CAPITULO 38

Agitado y sudoroso, me detengo frente a la puerta, mi corazón late desenfrenado y ansioso, al entrar y verla despierta, me comporte como un niño pequeño que corrió a los brazos de su madre.

Me aferro a ella Emocionado, feliz, de saber que volvió a mi lado, tantas noches sin poder conciliar el sueño al pensar en que ella me dejaría, el solo pensarlo me dolía, arrebatándome el sueño al no tener paz.

—Oye.. me asfixias..

Ella golpea mi espalda para que me aleje. —Lo siento. —fue lo único que salió de mi boca. —Lamento todo lo que te he hecho.

—¿Y ahora que mosca te pico a ti?. —se ríe burlesca. —¿Tanto me extrañaste?.

—Como no te lo puedes imaginar. —musito besando su mano.

—No sabia que el Demonio tenía sentimientos tan fuertes por mi. —su mano se aferra a la mía.

—Bueno, es lo que provocas. —la observo sin creer que estaba devuelta. —Te he dicho lo hermosa que eres.

—Estas loco. —frunce el ceño. —Soy un desastre, mírame.

—Para mi eres bella. —estaba por darle un beso pero ella me detie
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