55. La jaula se cierra.

Narra Ruiz.

No me gusta cuando todo parece demasiado perfecto.

No porque crea en la paz. Porque en mi mundo, la paz no existe. Solo hay pausa entre balas. Lo que me inquieta es el silencio artificial, ese que se siente antes de que explote la granada. Ese que te hace mirar por encima del hombro con un cigarro en la boca y la mano en la Glock.

Y esta semana, todo ha estado demasiado… suave.

Los cargamentos llegan a tiempo. Los pagos entran sin resistencia. Los soplones no hablan. La policía hace de estatua. Incluso mis enemigos parecen dormidos.

Y ella...

Lorena.

Me sonríe sin provocarme. Me acaricia sin atacarme. Me dice que me cree, que me sigue, que está conmigo. Se viste para mí. Me obedece. Se desnuda como una devota ante su dios.

Y eso, hermano, es lo que más me hace sospechar.

Porque sé cómo son las bestias acorraladas. No suplican. No lloran. No se someten sin morder antes.

Así que esa paz... esa sonrisa suya… no es más que veneno pintado con rouge caro.

La tengo en mi cama cas
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP