Luc había enviado a investigar a Nammi, descubriendo nada, y pensó que nada era muy poco y que si queria hacer las cosas bien, las debía hacer él mismo, por lo que apenas estuvo solo en su habitación y aun con su brazo enyesado, se puso manos a la obra con su ordenador, ahora no solo sabia el nombre de la joven, también sabía que fue enfermera en Chicago, y así comenzó su investigación, percatándose que alguien había querido borrar los registros de Nammi, pero siempre quedaba algo, un pequeño hilo del que jalar, y eso fue todo, su mano herida le hacía más lerdo el trabajar, pero no imposible, código tras código, página tras página y cuando menos lo pensó, había ingresado en una de las computadoras principales y no del hospital, Luc había llegado al sistema operativo de Valentina Constantini y el corazón se le aceleró, no pensaba revisar ni meter su nariz en algo que solo lo llevaría a la muerte, por lo que solo fue a la lista de empleados del club “el infierno” y sí que lo era, al men
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