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Todos los capítulos de Secretos de traición : Capítulo 31 - Capítulo 40
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31 Jugando con fuego
Capítulo "Jugando con Fuego" La tensión en Ferreira Corp crecía con cada día que pasaba desde que Verónica Ortiz había asumido el puesto de asistente de Emanuel. Georgina, acostumbrada a ser la favorita en la oficina, se sentía cada vez más arrinconada. No solo estaba perdiendo terreno en el ámbito laboral, sino que también sentía que su influencia personal sobre Emanuel se desvanecía.Desde que Verónica llegó, los elogios hacia su desempeño no habían cesado. Su capacidad para manejar proyectos con precisión y su habilidad para resolver problemas rápidamente habían impresionado a todos, especialmente a Emanuel. No había dudas de que los halagos hacia Verónica eran más que merecidos. Su profesionalismo era innegable y, aunque Georgina se negaba a admitirlo, sabía que Verónica había demostrado ser una adición valiosa para la empresa.—Verónica, el cliente quedó muy satisfecho con el informe. Excelente trabajo —dijo Emanuel durante una reunión, mirando a Verónica con una sonrisa de apr
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32 La Reina y la sombra
Capítulo: "La Reina y la Sombra"Georgina sentía que cada día en Ferreira Corp se volvía más insoportable desde la llegada de Verónica Ortiz. La presencia de la nueva asistente de Emanuel no solo la incomodaba, sino que también amenazaba con arrebatarle su lugar como la figura central de la oficina. Georgina sabía cómo jugar sus cartas, pero Verónica parecía una jugadora hábil, que jugaba al límite de la perfección.Aquella mañana, Georgina decidió que era hora de actuar. Con una sonrisa forzada y una fachada de amabilidad, se acercó a Verónica en la oficina.—Verónica, ¿tienes un minuto? —preguntó, aunque su tono delataba su verdadera intención.Verónica levantó la mirada de su computadora y sonrió con cortesía.—Claro, Georgina. ¿En qué puedo ayudarte? —respondió con una calma que solo exacerbaba la irritación de Georgina.Georgina cruzó los brazos, adoptando una postura de superioridad.—Quería hablar sobre la reunión con los directivos. Me parece que sería más apropiado si yo pres
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33 "El lado oscuro de la ambición "
Capítulo: "El Lado Oculto de la Ambición"En el silencio asfixiante de su apartamento, Georgina se revolvía entre las sábanas, sintiendo cómo cada fibra de su ser se tensaba con la frustración. El eco de su soledad resonaba en cada rincón del lugar. Emanuel había sido su escape, su válvula de seguridad en un mundo que a menudo le parecía demasiado inestable. Con él, todo había sido diferente. No había reglas ni expectativas, solo la libertad de un deseo mutuo que se consumía en la oscuridad de un hotel.Ahora, sin embargo, todo eso se había desvanecido como un sueño fugaz. Emanuel, su Emanuel, estaba con otra. Una mujer a la que no podía ver como su igual. Verónica Ortiz. Ese nombre era un aguijón constante en su mente, una amenaza que no podía ignorar. "¿Qué tiene ella que no tenga yo?" se preguntaba, su mente girando en espirales de celos y rabia. No había sido solo una cuestión de perder a Emanuel, era el hecho de que lo había perdido ante alguien que consideraba inferior.Georgina
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34 Fronteras Invisibles
Capítulo: "Fronteras Invisibles" Verónica estaba en su escritorio, concentrada en los documentos esparcidos frente a ella, mientras el murmullo constante de la oficina servía como telón de fondo. Desde que habían decidido fingir una relación, cada interacción entre ella y Emanuel había tomado un matiz diferente. A los ojos de todos en la empresa, eran la pareja ideal. Emanuel, siempre atento y caballeroso, la tomaba de la mano para guiarla, le abría la puerta y colocaba una mano en su cintura al dejarla pasar primero. Verónica respondía con sonrisas sinceras, compartiendo risas y momentos de complicidad que parecían naturales, casi como si no hubiera una fachada que mantener. La imagen de ellos caminando juntos por los pasillos de la oficina era perfecta: dos personas que se complementaban con naturalidad, que no necesitaban palabras para decir lo mucho que se entendían. Las risas de Emanuel, que antes rara vez se oían, comenzaron a ser más frecuentes. Los empleados de la empresa p
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35 "El encanto de Georgina y su verdadera cara "
Capitulo "El encanto de Georgina y su verdadera cara" Ismael sintió una mezcla de emociones al recibir el mensaje de Georgina. La extrañaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. Aunque su corazón estaba dividido entre el enojo y el amor, decidió darle una oportunidad. —Te extraño —respondió, y cada palabra reflejaba la verdad de sus sentimientos. Esperaba que esta vez todo fuera diferente, que las sospechas que tenía sobre ella fueran solo eso, sospechas infundadas. Cuando Georgina respondió con entusiasmo, Ismael sintió una chispa de esperanza. —¿Dónde quieres que nos veamos? —preguntó, pensando en un lugar donde pudieran hablar y aclarar las cosas. —¿Vamos de compras? Necesito hacer unas cosas, y sería lindo verte —dijo Georgina con una voz suave. Aunque no era lo que Ismael esperaba, accedió. Quería verla, estar con ella, aunque significara ir al centro comercial. Al llegar, Georgina lo saludó con un abrazo cálido, dejando que su fragancia dulce lo envolviera. Él sonrió,
