Los siguientes días pasaron muy rápidos para mí, Para cuando me quise dar cuenta, ya estaban en mi dormitorio a parte de Sofía, tres mujeres más, la peluquera, la modista y la maquilladora, para ayudarme a arreglarme para mi boda con el viejo de Aaron Taylor. Una vez que ya estaba vestida y preparada, me mire al espejo sintiéndome algo extraña, ya que jamás pensé que con diecinueve años me casaría con un hombre mucho más mayor que yo. Aunque sabía que ese dia era el de mi boda, lo tomé como si fuera un día cualquiera, no estaba ilusionada si no temerosa para cuando llegara la noche y ese hombre quisiera tomar posesión de lo que seguramente él pensaba que ya le pertenecía
— ¿Estás bien Vanesa? — me pregunto Sofía, mirando las dos al espejo
— Si, tranquila, todo esta bien.--- le dije después de estar unos minutos callada
— Tranquila señorita, el señor Taylor es un buen hombre y estoy segura de que la hará feliz — me respondio ella
— Si, supongo que todo saldrá bien, pero extraño a mi madre y a mi nana, solo es eso — conteste algo apenada
— Lo se, pero no han podido venir, aunque supongo que le hubiera gustado ver como se casaba su única hija — me dijo Sofia sonriendo
— Bueno Sofía, ya estoy preparada — le dije respirando varias veces hondamente
Lo único que deseaba era que todo acabara rápido, seguir con mis estudios y cuando tuviera al bebe, poder seguir hasta conseguir mi doctorado, ya que sabía que Aaron le iba a poner niñera a nuestro bebe y así yo estaría más libre, para seguir con mis planes de ser doctora.
— Lo único que debo hacer es firmar un papel y después de celebrar la boda, me encerrare en mi dormitorio, no estoy dispuesta a que la primera noche, ese hombre me toque un solo pelo — pensé, sonriendo maleficamente
— Vanesa, el chofer ya te esta esperando — me dijo Sofia
— Pues no lo hagamos esperar — le respondí
El amigo de mi futuro esposo Andrew, me esperaba nervioso, en el vestibulo de la casa, vestido con un esmoquin negro y camisa blanca, ya que iba a ser él quien me entregara a Aaron al no poder venir mi padre, Aunque para mi era mejor, ya que asi no tenia que lidiar con las lagrimas falsas de mi madre y el semblante duro de mi padre, porque para mi, todo aquello era una farsa. Dos personas que se iban a casar bajo amenaza, por lo menos yo, sin conocerse, ni amarse ¿Qué futuro tendrá ese bebe? siendo hijo de un multimillonario y una mujer que tuvo que dejar atrás, su juventud y sus ilusiones — me preguntaba–
Cuando Sofía y yo bajamos por las escaleras, cruzamos nuestras miradas Andrew y yo, que se quedo mirandome sin decirme nada
— Estas preciosa Vanesa, se nota que eres la novia — me dijo Andrew
— Gracias Andrew, tu tambien estas muy guapo — respondí sonriendo
— ¿Nos vamos ya? Aaron ya te está esperando, aunque seguro que estará tan nervioso como tu ¿verdad Vanesa? — pregunto
— Si muy nerviosa, pero no por casarme, si no por toda esta pantomima, que deseo que termine cuanto antes — respondí
Cogida del brazo de Andrew, nos marchamos de la casa, ayudándome él a entrar en la limusina, ya que el vestido para mi gusto era demasiado ostentoso. Andrew me cogió parte baja de la falda, para que yo me pudiera sentar cómodamente, sentado el a mi lado, arrancando Oliver el coche, marchandonos de aquel lugar
— Te vas a casar con un buen hombre, te lo puedo asegurar, no tienes que temer nada — me dijo Andrew
— Pero es que no es una boda de dos personas que se aman y desean estar siempre juntos, yo estaba estudiando y jamas pense que tenia que dejarlo para casarme con un hombre mayor que yo, por culpa de mis padres, dejando toda mi vida atrás, yo deseaba enamorarme y casarme con un hombre que también me amara — le dije
— ¿Quien sabe como podéis terminar los dos, Tal vez Aaron y tu terminéis enamorados, él siempre se ha dedicado a su empresa sin pensar en casarse, pero esto puede ser que lo haga cambiar y se de cuenta de la mujer que tiene a su lado, cuando llevéis un tiempo juntos — me dijo Andrew
