Estaba lista para huir así que retrocedo para aprovechar cualquier descuido de su parte pero, observo que cada vez que me alejo el da dos pasos al frente como si supiera lo que haría.
"¡Mierda Maricela debiste escuchar a tu m*****a conciencia!". Mis nervios estaban a mil, me había besado con mi próximo jefe, mejor dicho con mi nuevo jefe y lo peor, es que ya me había hecho a la idea de que me lo cogería toda la noche.
"Estúpida, ahora ha de creer que eres una zorra regalada igual que Martha".
Mi m*****a conciencia no se callaba por ningún segundo, pero tenía razón.
¡¿Pero como demonios supo mi nombre?!.
—¿Como supo mi nombre?.
—Tu tatuaje, lo había visto antes —acaricia su mentón sin dejar de desnudar mi cuerpo con su forma de verme —Y como podría olvidar algo que vi recientemente.
¡Pero que mierdas dice, si eso fue hace una semana!. Y estoy más que segura que si lo vio fue cuando casi le tiro encima, el café de él señor Rodrigo, cuando iba a entrar al elevador.
—Me tengo que ir —intento irme pero me toma del brazo.
—Por supuesto que no —sentencia en mi oído —Ahora vamos a terminar lo que comenzamos. —mi cuerpo se estremece cuando su nariz roza mi mejilla —Y no aceptaré un no por respuesta.
Suelto un jadeo al sentir sus dedos recorrer mi espalda con sutileza, enarco mi cuerpo y el parecía complacido al verme a su total merced.
¡Reacciona con un demonio mujer, es tu jefe!.
¡Juro por dios, que no sé que demonios me pasa!, parecía una marioneta que cobraba vida en manos de su titiritero.
—Exquisita.. —murmura sobre mi cuello, al sentir su aliento, suspiro como una idiota —Ninguna mujer es indomable y tú no eres la excepción.
"¡Maldita sea, Que tiene este hombre que hace que me derrita como la mantequilla en sus brazos!"
Mi cuerpo se negaba rotundamente a obedecerme, intento tomar el control de mi cuerpo al pensar en la posibilidad de que si me lo follo, estaré en boca de todos el lunes.
¡dios, ojala no me arrepienta de esto!. Con toda la fuerza que tuve lo alejo para luego patear sus bolas, él, soltó un alarido que llamó la atención de todos los cercanos así que aproveche mi oportunidad para salir corriendo.
"¡¡Mierda corre, corre!!"..
—¡¡Esto lo pagarás caro ninfa!!..
Me detengo para verlo por última vez, la gente lo rodeó para ayudarlo pero el los rechazo a todos cabreado, abro mis ojos en grande al ver que el azul de sus ojos se pierden cuando sus pupilas se agrandan por la furia.
Aun al haber escuchado su advertencia en gritos. Fruncí el ceño molesta, ¡Pero que mierdas le pasa al llamarme ninfa, acaso me dijo perra. Aunque después de haber pateado sus pelotas supongo que lo soy, además, ¿ni se que significa ninfa?.
Sigo corriendo hasta salir de las propiedades de los Smith, tuve que tomar un Uber en el camino, cuando estuve frente a mi casa, salgo del auto y busco mis llaves.
—¿Parece que fue una fiesta importante?. —giro de inmediato mi cabeza y veo a mi ex en la puerta de mi casa. —¿Como te fue?.
Fruncí el ceño al ver que se acerca a mi. ¡Pero que carajos le pasa ahora a este!.
—Que te importa. —dije empujándolo —Mas te vale alejarte de mi si no quieres que te rocíe gas lacrimógeno de nuevo.
El se aleja de mi con las manos alzadas en rendición por mi advertencia, abro la puerta porque ya tenía suficiente problemas encima como para tener otro más con Alan.
—Por cierto, —al escuchar su voz volteo a verlo a punto de insultarlo —Te ves sensual con ese vestido, me gusta el cambio.
—Para lo que importa ahora tu opinión. —murmuro mientras tiro la puerta en su cara.
La puerta es golpeada mientras escucho a Alan pedirme abrir la puerta para entrar. ¡Ja, ya quisiera volver a entrar a mi casa!.
Estaba más que asustada y mi mente solo pensaba en la patada y la amenaza que me dio mi nuevo jefe. ¡¿pero que diablos hice?!.
—¡¿Maricela que diablos hiciste?!. —me repetía una y otra vez .
"¡Mierda Maricela, por que demonios pateaste sus bolas cuando simplemente pudiste solo empujarlo y largarte!".
—Mierda, mi consciencia tiene razón —me tomo de los cabellos más que asustada —¡¡Que hice!!..
Ahora sí estaba pensando en la opción de renunciar, porque después de lo que pasó el tendrá un pretexto perfecto para hacer de mis días de trabajo, un infierno.
Aunque, debo reconocer que es un dios besando, y sus ojos, ¡mierda, tenía la mirada de un Ángel, pero un cuerpo tan pecaminoso y endemoniadamente sexy, el me había excitado con un simple beso.
"¡Imagínate que con un beso te excito en segundos, te imaginas que será capaz de lograr follando, pero por estúpida jamás lo sabrás!".
¡¡Mierda!!, que estúpida soy. Si no fuera por lo que hice ahora mismo estaría en su cama comiéndome a semejante manjar de hombre. Ahora, creo que me gané su odio y apuesto a que me estaba matando en sus pensamientos.
Pasé mi fin de semana encerrada en mi casa rogando que los días fueran eternos, no quería que el lunes llegara, pero el tiempo parecía en mi contra porque, ¡maldita sea, ya es lunes nuevamente y no quiero ir a trabajar!.
—Vamos Mari, no eres cobarde, si pudiste soportar a su padre por años, me dirás que no podrás con el hijo. —intento motivarme frente a mi espejo pero el recuerdo de mi pie en sus pelotas me mata —¡No, demonios!, no puedo.
Ya era tarde y lo peor es que no quiero enfrentar a ese demonio que me hizo sentir un fuego infernal con un maldito beso.
Escucho el sonido de mi celular y nerviosa lo busco, porque cabe la posibilidad de que sea él, al encontrarlo observo el nombre de Jessica en la pantalla.
—¡Jess!..
—¡Por dios Mari!, ¿Donde carajos estás?.
—Aun en mi casa, ¿porqué?.
—Mari es que..
Escuchó que ella forcejea con alguien del otro lado. El aire abandonó mi cuerpo y mi corazón se detuvo cuando escuché su voz decir mi nombre y no de la forma que yo me lo esperaba.
"Obvio estúpida, que querías si pateaste sus partes hace dos noches".
—¡¿Pero quien demonios se creé para llegar tarde?!.
Salgo de mi burbuja al escuchar su altanería. —¡¡¿Perdón?..
