Bianca, después de calmarse, se fue a casa de su madre. Sabía que iba a llenarla de interrogantes, pero de nada servía mentirle a su madre. Nunca lo había hecho.Se arrepintió de no haberle hecho caso cuando le advirtió que no le gustaba Guillermo para ella. Su instinto de madre no fallaba, pero como nadie aprende por cuero ajeno, la dejó irse de casa para vivir con ese hombre.Bianca siempre fue rebelde, hacía lo que quería, y si alguien le decía que no, ella con mayor razón decía que sí. Aunque aparenta ser débil y distraída, es terca como una mula. De pequeña se metía en problemas cada vez que podía, y su madre Maite debía ir a abogar por su hija. La mujer no sabía qué hacer con ella, además era maní pesada, todo lo que tocaba lo dañaba. Tuvo que pagar varias pipetas del laboratorio de química, además de que se le cayó de las manos el costoso microscopio de la clase de ciencias.Bianca llegó con pasos cansados hasta la pequeña casa, tocó la puerta algo dudosa. Un rato después, su m
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