Salgo de una junta con socios bastante agotadora y me voy directo a oficina, suspiro y solo pido que se termine este día, para ir con mi esposa y cuidarla en los últimos días que quedan para dar a luz a nuestro pequeño Agustín.
Llamo a Elia, la asistente que la reemplazará y que la misma Emily eligió para la tarea. Ella entra con su sonrisa cordial, con su libreta entre manos.
-Señor Cavalcanti.
-Elia, cancele todas las reuniones que me queden hoy, ya no aguanto más.
-Ya no queda ninguna, señor.
-Perfecto, entonces me voy – me pongo de pie y tomo mi chaqueta -. Desde este momento mi hermana queda a cargo de todo, nos vemos en tres semanas.
-Que tenga un buen descanso señor y suerte.
-Gracias.
Salgo de la oficina con la chaqueta sobre mi hombro, veo que las puertas del ascensor se abren y aparece ella, la luz de mis tormentos. La misma que me envi
-Agustín… ¿dónde estás?Silencio.Sigo buscando a mi pequeño, quién se vuelve un torbellino cuando su madre no está en casa. Hago silencio y escucho su risita, proveniente de su habitación.-Pero ¿cómo? Acabo de revisar allí.Entro y comienzo a buscar, me arrodillo para ver bajo la cama, mas allí tampoco está. Vuelve a reír, entrecierro los ojos y no me creo que esté escondido allí.-Oh… creo que Agustín está… ¡aquí! – digo abriendo el closet, pero como me imaginé, no está allí -. Y no está… que pena, tendré que ir a comer galletas solo.-¡Galletas! – grita, saliendo del cesto de la ropa sucia, con la tapa de sombrero -. Quero galletas, papà carino.-Oh, ahí está mi hijo – voy a hasta é
El chico rabea solo, entre el escaso sol y el viento del campo en Mitchelstown, una localidad en el condado de Limerick, Irlanda, y el castigo que su madre le ha impuesto solo por ser… libre, su vida la considera un asco.Lo ha enviado con su amiga, Deidre, para que le ayude con el trabajo en una pequeña granja que esta ha adquirido a las afueras de la ciudad. Debe limpiar la suciedad de los animales, alimentarlos, pasear a los caballos, ordeñar a la vaca y ocuparse de sí mismo.En esta casa no hay sirvientes, Deidre y Liam decidieron que esa sería una casa de relajo, para escapar de la ciudad, pero también una casa de castigo.Al menos Agustín no está solo, su primo Connor está con él, también bajo castigo por dedicarse a las fiestas en lugar de estudiar.-No puedo más, esto para mí es demasiado.-¿Qué harás, primo?-Llamaré
Miro por la ventana, pensando en mi dolor.El haber perdido a mi padre me ha hecho sentir solo, pasaba la mayor parte del día con él, dirigiendo la empresa, escuchando sus consejos y sus regaños por mi “vida loca”.No puedo evitar dejar salir un par de lágrimas pensando en la falta que me hace. Puede parecer estúpido, ilógico, infantil, tengo treinta y cinco años, pero hoy mejor que nunca entiendo esa frase “los padres siempre hacen falta”.Suspiro con pesadez, quisiera tener a alguien que me ayude en este momento, pero estoy solo. Mi hermana está en casa, viviendo a su propia manera el dolor y, aunque he vivido los últimos diecisiete años acompañado casi todas las noches, es cierto que han sido compañías vanas, sin sentido.Podría ver ahora mi agenda y ninguna de ellas sería capaz de levantarme el ánimo, de sacarme de mi
Llego a mi bar preferido, aquel donde puedo ser yo mismo, un hombre de treinta y tres años, libre, soltero, amante de las mujeres, la diversión y lo simple que es pasarla bien.John, el guardia de la puerta me sonríe nada más verme, dejándome pasar de inmediato.-Luca, hace varias semanas que no te veía por aquí – me dice con un fuerte apretón de manos -.-Bueno, no había conseguido llegar hasta aquí, ya sabes – le guiño un ojo y se ríe muy alto -.-Pobre hombre, al que las mujeres no lo dejan si quiera caminar.-¿Algo bueno esta noche?-Rubias, castañas, morenas, delgadas, rellenas, altas, bajas, ojos azules y castaños…-Creo que otra vez me quedaré con ganas de una pelirroja con ojos azules.-Algún día tu fantasía se hará realidad, pero me temo que no te va a gustar, po