—¡Que demonios le pasa para llegar tarde a su trabajo!!. —Disculpe señor Smith, pero yo no tengo un auto ultimo modelo para poder transportarme. —dije sarcástica aún sabiendo que no estaba en una posición para contradecir a nadie y mucho menos a mi jefe. —¡Van dos, así que sí fuera usted, apresuro los pasos para llegar acá!. La llamada es cortada y preocupada por no decir asustada, salí a toda prisa de mi casa, llamé a tomy un amigo que trabaja como taxista y para mi suerte estaba circulando. Al llegar ni siquiera me despedí de tomy. Marco mi entrada con rapidez y entro a pasos acelerados al ascensor. Al ver que llegué a mi piso, salgo deprisa pero choqué con Jessica, ella me mira asombrada, ella iba a decirme algo pero al escuchar la voz de enfado de mi nuevo jefe resonar por el pasillo ella me desea la suerte del mundo con su mirada. Apenas había dejado mis cosas en mi escritorio y lo veo salir de su oficina. Su mirada fría me dejó perpleja, me mira con soberbia y rabia. —A mi
—De rodillas… Obedeciendo sus órdenes me coloco de rodillas frente a él esperando con ansias lo que tanto desea mi coño. —Quiero ver su trasero. —Deja de darle vueltas al asunto.. Sus manos me toman de la cintura, me gira y me coloca en cuatro inclinado mi culo, suelto un gemido cuando estalla su mano en mi trasero, observo sobre mi hombro y más excitada observo esa sonrisa tan sexy que me fascina. Con hambre mis ojos observan su miembro que aún estaba cubierto por ese bóxer que hacía ver su paquete enorme, al verme morder mi labio superior ladea una sonrisa. El corazón se me acelera cuando apreta su paquete contra mi culo, al sentir la siguientes nalgadas, gimo tan alto y sin contenerme porque lo deseaba. —Así me gustan —su voz se oía deliciosamente excitante —Listas y dispuesta para mí. Me toma de mi melena larga y negra enrollándola en su mano y estalla un par de veces más su mano en mi culo, ¡¡mierda, esto era el paraíso!!. Se detiene y extrañada lo veo sobre mi hombro, su
¡¡Joder, Joder, me voy a volver loca de tanto placer!!. Ni siquiera Me había penetrado y ya estaba a punto de explotar para gritarle, ¡¡Deja tus malditos juegos y follame!!. Sus dedos eran una maravilla que me prendía en un puto fuego infernal que iba creciendo conforme su lengua jugaba con mis pezones erectos. —¡¡Mierda, Sebastián, no pares!!.. Ni siquiera tuve el tiempo de pensar en si era lo correcto, pues mi nuevo jefe, se adueñó de mi cuerpo en un segundo y ahora no quería parar. Con mi coño húmedo a causa de la penetración de dos de sus dedos y sin olvidar su deliciosa lengua en mis tetas que me llevan a la gloria de tanto placer, estaba por estallar y es lo que más deseo. Tomo su mano pidiéndole que fuera más profundo, enarco mi espalda y gimo como una zorra cuando lo hace, ¡¡Mierda!!, ¡que tiene este hombre que sabe más de lo que aparenta!. Jadeo tan alto al mismo tiempo que escucho un gruñido gutural de su parte al ver que estoy apunto de correrme. Sonrío sin descaro
¡¡No, No, No, joder, noo!!, ¡¡Porque carajos me tiene que pasar esto a mi precisamente en el momento más ansioso de mi día!!. —Acompáñenos.. —¡¿Que?!,.. no esto debe ser un error. —No haga las cosas más difíciles señorita. Los oficiales tomaron mis manos para esposarme. ¡Tierra tragarme por favor!. ¡¡Ayy, pero esta me las pagarás Alan, te lo juro!!. ¡desgraciado, me hiciste pasar una vergüenza con el bombón de Sebastián!. Como desearía tenerlo aquí para estrangularlo, así les doy otro motivo a los oficiales para detenerme. —Un momento —mis ojos lo ven con fijeza e ilusión al ver su mano sobre las mías que se encuentras esposadas —Ustedes no pueden entrar a mis empresas sin una orden. —No lo necesitamos.. —Por supuesto que si —replica haciendo que mi corazón gritara su nombre por intervenir —Estas son propiedades de la familia Smith y si no la tienen, ustedes están invadiendo mis propiedades. ¡¡Oh, por dios, este hombre aparte de ser un papasote, es un genio!!, ¡¡Ay!!, con más g
