LA ESPOSA REBELDE DEL CEO
LA ESPOSA REBELDE DEL CEO
Por: AZAHARA
1/ PRESENTACIÓN

Me llamo Vanesa y tengo diecinueve años, mis padres son ricos y por ser hija única me dan todos los caprichos que deseo, no soy para nada fea, tengo el pelo castaño y muy liso, siendo el color de mis ojos como la miel, marrones muy claritos, mi figura no es como las de las modelos pero no estoy nada mal, tengo muchos amigos en la universidad y si,  hay uno de los chicos que me tiene como loca, a pesar de que mi amiga Loren dice que no es para mi, que mi mundo está a punto de dar un giro de ciento ochenta grados,, hay mi adivina loquita, que poco se equivocaba en eso, aunque me reí de ella y de sus predicciones

— Venga mi niña levántate ya de la cama, duchate y baja a la cocina a desayunar, tu padre te necesita en su despacho después, tiene una importante visita y quiere verte — me dijo la señora que yo llamaba nana

— No, quiero nada, déjame dormir un poco más, anoche vine a casa muy tarde y estoy cansada — le respondí

— Levántate ya Vanesa vamos, una señorita con tu edad tiene que ser más responsable – me dijo apartando la ropa de la cama, sintiendo un escalofrío extraño por todo mi cuerpo

— ¿Y si no lo quiero ser?¿serás tú quien me obligue? — le pregunté mientras me sentaba en la cama

— No, pero habrá alguien algun dia que sí lo haga, date prisa tu padre te espera en su despacho y no te hagas la remolona — me dijo nana, cuando marchaba de mi dormitorio

Entre en el cuarto de baño que había en mi dormitorio, me duche, me sequé el pelo, y volví vistiéndome con un pantalón corto y un top, ya que el verano se iba acercando y hacía bastante calor. Cuando baje las escaleras, me acerque hasta la cocina viendo a mi madre hablar con mi nana, cayandose de pronto las dos cuando entre, pero me pude fijar cuando me acerque a darle un beso a mi madre que había estado llorando, cosa que me extraño, ya que ella era como yo, alegre y algo extrovertida

— Mamá ¿te pasa algo? — pregunte intrigada

—-No cariño, anda ves a hablar con tu padre, está en su despacho y lleva tiempo esperando — me dijo

Cuando termine de tomarme mi café, ya que era lo único que me podía mantener despierta, me marché de la cocina, hacia el lugar donde estaba el despacho, tocando con los nudillos la puerta esperando a que me dieran paso

— Pasa Vanesa hija — escuche decir a mi padre

Al entrar me quede sorprendida de ver que no estaba solo, levantandose de la silla donde estaba sentado un hombre de unos metro ochenta, pelo medio rizado moreno, unos preciosos ojos de color azul, unos labios muy perfilados, y un menton dandome la impresion de que su caracter seria algo rudo

— Buenos dias papa, mama me ha dicho que querías verme — le dije cuando me acerque a él dándole un beso en la frente

— Si hija quiero presentarte a Aaron Taylor, mi socio y dentro de unas semanas tu esposo – me dijo mi padre de pronto, dejandome por un momento inmovil y atonita

— ¿Y bien Aaron?¿Qué te parece mi niña? — preguntó mi padre como si me estuviera vendiendo a aquel hombre

— No me interesa Samuel que sea bonita o fea, solo quiero que me de un heredero, ya que nuestros negocios están basados en que yo te ayudo, si tu me das algo a cambio, creo que esta boda será muy beneficiosa para los dos – le dijo aquel hombre

— Yo no me pienso casar y menos con este viejo, — le grita queriendo marchar de aquel despacho

— Señorita Miller, usted tampoco es santa de mi devoción se lo aseguro, pero si desea ver a su familia viviendo en la calle, adelante yo no se lo impediré — me dijo Aaron

— Papa de que está hablando ¿qué pasa? —- pregunte

— Hija estamos en la ruina y solo esta boda nos podría salvar de ella, piensalo bien Vanesa, por favor, Aaron ha aceptado casarse contigo y salvarnos de la ruina — me dijo mi padre

— Esta bien me lo pensaré, pero no te prometo nada — le dije abriendo la puerta del despacho

— La boda se celebrará dentro de dos semanas, yo correré con los gastos, podrás seguir yendo a la universidad, no me interesa tener a mi lado a una esposa ignorante, solo que hay una cláusula en el contrato que vas a firmar, en un año debere tener a mi hijo en mis brazos ¿entendido señorita Miller? — me pregunto

—- Señor Taylor, ¿sabe que? me parece usted patético — le dije

Me marché del despacho dando un fuerte portazo ya que estaba muy enfadada dirigiendome a la cocina, para buscar a mi madre.Al entrar mi madre, mi nana y yo nos quedamos mirándonos, viendo en las mejillas de mi madre alguna lágrima

— ¿Cómo me puedes hacer esto? soy tu hija y deberías haberme defendido — le grite

— Vanesa, yo hasta anoche no supe nada hija, prefiero comer de la basura, antes que entregar a mi niña  a ningún hombre, pero tu padre ha insistido mucho ya que estamos completamente arruinados y le debemos a MIller mucho dinero — me dijo intentando abrazarme

—!! No ¡¡ no me toques, mama no me lo puedo creer de verdad – le dije marchándome de la cocina llorando

Mi nana, tocó, cerca del mediodía a la puerta de mi dormitorio entrando después 

— Mi niña la comida está servida en el salon, tu padre ha ordenado que bajes a comer con ellos — me dijo

— Dile que no tengo hambre ¿está en casa todavía ese hombre en mi casa? — pregunte

— Si cariño, es un invitado de tus padres, por tu bien niña baja al comedor, por favor — me dijo

— No nana, me han vendido a un hombre, como si yo fuera una m*****a prostituta, nunca se los perdonare — le respondí

— Esta bien Vanesa como quieras, pero seguramente suba tu padre con la correa en la mano ¿prefieres eso? o bajar a las buenas — me contestó

— Esta bien, ahora bajo, de todas formas, ya nada hay que yo pueda hacer, solamente reir y sacar a ese tipo de los nervios para que me deje  — le dije riendo

— Tu madre está muy mal, por favor, piensa en ella mi niña — me dijo mi nana intentando que recapacitara

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