—Los declaro marido, y mujer.Ella se abalanzó sobre mí haciendo que todos se levantarán aplaudiendo mientras gritan emocionados por al fin haber hecho realidad lo que tanto habíamos planeado por mucho tiempo.—Felicidades..—¿Qué haces aquí?. —maricela se cruza de brazos al ver a Jonathan.—Oye, oye, cálmate. —levanta ambas manos en rendición. —¡Dios!, Porque siempre estás a la defensiva.—Porque se me da la gana, ¿Algún problema con eso?.—Tranquila mi fiera. —dije riéndome. —Jonathan ya no es el mismo de antes..—Aja, si como no. —espeto incrédula. —Este, ni con un milagro podría cambiar.—Tampoco tú. —dijo Jonathan en burla y a Maricela le molestó.—Mira si has..—¡Papá!..Maricela se queda estupefacta al ver mi hermano se agacha para cargar en sus brazos a Anastasia, ella frota sus ojos sin creer lo que había visto.—¿Acaso estuve en coma por varios años?. —dijo sin salir de su sorpresa.—¿Recuerdas a la empleada que te dijo que tuvo una aventura con Jonathan?.—No me digas que..
Ha sido un camino difícil para mí, pues, desde el día en que me casé con mi ex esposo Alan, creí que todo sería perfecto al creer que el era el indicado. Siempre soñé con encontrar al hombre perfecto, el hombre que me llevaría al altar y me juraría amor hasta la muerte pero, me di cuenta que nada es para siempre y que todos los hombres son iguales.Los primeros meses fue perfecto o eso creía yo, él era amoroso conmigo y detallista, me regalaba flores y todos los viernes me llevaba a cenar o íbamos al cine y luego terminábamos la noche con sexo o para mi hacer el amor. Pero todo eso cambió, el se volvió tan distante y frío conmigo, incluso hasta en la cama y ya estaba cansada de que todos los días sean lo mismo.La gota que rebalsó mi tolerancia fue cuando lo encontré en casa de mi vecina desnudo con su pene erecto dentro de su asquerosa vagina. ¡Ja!, y lo peor es que el muy cínico y sinvergüenza me dijo: "Mari, no es lo que piensas". ¡Como que no es lo que pienso!", ¡si tiene su verg
—Maricela, recoja mis cosas personales y envíelas a mi casa. —Si señor Smith. Hoy era el último día de mi jefe, el señor Rodrigo, y después del fin de semana tendré otro jefe. Tomando las recomendaciones de Jessica, en el transcurso de la semana visité varias empresas y deje mi currículum por si no soportaba al hijo del ogro que es mi jefe. —Jessica.. —Dígame señor. Fruncí el ceño por la extraña manera de verme. —Durante estos cuatro años, demostró ser una secretaria competente. Espero que sea así cuando Sebastián esté como su jefe. —carraspeó su garganta aclarando su voz —Por hoy puede irse temprano. Me quedo perpleja mientras lo sigo con mi vista hasta entrar al ascensor. "¡Pero que mierdas fue eso!". Vaya manera la suya de agradecerme por mis años soportando su amargura, sus reproches y sus demandas. Acaso es difícil decir: "Es una excelente secretaria siga así o un gracias al menos". Es más ni sé si lo decía por felicitarme o por agradecido, la verdad es que ni se si
Estaba lista para huir así que retrocedo para aprovechar cualquier descuido de su parte pero, observo que cada vez que me alejo el da dos pasos al frente como si supiera lo que haría. "¡Mierda Maricela debiste escuchar a tu m*****a conciencia!". Mis nervios estaban a mil, me había besado con mi próximo jefe, mejor dicho con mi nuevo jefe y lo peor, es que ya me había hecho a la idea de que me lo cogería toda la noche. "Estúpida, ahora ha de creer que eres una zorra regalada igual que Martha". Mi m*****a conciencia no se callaba por ningún segundo, pero tenía razón. ¡¿Pero como demonios supo mi nombre?!. —¿Como supo mi nombre?. —Tu tatuaje, lo había visto antes —acaricia su mentón sin dejar de desnudar mi cuerpo con su forma de verme —Y como podría olvidar algo que vi recientemente. ¡Pero que mierdas dice, si eso fue hace una semana!. Y estoy más que segura que si lo vio fue cuando casi le tiro encima, el café de él señor Rodrigo, cuando iba a entrar al elevador. —Me tengo q
