Cuando llego a casa me encuentro con Rowan en la cocina, está bebiendo whisky, me mira de reojo cuando sirvo una taza de café.

—Mi abuela quiere que vayas a verla.

—Iré mañana antes de ir al trabajo.

Me giró para mirarlo, ya no tiene barba, se ve cansado, todo es mi culpa, deja un cheque sobre la mesa.

—Como sabes, Aaron está arruinado, le darás eso por el resto de sus acciones y después me entregarás la empresa a mí.

—¿Por qué quieres tu la empresa de Aaron? —digo y me mira mal.

Eso sonó muy mal y más dada la situación.

—Pagué por ella, es mía, pero si quieres quedártela, no me importa.

—No me refería a eso, solo que no entiendo por qué quieres una empresa arruinada.

—Puedo recuperarla y tiene buenos clientes.

—Rowan, ¿podemos hablar de lo otro?

—No.

Se levanta de la silla, llevándose la botella y dejando el cheque sobre la barra, no trato de detenerlo, subo directo a la habitación, me doy un baño para relajarme, me pongo la pijama e intento dormir, las horas pasan y solo doy