Todos los capítulos de El Príncipe Despiadado y La Doncella Marchita. : Capítulo 21 - Capítulo 23
23 chapters
21. Maldición.
Rhett me cuenta el plan, niego con la cabeza, mientras habla. —Eso es lo que haremos —Me besa la mano. —Suena a que puede salir muy mal, ¿y si me descubren? —No lo harán, te prometo que no lo harán. —Besa la palma de mi mano y cierra mi puño. —Rhett, tengo miedo, yo no creo poder hacerlo, ni siquiera sé porque te dije que si podía, no estoy segura. —Es la segunda vez que te retractas, vas a practicar con William, empiezas la próxima semana, necesitas mejorar tu tiro, no solo por esto, si no porque lo que está por venir. —No me asustes más —Lo miro a los ojos. —Confió en ti Erys, en que podrás hacerlo. —Yo no… Me calla con un beso intenso, el corazón me late con fuerza, me aferro a sus brazos, no se que me pasa con él, pero estas últimas semanas, tenerlo es muy importante para mí, hablar con él, mirarlo, tocarlo, es extraño, pero lo necesito. Mi boca choca con la suya, varias veces en besos largos y cortos, suaves y salvajes. —Verás que después de esto, solo m
Leer más
22. Hermana.
Beso a Rhett, quiero creerle, voy a tomar sus palabras como la absoluta verdad, ya no me interesa, no sé en que momento me perdí, no sé en qué momento empecé a ver a Rhett como algo inevitable, no puedo detenernos y tampoco quiero hacerlo. Solo hay una sola cosa en todo esto que me hace dudar, pero he decidido ignorarla por ahora, me concentro en los besos que reparte en mi cuello, le acaricio la espalda desnuda. —Bésame, bésame hasta que ya no pueda respirar, hasta que me olvide quién soy y de quien eres —le digo y me besa. Entrelazo los dedos de nuestras manos, nuestros cuerpos chocan, pienso en todo lo que hablamos, de todo lo que dijimos que haríamos, nada es bueno, todo es malo, puedo perder. Pero ya lo he perdido todo, solo tengo esta enfermedad que Rhett me causó, que solo él puede curar. —Eres la única culpable de mi mal Erys, pero no lo pares —Me besa. —Lo arreglaré para ti, lo prometo, buscaré la forma, mi sol. Dice en un susurro, se de lo que habla, no le d
Leer más
23. Reina.
William me entrega un arco, lo miro es negro y tiene detalles en dorado, me entrega una aljaba llena de flechas. Hoy empezaba mi entrenamiento. —El bastardo lo mandó a hacer para ti, seguro que le dio vergüenza dártelo, porque no quiere que sepamos lo coladito que está por ti. —No le digas así y no está coladito por mi, dices muchas boberas. Saco una flecha para verla, es negra con la punta dorada, antes de llegar a las plumas tiene grabado en letras doradas “ER” las letras están entrelazadas, sonrió. —Me pidió que practicarlos toda la mañana. —¿Dónde está? Cuando desperté esta mañana no estaba y no me dijo a dónde iría. —Fue a recoger a la reina Violet. La reina. Me había olvidado de su existencia, dejó la capital hace varios años, solo viene cuando es sumamente necesario, para la mayoría del reino es invisible, sin poder alguno, solo la respetan por el rey, a él lo quieren y alaban, de ella nadie se acuerda. —¿Qué? ¿Nerviosa por conocer a tu suegra?Deberías de
Leer más
Escanea el código para leer en la APP