Todos los dias que venia Andrew de trabajar en la empresa de Aaron a casa,aunque lo miraba con la esperanza de que me dijera que Aaron había regresado, pero los días estaban pasando y Andrew no me decía nada, haciendo que mi desesperación por volver a ver al hombre que amaba, fuera en aumento. Un dia estabamos comiendo en la mesa de la cocina, poniendo la televisión Andrew, saltando a los pocos minutos una noticia que hizo que sintiera como un pellizco en mi estómago, teniendo que levantarme corriendo de la mesa para ir al cuarto de baño por las náuseas y vómitos que tenía, mientras no dejaba de llorar, viendo a Andrew entrar en el baño detrás de mi, cogiendo mi pelo.para que no me lo manchara— Lo siento Vanesa, no sabía que iban a dar esa noticia, perdoname — me dijo— No es tu culpa, lo bueno es que Aaron ha vuelto, espero que cuando le veas por lo menos a ti, te dé alguna explicación. – le respondí— Lo traeré a mi casa en cuanto lo vea y que te dé una explicación, porque no te m
Nos quedamos mirando fijamente, sin que Aaron dejara de lamer mis labios, besarnos, sentir el calor de su cuerpo, en mi cuerpo,mientras Aaron rodeaba mi cuerpo con sus brazos— Cariño, voy a alquilar un piso fuera de la ciudad,para que vivas tú y estos tres meses intentare pasar el mayor tiempo posible contigo — me dijo— ¿Como tu amante? que está prohibido que la veas ¿no es eso lo que me propones? — pregunte— No, como mi mujer que eres para mi ¿que me dices, aceptas? — me dijo— Me voy Aaron, solo quiero que me devuelvas a mi hijo, ya te irá diciendo Andrew como va mi embarazo, adios mi amor — le dije acariciando su mejilla con mi mano.Cuando por fin me fui de su despacho, ya no pude retener más mis lágrimas, marchando corriendo hasta la calle. En la casa de Andrew, nada más llegar me fui corriendo al dormitorio, me tumbe en la cama llorando como una niña que le han quitado su juguete preferido, sintiendo como mi madre se sentaba a mi lado— ¿Lo has visto por fin, verdad? — me pre
Gigi, me cogió del brazo, apartandonos de donde estaban Aaron y la zorra de su mujer, acercándonos a la terraza que había, mientras alguna lagrima caia por mi rostro— No le hagas caso a esa maldita zorra, no merece la pena, la culpa la tiene Aaron por ceder al chantaje de esa puta — me dijo mi amiga— ¿Tú lo sabías? — pregunte sorprendida— Aaron estuvo hablando conmigo muy afligido, te ama, pero está la vida de tu peque en juego — me comentó— !! ATENCIÓN TODOS ¡¡ , —--- ESCUCHAMOS GRITAR A ANDREWTodos nos quedamos mirándolo, viendo su brazo estirado hacia mi, buscando mi mano. Me acerque hasta donde él estaba, cogiendonos los dos de la mano, viendo como sonreía de felicidad por lo que les iba a anunciar a sus empleados— QUIERO DECIROS QUE ESTA MUJER MARAVILLOSA Y YO NOS CASAMOS EN BREVES ESTÁIS TODOS INVITADOS DE PARTE DEL SUBDIRECTOR DE LA EMPRESA TAYLOR— !! NO SE CELEBRARA ESA PUTA BODA ¡¡ — escuchamos la voz de Aaron, gritando— ¿Qué problema tienes Aaron? Van
Después de besarnos, nos quedamos mirándonos, mientras acariciaba su mejilla con mis dedos, cogiendo Aaron mi mano, apretandola en sus labios para besarme la palma — Solo te pido un poco de tiempo, no me dejes Vanesa por favor, quiero ver a mi hijo crecer en tu vientre — me dijo fijándome en como le caia una lagrima por la mejilla— Ya es tarde Aaron, si me hubieras dicho que pasaba, puede ser que aun tengamos la posibilidad de estar juntos, pero huiste de mí como los cobardes, lo siento me tengo que marchar, me está esperando mi prometido – le dije, dándole la espalda para volver a donde estaba Andrew— !! ESTO NO VA A QUEDAR ASI VANESA, TE AMO ¡¡ — grito Aaron, haciendo que mi corazón se hiciera en pedazosSubimos Andrew y yo al coche marchandonos de aquel garaje, cogiendo mi mano él, mientras de vez en cuando me miraba—¿Estás bien? — me pregunto— Si todo está bien, no te preocupes — respondí, aun sabiendo que nada andaba bien, amaba a Aaron, pero también me preguntaba ¿podria al
Por la noche, Andrew eligió el vestido que más le gustaba para que me lo pusiera, ya que íbamos a cenar a un lujoso restaurante,. Nos marchamos de casa, subiendo a su coche arrancando el con dirección al lugar donde estaba el restaurante— Abre las piernas, nunca las cierres cuando estas conmigo —-- me dijo, metiendo el su mano por debajo de mi vestido acariciando mi sexo mientras yo movia mis caderas en el asiento marcando Andrew mis movimientos, con sus dedos— Asi me gusta, eres una buena chica, no quiero que te pongas tanga ni braguitas, me gusta mucho acariciarte — me dijoAndrew aparco el coche en el parking del restaurante, bajamos los dos y cogidos de la mano, entramos acercándonos a una mesa que había en el fondo del local, abriendo Andrew mi silla para que me sentara. Estabamos cenando y hablando de la nueva vida que nos esperaba, cuando escuchamos reír a una mujer que nos parecía mucho a Blanca, me gire para mirar, cruzando nuestras miradas Aaron y yo— Tranquila, este rest
Me llamo Vanesa y tengo diecinueve años, mis padres son ricos y por ser hija única me dan todos los caprichos que deseo, no soy para nada fea, tengo el pelo castaño y muy liso, siendo el color de mis ojos como la miel, marrones muy claritos, mi figura no es como las de las modelos pero no estoy nada mal, tengo muchos amigos en la universidad y si, hay uno de los chicos que me tiene como loca, a pesar de que mi amiga Loren dice que no es para mi, que mi mundo está a punto de dar un giro de ciento ochenta grados,, hay mi adivina loquita, que poco se equivocaba en eso, aunque me reí de ella y de sus predicciones— Venga mi niña levántate ya de la cama, duchate y baja a la cocina a desayunar, tu padre te necesita en su despacho después, tiene una importante visita y quiere verte — me dijo la señora que yo llamaba nana— No, quiero nada, déjame dormir un poco más, anoche vine a casa muy tarde y estoy cansada — le respondí— Levántate ya Vanesa vamos, una señorita con tu edad tiene que ser
Dos días después de la visita de ese hombre a mi casa, estaba en un despacho de abogados, sentada enfrente del que iba a ser mi esposo, junto con su abogado sentado a mi lado, mientras mis padres me esperaban en la sala de espera—Señorita Miller, le ruego que firme el documento de confindelidad y el contrato de matrimonio — me dijo el abogado— ¿Puedo leerlos primero? no voy a firmar nada sin saber que han puesto ustedes en estos contratos — les dije aunque no tenía ni idea de lo que deberían de poner en un contrato matrimonial, pero quise hacer como si todo lo supiera— De acuerdo ¿desea quedarse sola? — me pregunto el abogado, viendo una sonrisa picara en mi casi ya prometido— No hace falta, ¿Que?¿Me tengo que ir a vivir con él?¿por qué? aún no estamos casados — les dije— La gente que los conoce, no debe sospechar que esto es un acuerdo, El señor Taylor no la tocara ni dormirán juntos hasta que la boda se celebre, así como el tampoco tiene intención de obligarla después si usted
Nada más abrirnos el chofer la puerta, baje mirando aquella mansión, sabiendo que ya no habia vuelta atras, seria la esposa en unos días de ese hipócrita hombre si o si. — Bienvenida señorita Miller, me llamo Sofia, soy la ama de llaves del señor Taylor, por favor sígame le enseñaré dónde está su dormitorio — me dijo una mujer de unos cincuenta años, morena, que vestía con un uniforme muy extraño para miSubimos por unas grandes escaleras, que daban a un pasillo muy largo donde habían varias puertas cerradas, haciéndome pensar, que sería bueno, mirar todas esas habitaciones cuando viviera como su esposa, ya que me gustaba curiosear.— Este es su dormitorio, como puede ver tiene su propio cuarto de baño, supongo que querrá descansar antes de que el señor Taylor se encuentre con usted — me dijo— Gracias Sofía, todo es precioso — le dije sonriendo, pero sabiendo que no le caía nada bien a esa mujerMe tumbé en la cama saltando, ya que quería saber si era cómoda, entré en el cuarto de b