–Pasa madre.
–Buenas noche mi niña, cuentame cuál es el alboroto de los sirvientes–dijo la ex marqueza de Suffolk mirando a su hija preocupada.
—Bueno madre, es que me voy de viaje—dijo rápidamente Rosalía.
—¿ Y por qué parece que estas huyendo?—pregunto tantiando terreno, Rosalía suspiro, y se sento en el borde de su lecho.
—Estar en Londres me ajetrea y quiero pensar. Necesito pensar, solo necesito paz.
Su madre rió como si ya lo supiera todo.
—Olvidar al pobre del Lord Williams, eso esta dificil hija mía. Pero si esa es tu desición la respeto.
Pd1: En los nuevos capítulos habrá nueva información, he corregido algunas incoherencias que tenía la historia y ahora nop.Pd2: Agregaré dos o tres capítulos más, no sabría decirles si al final o antes.Mi madre estaba encantada ante la idea de regresar a Londres, aunque Francia fuera su país natal, su madre adoraba Londres y como siempre contaba amorosa ahí había conocido al amor de su vida. Aunque ella pensaba que hay habían retomado su amor, su madre no había sido una dama de la alta sociedad francesa, sin embargo su padre de se enamoró de ella de su simpleza, su astucias y audacia, la ex marquesa tenía un espíritu inquebrantable había superado todos los obstáculos que su abuela había puesto sobre sus padres. Y sabía con certez
Tal y como había pensado su hermano estaba esperándolas, habían pasado mucho tiempo separado, más de que su madre y ella se esperaban. Apenas anclaron en el muelle, lo abrazaron dejándolo sin aliento, lo extrañaron al igual que él a ellas.Durante el camino a la posada, Rosalía se rió a costa de su hermano; su madre insistía que debía casarse y todo lo que se espera de un buen Márquez. Algo que a él le causó mucha gracia.Sin duda había extrañado a Luicis, hasta su mal humor.Por un momento pudo apartar la verdadera razón por la que volvía a Inglaterra, y eso la hacía sentir mal.Pero se concentró en su hermano, se veía más vivo, alegre y contento que la última vez que lo vieron; durante el trayecto en el carruaje nos las dejo hablar les contó todo lo que se habían perdido de la alta sociedad.Sin duda se había vuelto todo un chismoso, aunque Rosalía se sintió bien, él había avanzado.—¿Sabe alguien que hemos llegado?—preguntó cu
Rosalía todavía se sentía rara de estar de vuelta habían pasado dos días desde su llegada, extrañaba Francia, allí las cosas eran un poco diferente lo que más amaba era la libertad con que las mujeres vestían a diferente de Londres y sus enormes reglas de vestimenta, pero sin duda lo que más extrañaba eran las tardes cuando salían a dar una vuelta por Hayde park con sus amigas Susan y Alice. Desde que tenía memoria las conocía no había nada que no hicieran juntas.Otra cosa que había extrañado era la comida nunca encontraría nada igual en otra parte. Aunque sin duda su madre y ella pasaron un buen rato en el salón de té de la posada hablando, aunque Rosalía quería mantener un perfil bajo, no podría librar a su madre de salir, era una mujer muy inquieta incapaz de quedarse en un solo sitió.Durante todo el desayuno en que Lucius las acompaño pudo ocultar su ansiedad por volver, de sentir su mirada en ella; sabía que tenía cu
Tras diez minutos de charla, Rosalía se dio cuenta de dos cosas: la primera fue que su amiga estaba profundamente enamorada de su prometido, cosa que ya sabía. Lo que le sorprendió fue que él sintiera el amor con esa misma intensidad por ella, dado el carácter voluble de Henry que siempre había hecho gala; la segunda cosa que descubrió fue que el amor le sentaba estupendamente a Susan. Sin duda ahora, sentía un poco de envidia.Estaba radiante, por dentro y por fuera y, a pesar de sus propias circunstancias, debía de reconocer que ese optimismo era contagioso. Estaba totalmente ansiosa que llegara el día de sus nupcias con el Duque de Manchester.—Pero ya es suficiente de hablar de mí. ¡Cuéntame! ¿Por qué has regresado antes de tiempo? ¿Está tu mamá bien de salud? —preguntó,
Revista secretos de sociedad Buenas tardes querido y atestado Londres, hoy les traemos una buena nueva como dicen por ahí.Nada menos que la hermana de Marqués de suffkol ha vuelto luego de dos largos años en Francia, pero adivinen que creemos que la joven tiene mucho más que esconder, ya que ha sido vista por los hotales en el centro de Londres, ahora mis interrogantes son los siguientes ¿Estara embarazada? ¿Se habrá casado y habra vuelto huyendo de su esposo? Sabes que a la joven le encanta hacer ese tipos de cosas. Aunque también se rumorea que puede estar comprometida con un honorable caballero aquí en Londres.¿Resulta ser que el LordW está comprometido con ella? Pero ahora, lo hemos visto cortejando a la hija del conde ¿Será esto un escándalo? Hasta podría apostar que sí. Asi que queridos solo nos toca esperar.
