4/ OPCIONES

Ya me estaba quedando sin opciones para convencer a ese perfecto hombre de que era todo una locura, asi que decidi atacar por otra parte, YO MISMA

— Mi deseo y mi ilusión antes de que mi padre me obligara, era estudiar en la universidad para hacerme doctora — le dije intentando que cediera a dejarme ir

— Puedes estudiar aquí, aun estando embarazada — me contestó haciendo que me enfadara aún más

— Supongo que siendo tu esposa, claro — contesté, sabiendo que no había servido de nada

— Siendo ya mi esposa, si, aquí hay buenas universidades y no tendrás problemas para estudiar —- me dijo sonriendo

Sin saber el porque, de pronto me recorrió por todo el cuerpo un escalofrío, pensando en que lo joven que era, pronto sería su mujer, estaria embarazada y el seria mi marido con todo su derecho sobre mi

— Mira Vanesa, hazte a la idea, ya que no te puedes marchar y en breve estaras casada conmigo, ahora será mejor que Sofia le diga a la cocinera que te prepare algo para cenar, esta noche tengo una reunión muy importante y no sé a qué hora volveré a casa — me dijo tranquilamente

— Si, será mejor que coma algo, — le dije, quedando los dos mirándonos sin que Aaron dejara de sonreír

AARON

Si era verdad que tenía una reunión importante, pero con mi mejor amigo y una amiga que solo la utilizaba para mis noches solitarias en mi cama. Cuando las dos chicas que nos acompañaban se fueron a retocar el maquillaje al cuarto de baño, mi amigo Andrew me pregunto

— ¿Qué tal te ha ido con tu futura esposa? — me pregunto mi amigo sonriendo

— Sigue sin querer casarse y menos que la deje embarazada — le respondi, dandole un sorbo después a mi vaso de whisky

— ¿No quiere casarse con el soltero más rico del país? no me jodas Aaron,¿ me estás diciendo qué te ha rechazado? la primera mujer que lo ha hecho, amigo bien por ella — me dijo riendo,

Mire a mi amigo queriendo matarlo por su burla, lo odiaba cuando me hacia eso cualquiera que fuera la ocasión

— Deja ya de reírte Andrew, me estas tocando los cojones, por favor, no estoy ahora para tus tonterías— le dije muy enfadado

— Perdona Aaron, pero es que no me lo termino de creer, todas las mujeres se matarían por ser la esposa del magnate millonario Aaron Taylor y precisamente la elegida por ti, es la que no quiere casarse contigo — me dijo

Deje escapar un suspiro, mirando el local donde estabamos, viendo que había mujeres que con tan solo yo hubiera movido un dedo, me hubieran dicho que sí sin pensarlo, mi amigo tenía razón, la única que había elegido, era la que me estaba volviendo loco.

— Creo que me he equivocado con ella, no se que esperaba cuando decidi que viniera dias antes de la boda, soy un idiota — le dije

— No digas eso amigo, es una niña mimada que quiere hacer lo que ella desea, sin comprometerse a nada, lo que me extraña es que esto lo has hecho para salvar a sus padres ¿no ha cedido aun sabiendo lo que se jugaba? — preguntó mi amigo

— No, le da lo mismo, esperaba que si veía donde iba a vivir, y que tipo de vida llevara casándose conmigo aceptaria  sin discutir, pero nada, ella es una cabezona y tengo que aprender a domarla — le dije, volviendo a escuchar cómo se reía Andrew

—- Como todas las mujeres se ponen de rodillas delante de ti cuando chiclas los dedos, ¿esperabas que ella hiciera lo mismo? no me lo puedo creer Aaron — me dijo sin dejar de reir

— Se que no iba a suceder, pero si que he visto como me miraba esta tarde cuando nos hemos encontrado en mi despacho, sus ojos al cruzarse con los míos le han brillado y no veas de qué manera — le dije sonriendo

— No te parece que te estas comportando como un vanidoso, vamos que yo tambien podria tener a la mujer que quisiera — me dijo

— Vale Andrew,  si es verdad, ¿dónde está esa mujer? — le pregunté riéndome

— Ahora mismo en el cuarto de baño, junto a la que se va a enfadar cuando se entere de que su hombre la deja por una mas joven — me dijo

— ¿Dejarla? no, con Vanesa solo me casare con ella para que sea legal mi hijo cuando nazca, — respondí

— Sabes que creo Aaron, te admiro por haber ayudado a sus padres, pero creo que no deberías casarte con ella, aunque dicen que el roce hace el cariño, pero por lo que me estás contando, vas a tener con ella un roce si, pero justo — 

— Andrew, esa chica es la perfecta esposa que necesito, ya lo verás además quiere ir a la universidad, quiere ser doctora, ¿qué más puedo pedirle? esta un poco loca, pero es educada, con formación académica importante y encima cuando se saque el doctorado, los socios de nuestra empresa van a alucinar con ella — le dije convenciendome yo mismo

— De verdad que empiezo a dudar de ti Aaron, ¿qué es lo que verdaderamente quieres? — pregunto Andrew

— Se de siempre que podía elegir a cualquier mujer porque sin pensárselo me hubieran dicho que sí, pero una vez que me casara, se que no dudarán en sacarme hasta el último centavo que tuviera, ya que se aprovechan de las ventajas que es casarse conmigo, dinero, apellido, posición, todo, y se que Vanesa no es así, ella no tiene intereses ninguno de esa clase, por eso se que es la mujer perfecta para mi — le dije a mi amigo, viendo como se quedó asombrado por mi decisión

— De todas maneras, le harás firmar un contrato de matrimonio supongo, poniendo tus clausulas bien claritas 

— Eso no lo dudes ni por un momento, porque si las cosas no van como espero, no quiero que se lleve ni un centavo, aunque a su padre le respetare el acuerdo que tenemos 

— Espero que esa mujer sepa cuál es su papel, si los socios se entera de que no es un amor de tiempo, las acciones podrían caer y ser nuestra ruina, ¿lo sabes verdad? — me pregunto

— Ya lo se, por eso en el contrato quedarán todos los cabos bien cogidos, a ella no la conoce nadie y es más fácil que la gente se crea lo que quiera decirle — le dije a  mi amigo

                                                                       

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP