59. Nosotras no rezamos, cobramos.
Narra Lorena.—¿Cuánto tiempo creés que tenemos antes de que alguien se dé cuenta? —preguntó Alicia, revisando su reloj como si esperara un Uber y no a la muerte.—Menos del que necesitamos, más del que merecen —respondí, todavía con el archivo en las manos.Los discos duros iban directo a mi bolso.Las copias de los documentos, al escote de Mar.Y el dinero…Dios.El dinero era un insulto.Pilas de billetes perfectamente apilados, numerados, marcados.Euros, dólares, pesos.Una orgía de papel y poder.El alma del negocio sucio de Ruiz.—Esto no va a caber en nuestras carteras —dijo Bárbara, mirando las cajas abiertas como si fueran el arca perdida.—¿Y si nos lo comemos? —soltó Mar, sonriendo.—No es tan distinto a lo que hacíamos antes —agregó Alicia, arqueando una ceja.Yo no dije nada, pero ya lo sabía. Este era el momento.—Vaciar las cajas. Todo. Hasta los centavos.—¿Y cómo salimos con eso? ¿Volando? —Mar ya tenía fajos en cada brazo como si fueran bufandas de diseñador.—Por l
Leer más