2/HACIA MI DESTINO

Dos días después de la visita de ese hombre a mi casa, estaba en un despacho de abogados, sentada enfrente del que iba a ser mi esposo, junto con su abogado sentado a mi lado, mientras mis padres me esperaban en la sala de espera

—Señorita Miller, le ruego que firme el documento de confindelidad y el contrato de matrimonio — me dijo el abogado

— ¿Puedo leerlos primero? no voy a firmar nada sin saber que han puesto ustedes en estos contratos — les dije aunque no tenía ni idea de lo que deberían de poner en un contrato matrimonial, pero quise hacer como si todo lo supiera

— De acuerdo ¿desea quedarse sola? — me pregunto el abogado, viendo una sonrisa picara en mi casi ya prometido

— No hace falta, ¿Que?¿Me tengo que ir a vivir con él?¿por qué? aún no estamos casados — les dije

— La gente que los conoce, no debe sospechar que esto es un acuerdo, El señor Taylor no la tocara ni dormirán juntos hasta que la boda se celebre, así como el tampoco tiene intención de obligarla después si usted no lo desea, solo que cuando pase cierto tiempo usted deberá quedarse embarazada de mi cliente, es la única cláusula que usted debe cumplir — me dijo

— ¿Acostándome con el? ¿o será un embarazo in vitro? — pregunte, viendo como Aaron se estaba riendo

— Vanesa, por supuesto que te dejaré embarazada al estilo de nuestros abuelos — me dijo sin dejar de reir

— Muy gracioso Taylor, ya se como se hace un bebe — le dije con sarcasmo

— Sabemos que está estudiando en la universidad, mi cliente nunca se opondrá a que siga con sus estudios, ya que lo comprende y desea ayudarla en ese aspecto, Cuando la boda se celebre, mi cliente le dará una tarjeta platinum, para que se compre lo que necesite y no tenga que depender siempre de su esposo, así como, el señor Taylor, se compromete a que a sus padres nunca les faltara de nada y seguirán en la posición social que se encuentran en la alta sociedad 

Firme todos los documentos, guardandolos el abogado en una carpeta que tenía, levantandonos los tres de las sillas, marchándome de aquella sala.hacia donde estaban mis padres. Cuando llegamos a mi casa, me sentí perdida por primera vez, Mire a mi madre viendo que tenía los ojos anegados de lágrimas, ya que sabía que ella se sentía impotente y estaba frustrada.

— Mamá, habla tu con papá, por favor – le dije

— Lo siento Vanesa hija, pero ahora mismo las cosas son así, le debemos a Taylor mucho dinero, estamos en deuda con él y si él quiere que le paguemos con nuestra única hija, no nos podemos negar — me dijo cogiendo mis manos

— Entregar mi libertad a un desconocido, creo que es un precio demasiado alto, no tenéis derecho a obligarme a casarme con él — le dije

— Cariño lo siento, pero ya conoces a tu padre, aunque eres nuestra niña, no podemos hacer nada, además creo Aaron es un buen partido y tiene dinero, estoy segura de que nunca te ha de faltar de nada 

Aunque deseaba que el tiempo se parara, sabía que era una cosa que no estaba en mis manos. Una limusina paró de pronto días después en la puerta de mi casa, bajando el chofer, abriendo la puerta y bajando del vehículo, el abogado de Aaron. Entro en mi casa saludando a mis padres primero, dirigiéndose a mí después

— ¿Preparada para marcharnos señorita Miller? — me pregunto

— Si señor, tengo mi maleta en la entrada — le dije

el hombre le hizo una señal con su mano al chofer, cogiendo este mi maleta poniendola en el maletero del vehículo

— Vanesa hija, — me llamó mi madre, pero solo la mire

— Vas a estar muy bien cariño,--- me dijo

—- ¿Segura de que voy a estar bien? me estáis obligando a casarme y darle un bebe a un hombre que no conozco ni he visto en mi vida — le dije

— Cariño, el amor llega cuando os conocéis, piensa que el roce hace el amor, dale a ese hombre una oportunidad Vanesa — me dijo mi madre

— Señorita se nos hace tarde, debemos de marchar – me dijo el abogado

— Vanessa mi amor, te echaré de menos mi niña — me dijo mi nana abrazándome 

La despedida con mi padre fue más bien fría, ya que nunca le iba a perdonar que me entregara a un desconocido, ya que sus deudas mis padres debían de comprender que no eran las mías.Mi padre me dio un frío abrazo y un beso en la frente, marchandonos el abogado de mi futuro esposo y yo subiendo a aquella limusina, dejando mi vida atrás. El chofer aparco la limusina en un hangar, fijandome en el avion que ya estaba preparado para despegar. subimos a el, quedando atonita por el lujo que habia alli dentro

— Señorita Miller, le ruego que se ponga el cinturón de seguridad — me dijo la azafata

El avión aterrizó en el aeropuerto FK quedando impresionada cuando baje, todo me gustaba, mirara por donde mirara, haciendo el abogado que lo siguiera hasta donde habia un todoterreno de color negro con las lunas tintadas

— Oiga, por favor ¿y mi equipaje donde está? — pregunte

— No se preocupe Vanesa, le llevaran su equipaje a la casa del señor Taylor, — me dijo el abogado

—- Bienvenida señorita, me llamo Oliver y soy el chofer del señor Taylor — me dijo viendo que ya tenía la puerta del coche abierta

El chofer subió al vehículo una vez que cerró las puertas y el equipaje estaba en el maletero, arrancó el vehículo marchandonos hacia algún lugar, ya que no conocía esa inmensa ciudad. No se cuanto tiempo paso, cuando el chofer paró un momento el vehículo, abriendo unas grandes puertas de hierro con un mando a distancia, siguiendo un camino lleno de árboles hasta una gran mansión, dejandome algo perpleja

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