La limusina paró en la misma puerta de la iglesia donde me iba a casar con Aaron, fijandome en que no había mucha gente, aunque lo que más me sorprendió, fueron unos cuantos paparazzi, ya que era la boda del año, porque que iba a casar el soltero más deseado por las mujeres, con una desconocida para el mundo. Andrew me ayudó con el vestido para bajar del vehículo, entrando los dos seguidamente en la iglesia, cogiéndome de su brazo, viviendo a Aaron en el altar mirandome mientras sonreía. Una vez que llegue al altar, Andrew le dio mi mano, dándome mi futuro esposo un beso en la mejilla.— Estas bellisima — me dijo— No te hagas muchas ilusiones Aaron – le dije sonriendo— Tranquila querida Vanesa, en cuanto te ponga el anillo, ya seras mia — me dijo entre susurros mirandome mientras sonreía.El sacerdote, tenía un libro en sus manos leyéndolo mientras nos miraba a los dos, hasta que por fin, decidió que Aaron y yo diéramos nuestros votos. Una vez que terminamos, Aaron me cogió con del
Ya en nuestra casa, estaba ayudando a Sofía a poner la mesa, pues Aaron venía a comer con su amigo Andrew, Una vez que los dos entraron por la puerta, Andrew enseguida me saludo, dándome dos besos en la mejilla, mirandome Aaron muy serio— Vamos a la sala, Sofía avisanos cuando esté la comida, estaremos en la salita — dijo Aaron Se fueron los dos hombres a la salita poniendo mi recién esposo dos vasos con Whisky, sentándose después al lado de su amigo en el sofá. Estuvieron los dos hombres hablando mientras sorbo a sorbo se bebían su licor, hasta que Sofía se acercó, para decirles que estaba todo dispuesto en la mesa. Mientras los hombres comían el el comedor, yo preferí comer en la cocina con Sofia, — !! Vanesa, ven aquí ahora mismo ¡¡ — escuche gritar a Aaron— Niña mas vale que vayas a comer con tu esposo — me dijo Sofia— !! Vanesa, ahora ¡¡ — volvió a gritar AaronMe levanté de la silla, salí de la cocina entrando seguidamente en el comedor, viendo a Andrew sonreir mientras Aa
Al día siguiente cuando me desperté, me di cuenta de que el brazo de Aaron me estaba rodeando mi cintura, teniendo nuestras piernas cruzadas, levante la sabana y respire profundamente al ver que aun llevaba mi pijama puesto. Intente levantarme, pero sus piernas me impedían moverme,— ¿Hemos dormido juntos? – me pregunté ya que desde que llegué y después de casarnos, cada uno teníamos nuestro dormitorioMe quedé mirando el rostro de Aaron y su fuerte torso, que invitaba a ser acariciado, ya que la ropa de la cama lo tapaba solo desde su ombligo hacia abajo. Aaron seguía durmiendo, viendo en su rostro una expresión de paz, aunque la que estaba sofocada era yo, ya que pude darme cuenta de que no solo su torso estaba desnudo, sino más bien era todo su cuerpo el que no tenía ropa alguna, notando en mi espalda lo duro de su virilidad. Pensé que mejor me quedaría quieta y esperaría a que mi querido esposo se despertara solo, porque como me tenía cogida y cualquier movimiento que hiciera yo
El doctor y mi esposo, volvieron a la consulta mientras yo me vestía, acercándome después a donde estaban los hombres. sentandome en la silla que había al lado de Aaron— ¿Entonces cualquier momento es bueno para que se quede embarazada? — era lo único que a Aaron le importaba— Si querido amigo, ademas te dire que segun he visto en la prueba, tu esposa ahora esta fértil — le dijo el doctor, mirandome mi marido con sus ojos brillantes y una sonrisa ladina en sus labios— No siempre una mujer se queda con una sola vez ¿verdad? — pregunte con sarcasmo— No suele pasar, pero si Vanesa, te doy la razón — me dijo el médico, viendo cómo cambió el semblante de su cara mi esposo.— Bueno, tenemos que marcharnos, tengo varios documentos que aun tengo que revisar en mi empresa – dijo Aaron muy serio— Antes de marcharos, quiero que tomes unas vitaminas que te voy a recetar, aunque debemos esperar a ver que dicen los análisis — dijo el doctorNos despedimos del hombre, marchandonos hacia los asc
