Después de la fiesta, todo volvía a la normalidad. Alice se quedó unos días con Ángel y Elizabeth, quienes, en compañía de Farid, pasaban mucho tiempo juntos explorando parques, museos, restaurantes y playas. La familia se mantenía ocupada, aunque a un ritmo más pausado, ya que Elizabeth estaba a pocas semanas de dar a luz.— ¿Qué haremos mañana, cariño?—Creo que podríamos quedarnos en casa. Desde la fiesta, no hemos parado, nos la pasamos de un lado a otro y realmente ya estoy agotada. Parece que estoy a punto de explotar como un globo.—Eres muy exagerada. Además, eres un globo muy hermoso, amor. Ya que estamos aquí en la cama descansando, quiero hablar contigo.—Claro, dime.—No es fácil lo que voy a decir, pero quiero que me prometas que vas a estar bien por ti, por mí y por nuestros hijos.—Farid, habla, ya me estás asustando.—Recuerdas cuando estuve en la clínica por tres días y me realizaron una serie de exámenes. En los resultados, salió que tengo un tumor alojado en mi cere
Leer más