Massimo Cavalcanti me espera con una enorme sonrisa, pienso que todo lo que me ha dicho es para advertirme algo muy grande. Bajamos hasta el estacionamiento, subimos a su auto e iniciamos el recorrido en silencio. Hasta que en un semáforo me mira y suelta el aire muy cansado.-Carson dejó la vicepresidencia. Su mujer está enferma y se retira para cuidarla.-Entonces, debemos decidir quién ocupará su puesto, tenemos personas muy capacitadas para ese puesto, ¿para eso es la junta directiva?-Sí, hoy mismo debe salir su reemplazo, yo no puedo con todo esto solo, ya no tengo la energía para eso.-Tranquilo, padre, ya verás que tendremos la solución a esto antes de que quieras lanzar una silla.-Jajajaja, jamás he hecho eso.-Pues por eso, vamos, ya nos dieron verde.Seguimos el camino hasta la empresa, comienzo a repasar los nombres de los posibles sucesores, has
-¡Luca! ¡Luca! – mi padre viene gritando quién sabe desde dónde -. ¡¿Dónde está ese bribón?!Se abre la puerta de golpe, trato de mantenerme impasible, concentrado en los documentos que estoy revisando. Pero el que desaparezcan de manera intempestiva de mis manos me dice que mi método de disipación de ira esta vez no funcionó, mi padre golpea la mesa, lo que me sobresalta y me acurruco un poco en mi silla, jamás lo vi tan molesto.-¡Luca Cavalcanti, si yo tuviera cinco años menos, te tendría recostado en mis piernas dándote unas buenas nalgadas!-¿Y ahora que hice?-¿Qué hiciste? ¡¿Qué hiciste?! Tienes treses meses en tu puesto y han pasado diez asistentes, todas se van por involucrarse con su jefe ¡Contigo!-No es mi culpa, ellas se me lanzan y yo no soy de fierro…-No
Me arreglo el traje y me dirijo a la sala de conferencias, donde está convocado todo el consejo directivo de la empresa, hay situaciones que enfrentar, porque si no se hace ahora, más adelante será un problema aún más grave.Todo lo que tengo que hacer es lanzar la bomba y rematar a los heridos, ¿la bomba? Mi asistente. Los heridos, pues solo Melvin.En el camino me encuentro con mi padre, Emily está en la sala, ordenando unas carpetas con información relevante. Mi padre la ve y me da un codazo.-Si te involucras con ella, sería la primera vez que no me molestaría contigo – lo miro sorprendido y me guiña un ojo -. Se le nota que es muy dedicada, inteligente y que te hará la vida imposible.Suelta una carcajada por mi cara de horror y entra a la sala, saluda a Emily, quien le ofrece café con caramelo, un punto más a su favor, porque es el favorito de mi
Se me parte la cabeza, llegué a casa a las cuatro de la mañana, luego de una fiesta espectacular y de ganarme una sesión candente con una de las amigas de Franco.La inolvidable Maggie, una despampanante rubia, de unas curvas exquisitas, piel suave y blanca, pero esa boca… nada más recordar lo que esa boca sabe hacer, mi amigo se levanta. Veo la hora, he dormido solo dos horas, pero me siento repuesto. Me incorporo en la cama y sonrío, sin razones.Me voy a la ducha, para quitarme el aroma de la noche, pero para poder despertar mejor le doy al agua fría antes de salir. Me visto con un traje de tres piezas negro, camisa blanca y una corbata de color rojo, muy parecido al cabello de mi asistente, vuelvo a sonreír ante su recuerdo. Esa chica un día me va a despedir y se quedará en mi puesto.Me voy a la cocina, cojo el café recién hecho y lo pongo en un vaso térmico, quiero s