Me llamo Vanesa y tengo diecinueve años, mis padres son ricos y por ser hija única me dan todos los caprichos que deseo, no soy para nada fea, tengo el pelo castaño y muy liso, siendo el color de mis ojos como la miel, marrones muy claritos, mi figura no es como las de las modelos pero no estoy nada mal, tengo muchos amigos en la universidad y si, hay uno de los chicos que me tiene como loca, a pesar de que mi amiga Loren dice que no es para mi, que mi mundo está a punto de dar un giro de ciento ochenta grados,, hay mi adivina loquita, que poco se equivocaba en eso, aunque me reí de ella y de sus predicciones— Venga mi niña levántate ya de la cama, duchate y baja a la cocina a desayunar, tu padre te necesita en su despacho después, tiene una importante visita y quiere verte — me dijo la señora que yo llamaba nana— No, quiero nada, déjame dormir un poco más, anoche vine a casa muy tarde y estoy cansada — le respondí— Levántate ya Vanesa vamos, una señorita con tu edad tiene que ser
Leer más