el mismo líquido frío sobre su herida. Gruñí cuando rompió su vestido o lo que quedaba de él.Me acerqué, tratando de escuchar de nuevo su coraz&
Alpha Ikender •Despertar•Sentía un calor, pero no un calor molesto si no, un calor agradable como cuando hace demasiado frío y frotas tus manos sobre el fuego. Empecé ha recobrar un poco la consciencia, mi garganta la tenía seca y rasposa. Los recuerdos de lo que pasó llegaron a mi mente, lo último que recordaba era, eran esos ojos azules y profundos. Traté de moverme pero solté un jadeo de dolor, mis pies dolían demasiado al igual que los huesos.—Trata de no moverte—. Esa voz me hizo abrir los ojos con temor. Había un hombre en la esquina de la habitación. Estaba cubierta por mantas realmente calientes.—¿Quie... Quién
Alpha Ikender•Desolación•¿Han sentido la muerte alguna vez?, ¿la han imaginado? El cómo se impregna de su esencia tan lentamente... que parece solo una caricia. Yo sentí la muerte muchas veces, la toqué, inclusive la sentí arrebatarme parte de mi alma. Y sin embargo la muerte parecía nada, comparado con lo que sentía por ella en este instante.-¿Sientes su dolor cierto? Yo también lo siento, es algo fuerte. Te sofoca.-¿Qué haces aquí?- le gruñí al vampiro. Me había encontrado observando dormir ha Eider.-Los vampiros no duermen querido, al menos los de mi especie no. Y digamos que el olor a perro mojado es... curiosamente repugnante.Me acerqué a él con intenciones de sacarlo de la habitaci&o
Alpha Ikender•Sed de sangre•Caminaba ha lado de un río, escuchando el sonido del agua acariciar violentamente las rocas a su paso. Creía que estaba sola, sin embargo ningún ser viviente en la tierra lo estaba. Algunos de ellos tenían el nombre de espíritus, para otros solo eran almas, almas destinadas a la soledad, al dolor de sus recuerdos. El viento pasó de ser suave y cálido, a un azote desgarrador, fuerte, frío, pareciese enojado, furioso. Miró a su alrededor, poco a poco todo se fue envolviendo en una oscuridad casi palpable. La niebla negra cubrió sus piernas por completo hasta llegar a su cintura. Era asfixiante, sin embargo una luz cegadora emergió desde el cielo.Y entonces, supo que nada sería igual.—Ikender, no encontramos a nadie en esa casa, dejamos ha guardias custodiando e
El viento embistió con fuerza los alrededores creando fuertes remolinos de viento.-No es verdad- . El aire apenas entraba en mis pulmones, lo que mis ojos observaban no podía ser cierto, no podía. Era un monstruo, una bestia, medía más de un metro de altura, su pelaje de un color oscuro, casi negro. Sus ojos, esos ojos capaces de matarme con su sola mirada estaban ahí, repasándome una y otra vez, esperando mi reacción. De una u otra forma quería poder tener la capacidad de hablar, de entender. Pero simplemente las palabras no llegaban a mí, ahora entendía tantas cosas. El como su velocidad no era como ningún otro humano, y es porque, no era un humano, joder que no.-¡No te acerques!- grité desesperada, mi cuerpo temblaba completamente pero aún así tomé todas mis fuerzas para ponerme de pie y empezar a cor
“Somos estrellas brillantes en un infinito de oscuridad”.Su seriedad, su miedo, cada rasgo que ella podía tener era hasta cierto punto impredecible. Había sufrido demasiado, pero era poseedora de una fuerza interna increíble.Yacía dormida sobre el sofá, después de comer y ver un poco el televisor, no me atreví a indagar aún más sobre su vida. La había encontrado a pesar de todos estos años, peleé en tantas guerras, vi a la muerte acariciarme el cabello, teñir de rojo el alma de personas que amaba. Y ni aún así, llegué a tener tanto miedo como el que siento ahora.Es dulce, tierna y delicada, su olor me vuelve loco, Hagret jamás pensó que esto pasaría, sin embargo fue el único que no desistió de esa pequeña chispa de esperanz