—¡Que demonios le pasa para llegar tarde a su trabajo!!. —Disculpe señor Smith, pero yo no tengo un auto ultimo modelo para poder transportarme. —dije sarcástica aún sabiendo que no estaba en una posición para contradecir a nadie y mucho menos a mi jefe. —¡Van dos, así que sí fuera usted, apresuro los pasos para llegar acá!. La llamada es cortada y preocupada por no decir asustada, salí a toda prisa de mi casa, llamé a tomy un amigo que trabaja como taxista y para mi suerte estaba circulando. Al llegar ni siquiera me despedí de tomy. Marco mi entrada con rapidez y entro a pasos acelerados al ascensor. Al ver que llegué a mi piso, salgo deprisa pero choqué con Jessica, ella me mira asombrada, ella iba a decirme algo pero al escuchar la voz de enfado de mi nuevo jefe resonar por el pasillo ella me desea la suerte del mundo con su mirada. Apenas había dejado mis cosas en mi escritorio y lo veo salir de su oficina. Su mirada fría me dejó perpleja, me mira con soberbia y rabia. —A mi
—De rodillas… Obedeciendo sus órdenes me coloco de rodillas frente a él esperando con ansias lo que tanto desea mi coño. —Quiero ver su trasero. —Deja de darle vueltas al asunto.. Sus manos me toman de la cintura, me gira y me coloca en cuatro inclinado mi culo, suelto un gemido cuando estalla su mano en mi trasero, observo sobre mi hombro y más excitada observo esa sonrisa tan sexy que me fascina. Con hambre mis ojos observan su miembro que aún estaba cubierto por ese bóxer que hacía ver su paquete enorme, al verme morder mi labio superior ladea una sonrisa. El corazón se me acelera cuando apreta su paquete contra mi culo, al sentir la siguientes nalgadas, gimo tan alto y sin contenerme porque lo deseaba. —Así me gustan —su voz se oía deliciosamente excitante —Listas y dispuesta para mí. Me toma de mi melena larga y negra enrollándola en su mano y estalla un par de veces más su mano en mi culo, ¡¡mierda, esto era el paraíso!!. Se detiene y extrañada lo veo sobre mi hombro, su
¡¡Joder, Joder, me voy a volver loca de tanto placer!!. Ni siquiera Me había penetrado y ya estaba a punto de explotar para gritarle, ¡¡Deja tus malditos juegos y follame!!. Sus dedos eran una maravilla que me prendía en un puto fuego infernal que iba creciendo conforme su lengua jugaba con mis pezones erectos. —¡¡Mierda, Sebastián, no pares!!.. Ni siquiera tuve el tiempo de pensar en si era lo correcto, pues mi nuevo jefe, se adueñó de mi cuerpo en un segundo y ahora no quería parar. Con mi coño húmedo a causa de la penetración de dos de sus dedos y sin olvidar su deliciosa lengua en mis tetas que me llevan a la gloria de tanto placer, estaba por estallar y es lo que más deseo. Tomo su mano pidiéndole que fuera más profundo, enarco mi espalda y gimo como una zorra cuando lo hace, ¡¡Mierda!!, ¡que tiene este hombre que sabe más de lo que aparenta!. Jadeo tan alto al mismo tiempo que escucho un gruñido gutural de su parte al ver que estoy apunto de correrme. Sonrío sin descaro
¡¡No, No, No, joder, noo!!, ¡¡Porque carajos me tiene que pasar esto a mi precisamente en el momento más ansioso de mi día!!. —Acompáñenos.. —¡¿Que?!,.. no esto debe ser un error. —No haga las cosas más difíciles señorita. Los oficiales tomaron mis manos para esposarme. ¡Tierra tragarme por favor!. ¡¡Ayy, pero esta me las pagarás Alan, te lo juro!!. ¡desgraciado, me hiciste pasar una vergüenza con el bombón de Sebastián!. Como desearía tenerlo aquí para estrangularlo, así les doy otro motivo a los oficiales para detenerme. —Un momento —mis ojos lo ven con fijeza e ilusión al ver su mano sobre las mías que se encuentras esposadas —Ustedes no pueden entrar a mis empresas sin una orden. —No lo necesitamos.. —Por supuesto que si —replica haciendo que mi corazón gritara su nombre por intervenir —Estas son propiedades de la familia Smith y si no la tienen, ustedes están invadiendo mis propiedades. ¡¡Oh, por dios, este hombre aparte de ser un papasote, es un genio!!, ¡¡Ay!!, con más g