Andrew entró en el despacho como siempre sonriente, fijándose en mi, ya que estaba intentando ponerme la falda sin levantarme mucho del sillón, sabiendo que tenía la cara roja de la vergüenza, — ¿Os he pillado mal? — nos preguntó— No, tranquilo, si fuera así, la puerta del despacho estaria cerrada ¿No? — dijo mi esposo— Bueno yo creo que lo mejor es que coja un taxi para que me lleve a casa, tu tienes que trabajar — le dije— Tranquila, será mejor que yo te lleve, Andrew tío encargate de todo hasta que vuelva – le comentó Aaron— ¿Y la infusión? — pregunto Andrew levantando sus manos— Tómatelo tu amigo, te va a hacer falta — le respondió mi marido riendoNos marchamos del despacho hacia la zona de los ascensores para bajar al garaje, Una vez que llegamos a nuestra casa, me bajé enseguida del coche y entré en casa, sin esperarme que Aaron me siguiera. Entre en el dormitorio dejando mi bolso encima de la cómoda, escuchando cerrarse la puerta, viendo a Aaron como se iba acercando a
Después de la ducha, volvimos al dormitorio para vestirnos, viendo una sonrisa en los labios de mi esposo, sin dejar de mirarme como yo tampoco podía apartar mi mirada de él. Nos marchamos después al salón, acercándose Aaron al mueble, poniendo dos vasos de whisky, dándome uno a mi, sentándose después a mi lado— Me ha gustado mucho lo que me has hecho en la ducha, pero ¿hablabas en serio cuando me has dicho que quieres ser mía? eso me ha dejado un poco desconcertado — me dijo Aaron— ¿Por qué? estamos casados y aunque aún sigues sin caerme muy bien, intentare ser una buena esposa para ti, pero con una condición — respondí sonriendo— ¿Qué condición? tu eres mia Vanesa, te compre a tu padre y el único que puede poner aquí las condiciones soy yo, te gusten o no te gusten — contestó dando después un sorbo a su vaso de whisky— Quiero ser libre de hacer lo que quiera y cuando quiera — respondí, escuchando como Aaron se reía— Primero tienes que cumplir con tu marido que soy yo y darme es
Entramos los dos a su despacho, dándome cuenta de que echó el pestillo a la puerta, se quitó la chaqueta dejándola en el colgador que había, sentándose después en la esquina de su mesa mirandome.— Ya estamos aquí, ¿qué desea mi jefe? — pregunte— Subete la falda, quiero ver lo que es mio — me dijo haciendo que me diese la risaAaron se levantó acercándose cada vez más a mi, cogiendo mis brazos con sus manos, mirándonos los dos muy serios— No juegues conmigo, soy tu marido y el dueño de ti y de tu cuerpo, no le pague a tu padre para que tu y yo juguemos a las casitas, ya sabes lo que quiero de ti, si en un año no me das a mi hijo, me divorciare de ti, y tu y tu familia os quedareis mendigando en la calle — me dijo mientras rozaba sus labios con los míos—- Suel-ta-me, — le conteste muy seria— Subete la falda, es una orden y no voy a repetirla — me dijo el — Si mi amo — respondí, sin apartar mi mirada de sus ojosAaron se apartó unos centímetros de mi, volviendo a sentarse en la esq
Era la hora de marcharnos, la jornada de trabajo de mi compañera y la mia ya habia concluido, estabamos recogiendo nuestras cosas, cuando el telefono empezo a sonar con insistencia, contestando yo a la llamada— Empresas Taylor, digame, soy la asistente del señor Taylor – conteste, escuchando después una voz femenina y muy sensual— Quiero hablar con Aaron Taylor — me dijo— De parte de quien señorita — respondí— De una íntima amiga, él conoce mi voz enseguida — me contestó, sintiendo como un fuerte pellizco me azotaba mi estómago— Lo siento pero si no me da por lo menos su nombre, no la puedo pasar la llamada —- le dije algo confundida— Dígale que le llama Blanca, el sabe muy bien quien soy, nos conocemos muy bien — me dijo haciendo que me enfadara aún más— Espere un momento por favor — le dije, dejando el teléfono descolgado a un ladoMe dirigí al despacho de mi esposo, abri la puerta algo confusa, levantando Aaron de pronto su cabeza de los documentos que estaba mirando, para c