Después de que Elizabeth le hiciera esa pregunta, Mohamed respondió:—Como el agua, pero ¿qué es tan importante que Farid no puede saber?—Se trata de David, el padre biológico de Ángel. Hace unos días, hice una videoconferencia con Alice y Francis. Mientras hablábamos, yo tenía a Ángel en brazos. Les di la noticia de mi embarazo. Continuamos hablando y, de repente, apareció David y me vio con el niño. Alice colgó la llamada de inmediato, pero conozco a David y sé que en cualquier momento va a aparecer.—Bueno, Elizabeth, eres abogada, tú sabes el procedimiento. Además, cuentas con Farid y con todo el dinero. ¿A qué le temes?—Sé el procedimiento. Sé que tendrá que realizarse una prueba de ADN y luego vendrán una serie de presentaciones y un proceso legal. Y eso no es lo que me importa. El problema es Farid. Si se entera de esto, comenzará nuevamente con sus peleas, sus celos, sus temores y no quiero eso.—Ok, yo te entiendo. Pero si él no se ha presentado hasta el momento, es por alg
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