El ascensor se detiene y abre sus puertas en el living de la empresa, suelto un suspiro y empleando mi actitud seria, empiezo a caminar con seguridad y sin mirar a nadie. En estós últimos años entendí porqué la actitud de Damián con sus empleados, sus aires de grandeza, de altanería cuando estaba frente a ellos.Y es que no era para nada fácil llevar las riendas de una empresa de tal magnitud como para que encima tener que estar pendiente de cada cosa que hacían los empleados para que no arruinanse las cosas importantes. Yo trataba de ser amable, de ser gentil y no una jefa autoritaria y detestable, pero cuando me dí cuenta que muchos de los empleados se aprovechaban de ello, tuve que recurrir a las forma de la bestia y no tener con ellos ninguna otra relación que no fuera la de jefe/empleado. Suena feo, incluso a mí misma me causaba algo de molestia esa normalidad, pero me sostenía de la idea de que debía acrecentar lo que mi bestia dejó en mis manos, debía hacer que se sintiera orgu
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