“Somos estrellas brillantes en un infinito de oscuridad”.
Su seriedad, su miedo, cada rasgo que ella podía tener era hasta cierto punto impredecible. Había sufrido demasiado, pero era poseedora de una fuerza interna increíble.
Yacía dormida sobre el sofá, después de comer y ver un poco el televisor, no me atreví a indagar aún más sobre su vida. La había encontrado a pesar de todos estos años, peleé en tantas guerras, vi a la muerte acariciarme el cabello, teñir de rojo el alma de personas que amaba. Y ni aún así, llegué a tener tanto miedo como el que siento ahora.
Es dulce, tierna y delicada, su olor me vuelve loco, Hagret jamás pensó que esto pasaría, sin embargo fue el único que no desistió de esa pequeña chispa de esperanz
•Desventajas“¿Complicado no?. La vida es complicada, de lo contrario dejaría de ser vida”Todo esto era una situación verdaderamente difícil de entender, esa mujer, ¿Quién realmente era para Ikender?, ¿Por qué dijo que esa mujer era su hermana? Mil preguntas rondaban por mi mente, ¿que sería de mi vida ahora que él está en ella?—¿Todo bien?, ¿por qué tan pensativa?—Ikender salió del cuarto de baño con tan solo una toalla envolviendo su cintura, lo cual me puso un tanto nerviosa. Bajé la mirada y continúe observando el suelo desde la ventanilla, está noche era fría, tan fría como aquellas noches que solía pasar en esa habitación, un viejo cuarto, con una triste historia. Un largo y abatido suspiro salió de
•Viento efímero.De noche, es cuando la soledad más te abraza, más se impregna en tu piel. Habían pasado un par de días después de la llegada de la mujer de cabellos rubios y opacos. En las últimas horas, eran muy pocas las veces que miraba o hablaba con Ikender, él estaba ocupado y entendía eso a la perfección, ni siquiera llegaba a dormir, el chico de cabellos castaños, Mathías, me dijo que irían ha visitar a un tal Lort Ashton. Escuché hablar de ese hombre varias veces, aunque siempre que se mencionaba no era de una muy buena manera.En la cena solo estuvimos el pelirrojo y yo, Lorein, nunca salía de su habitación, supongo que no deseaba verme. Aún no entendía porque ese odio tan exagerado hacía mí.Un pequeño trueno me hizo fijar la mirada en la ventana de la habitaci&o
Alpha Ikender •Hilos del pasado•¿Qué es el amor? En ocasiones, en aquellas noches oscuras y frías, solía hacerme esa pregunta. Mi mente daba tantas pero, tantas vueltas entre recuerdos, momentos que había visto, y me preguntaba, ¿qué diablos era ese sentimiento? ¿Mi padre lo habrá sentido por mí alguna vez? Sé que mi madre me amó hasta sus últimos días de vida, y yo a ella pero, hay amores diferentes, algunos son con el alma, otros con el corazón, y los más bajos, con la mente. Amas a tu familia con el corazón. ¿Entonces? ¿El amor que sientes hacía alguien es con el alma? ¿Por qué?
Alpha Ikender•Amor, solo amor•El tiempo es un ladrón, que te quita lo que más amas. Estar aquí, vivir, respirar y crear tu propio destino es complicado, se puede decir que no es suficiente con existir, se necesita tener una esencia capaz de hacerte destacar quien eres, lo que te define, aquello que te hace ser único, diferente a los demás, esa esencia es lo que se va creando con actos buenos o malos. Se necesita tener conciencia porque somos seres temporales, sin conocer el día ni la hora llegará el momento en que la muerte llegué y, lo único que quedará serán los recuerdos, esos que crean las personas al pasar tiempo juntas, por eso es importante tener una esencia con la cual todo individuo se identifique, algo que puedan recordar. Unido a la existencia se encuentra el tiempo dividido en tres,fases, estas nos ayudan a ir form
Alpha Ikender•Impulsos•Empezó a desabrochar el camisón que me cubría, el ambiente se había vuelto un tanto pesado, mi nerviosismo y temor no ayudaban demasiado. Cerré los ojos tratando de concentrarme en él, en él solamente, porque era Ikender quien estaba desnudándome tiernamente, era él y nadie más.—¿Estás segura?, puedo esperar un poco más, Eider no tienes que— su mirada, podría perderme inmensamente en esos ojos azules.Ikender era un hombre frío, alguien a quien los demás le tenían miedo, pero yo llegué a él, tan rota y devastada, lo cambié en pocos días.Me abrió su corazón, cuidó de mí como si fuese lo más valioso en su vida. Me falta mucho por saber en este mundo tan, mág
Alpha Ikender•Engaños•Entré sigilosamente a la casa, era una linda residencia, me atrevería a decir hogareña, y así fue, en la sala había varias fotografías de una “familia”, el padre de Eider estaba ha un lado de una mujer rubia, está en sus brazos cargaba a un bebé. En otras fotos se notaba como el pequeño se había convertido en un chiquillo de no más de once, varios reconocimientos y recuerdos estaban alojados en la pared.«Mi tesoro tiene un medio hermano»Subí las escaleras lentamente, detecté el olor a alcohol por toda la casa, así como varios narcóticos. Una vez arriba abrí la primera puerta, era una habitación pequeña, la de un niño, al parecer le gustaba la guitarra ya que tenía un par a un costado d
Alpha Ikender•Convivencia•Caminé con la mirada baja hasta los rincones más alejados del bosque, arrastraba el cuerpo de un hombre que, alguna vez en su vida fue bueno. Y es que de hecho, las personas nacen puras, con el alma completamente limpia, es la vida, las circunstancias y el tiempo, quienes se encargan de inyectar oscuridad en cada una de ellas.Dejé lo que quedaba de él al aire libre, almenos le serviría a los animales para alimentarse.Mis ropas estaban empapadas de sangre, jamás olvidaré su mirada al ver cómo bebía de él, como lo disfrutaba, quizá fue el momento, pero, vi en sus ojos un reflejo pequeño, como una chispa de arrepentimiento.Me dí la vuelta soltando un pequeño susto de miedo.—¿En serio tienes que ausustarme as&i
Alpha Ikender•Convivencia y Secuestro•Los jardines estaban llenos de lobos, me sorpendió ver la cantidad de vampiros que iban llegando, todos tan diferentes y a la vez tan parecidos. Ikender estaba a un lado de mí, mostrándose imponente ante todos, la mayoría usaba atuendos deportivos, otros diseñados como uniformes. Rosel estaba charlando con una chica pelirroja muy hermosa, tenían cierto parecido a él. Logré identificar entre ellos a Lort Ashton, me llamó la atención notar que no le despegaba la mirada a la acompañante del pelirrojo.Respiré profundo, el momento en que lobos y vampiros se conocieran llegó.Algunos de ellos ya estaban platicando, riéndose entre sí, pero también había quienes se rehusaban a tratar con otra especie que no fuese la suya.&n