Rosalia había decidido dar una vuelta por Londres ayer su madre se había encargado de mandar hacer unos hermosos vestidos para la boda de su amiga la cual se celebraría en unos días, la verdad estaba muy nerviosa y entusiasmada sería su primera aparición en la sociedad londinense luego de haberse marchado, la verdad ahora estando aquí no sabía cuanto había extrañado aquellas abarrotadas calles por las mañanas, la llego yendo y viniendo sin prestar ninguna atención a su paso, Londres era maravilloso cuando lo veías así desde esta perspectiva no cuando tenías que ser recta, vestir un casi asfixiante vestido, amaba Francia por eso y sus exquisitos vestidos un tanto menos apretados, casi había saltado de alegría cuando su buena amiga le había confeccionado uno sin aquella horrible cosa, esperaba alguna reprimenda por parte de su madre ya que aquello no era visto de buen gusto y ni elegancia, su madre había quedado encanta que luego había mandado hacer otro más. Ahora iba a unas de
Rosalia se había puesto de mal humor cuando Susan le informó que había invitado a Anabel a su casa para conservar, casi había puesto el grito en el cielo, esta apunto de jurar y decir impropios, Susan era la persona más inocente si no hubiera notado que la joven quería a Williams para ella más de lo que demostraba, porque si él tampoco hubiera estado hablando de esa manera tan íntima eso la hacía enfurecer, ese pijo, cuando lo viera. Todavía recordar cuando los habia visto tan íntimos en la plaza, le hacía hervir la sangre de celos.—Vamos, Rosa—suplicó—, te prometo que no es mala persona, dale una oportunidad y además hasta donde yo sepa nos personas pueden conversar no veas cosas donde no las hay, por favor.Rosalia resolplo separándose de su amiga que parecía un chicle pegado a ella. Escuchar a Susan defenderla era lo peor, a
El duque de Cambridge se encontraba en aquella vieja casa de campos esa mañana se había despedido de sus amigos y al mediodía habia partido, estaba furioso aunque lo escondía de un gran manera, su madre se había metido donde no tenía nariz ni hueso. Se encontraba silencioso en aque viejo salón viendo el fuego hacer ceniza la leña, todavía no podía creer que su madre haya manipulado a su secretaria para que cualquier carta de Rosalia no fuera entregada a él, esta colérico, casi lo había golpeado hasta que estuviera inconsciente si no fuera porque esta su buen amigo Enrique con él. Ese día había decidido llegar temprano porque necesitaba unos papeles cuando vieron a George sacar unas sobres de su escritorio que había sacado selectivamente, cuando se las arrebató se había dado cuenta que era de Rosalia, pidiéndole una explicación porque no había contestado sus últimas cartas y porque no le había escrito más.—Williams, hijo— su voz era apenas audible, la ex duquesa no se se