¡¡Maldita sea, estoy a punto de explotar!!. Me sentía en la gloria, jamás en mi vida había tenido dos orgasmos al mismo tiempo. "¡¡Mierda, en verdad que este hombre se tiene ganado el título de Demonio!!". —Sebastián.. —siento que el aire intenta escaparse por mi boca cuando su lengua penetra mi coño. —¡¡dios!!.. —Sujeto su cabeza para que la introduzca aún más pero las sujeta impidiendo que lo haga. —Ven acá. Se me dificulta la respiración. "Y Como no, si te ha dado más de lo que deseabas". ¡¡maldición sí, y aún quiero más!!. Siento sus manos tomarme a horcajadas mientras devora mis labios con gran necesidad. ¡¡Este hombre me volverá adicta al sexo!!. "¿Más de lo que ya eres?". Bueno, solo un poco, pero Sebastián me dice: aún lado. Ocupando el primer lugar. Estaba tan concentrada en este fogoso y letal beso que ni siquiera me di cuenta en que momento el había caminado hasta adentro del departamento. Al sentir la suavidad de la cama mientras soy lanzada comprendo que, ¡al fin
—¡¡Sii!!, ¡¡Joder, lo conseguí!!. La emoción por gritarlo a los cuartos vientos, es más enorme que guardar el secreto, me lanzo sobre mi cama tan feliz que había olvidado que hoy tenía trabajo porque aun era viernes, pero por el día de hoy, me daré el lujo de llegare tarde, ¡¡gracias dios!!, mi sonrisa no desaparece desde que salí de su departamento, en verdad que anoche fue una la mejor de mi vida. —hay querido Sebastián —sin evitarlo me carcajeo al recordar su cara agria cuando le dije que el estúpido de Alan es mejor que él. —Eso te pasa por simplón e idiota. Su voz excitada aún sigue en mi cabeza mientras me decía ninfa entre jadeos y gemidos. ¡joder!. Esa mirada tan penetrante de esos hermosos ojos azules me fascinan tanto y más al ver la lujuria reflejada en ellos. Con solo recordar lo que pasó anoche, mi cuerpo ardió nuevamente. Cada caricia suya está en mi piel tan viva como su hubiese sido hace un minuto y su aroma, ¡mierda!, sentir su aroma en mi piel me vuelve loca. —¡¡
SEBASTIÁN Solo encuentro una palabra para describir a esa mujer. Fuego. Si, ella tan candente, sensual y.. ¡Joder!. Es insaciable y eso descoloca pero a la vez me encanta. Su voz, sus gemidos mientras me pedía más solo me volvían loco y es algo que jamás me había pasado, no dejo de pensar en ella, su imagen ocupa toda mi mente que jamás lograba despejar desde esa noche. Joder, se veía, tan elegante, tan hermosa como una ninfa, pero jamás me imaginé que fuera tan agresiva como una fiera, pero eso no me impediría mi objetivo, acostarme con ella pero ahora que lo he conseguido, no quiero solo una probada porque eso fue para mí y ahora deseo tener su cuerpo tan ardiente hacer fricción contra el mío, sentir de nuevo esos labios tan carnosos y apetecibles sobre los míos, y esa mirada, esa mirada que me dice que caer en sus brazos sería mi perdición. Podría decir que ella es una versión de mi solo que es una mujer. "Una mujer fabulosa e insaciable". Pero, desde que desperté, por primera ve
—A mi oficina. —dije sin detener mis pasos pero al no escuchar su taconeo me detengo para verla. Aún seguía sentada y eso me extrañó —Lo siento pero no. —dice con simpleza observando sus uñas. ¡¿Acaso es un chiste?!. —Usted trabaja para mí —la paciencia se acaba en mi —Así que obedezca. —Si es cuestión de trabajo iré, de lo contrario seguiré con mi trabajo pendiente. Así que me está provocando, bien entonces será por las malas. —De acuerdo —le doy la espalda pero vuelvo a verla sobre mi hombro. —Por cierto, quítese esa bufanda que no combina con su atuendo. La sorpresa en su rostro se hace presente así que sigo caminando al lograr mi primer objetivo y después vendría el siguiente. Ya era hora de almorzar así que le marcó al teléfono de su escritorio antes de que se fuera. —Presidencia Lombardy. "Que voz más sexy". Incluso en el teléfono su voz es tan ardiente como su cuerpo. —Hola ninfa. —apoyo mi espalda al respaldar de mi silla. —¿Lista?. —Lo siento, pero ya le dije qu