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36 Un beso inesperado
Capítulo "Un beso inesperado" Emanuel estaba sentado en una mesa de su restaurante favorito, frente a Verónica. La cena transcurría entre risas y conversaciones profundas. Había una conexión entre ellos que parecía haberse forjado en silencio en estos meses . No necesitaban decir mucho para entenderse; sus miradas y sonrisas hablaban por sí solas. -No sé cómo hemos pasado tanto tiempo sin tener una charla como esta, Vero. Dijo, apoyando los codos en la mesa y mirándola con calidez. -Supongo que a veces la vida se interpone. Pero me alegra que finalmente estemos aquí. Respondió, jugueteando con su copa de vino. El teléfono de Emanuel vibró en la mesa. Era Ismael. Al contestar, su voz reflejaba sorpresa y alegría. - Hola, hijo. Su tono era cálido. - Papá, ¿puedo pasar a verte? Me gustaría hablar contigo. Dijo Ismael, sin entrar en detalles. Emanuel miró a Verónica, buscando su aprobación. Ella asintió con una sonrisa. -Claro, Ismael. Estoy cenando con Vero mi amiga , p
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37 Despertares
Emanuel no podía dejar de sonreír mientras conducía a su casa las palabras de Ismael apoyándolo y la imagen de Verónica aún fresca en su mente. Ese beso inesperado ; algo en sus miradas se detuvo. Un instante en el que las palabras no fueron necesarias,había sido un momento de conexión que no había sentido en mucho tiempo En su mente se repetia ese beso que Ismael sin pensarlo incentivo ,Verónica había sonreído, y antes de que pudiera pensar demasiado en ello, Emanuel se inclinó hacia ella. Sus labios se encontraron en un beso suave, casi tímido al principio, pero que pronto se profundizó, cargado de una calidez que le recorrió el cuerpo. No fue un beso fugaz, sino uno que hablaba de sentimientos latentes, de deseos guardados bajo llave por demasiado tiempo. Cuando se separaron, Verónica lo miró con una mezcla de sorpresa y alegría. - No esperaba esto, pero... no me quejo. Dijo con una sonrisa que hizo latir más rápido el corazón de Emanuel. -Yo tampoco. Pero creo que era inev
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38 Verdades Reveladas
Capítulo: "Verdades Reveladas" El lunes por la mañana, la empresa estaba en pleno ajetreo. El jueves se celebraría el aniversario de la fundación, un evento que se había convertido en una tradición desde el inicio del negocio. Era una fiesta especial, no solo por el reconocimiento al esfuerzo de todos, sino porque llevaba el recuerdo de Sandra, la fallecida esposa de Emanuel. El único año que no se había realizado fue cuando Sandra enfermó, pero antes de partir, le pidió a Emanuel que continuara con la celebración. Era su manera de asegurarse de que todo lo que construyeron juntos no se olvidara. Georgina observaba el bullicio desde su oficina, con una sonrisa maliciosa. Sabía lo importante que era esta fiesta para Emanuel y cómo Sandra había sido una figura querida y respetada. Incluso ella debía admitir que Sandra había sido una jefa excelente: buena, servicial, y siempre dispuesta a ayudar. Pero ahora, eso le resultaba irrelevante. Con una mirada fría, Georgina se recostó en su
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39 La noche de la fiesta
Durante esa semana, Georgina no se comunicó con Ismael ni una sola vez. No parecía interesada en saber de él, ni en cómo le iba con sus estudios o su vida en general. Para ella, Ismael era simplemente un medio para un fin, y ahora su mente estaba ocupada en algo mucho más importante: cómo acercarse a Emanuel. Cada día, Georgina dedicaba horas a pensar en su estrategia. Sabía que la fiesta de la empresa sería su oportunidad ideal. Sin la presencia de Ismael, tendría el camino libre para acercarse a Emanuel sin interrupciones. Pensaba en cada detalle, desde qué decirle hasta cómo vestirse para captar su atención. Estaba decidida a que esa noche, Emanuel finalmente la viera como algo más que una simple empleada. Su plan era claro: usar todo su encanto para seducirlo y ganar un lugar privilegiado en su vida, tanto personal como profesional. Georgina sabía que Emanuel era un hombre reservado y difícil de impresionar. Sin embargo, confiaba en su capacidad para manipular situaciones a su f
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40 Quiero que te sientas especial
Nunca imaginé que la tarde tomaría ese rumbo cuando fui a la oficina de Emanuel por unos informes. Entré esperando encontrarlo absorto en su trabajo, como siempre, pero en lugar de eso, dejó lo que estaba haciendo en cuanto me vio. Me entregó un delicado paquete con una sonrisa cálida y una mirada que parecía atravesar mis inseguridades.—Esto es para ti, Vero —dijo, extendiendo el paquete—. Quiero que te sientas especial en la fiesta.Sorprendida, lo tomé entre mis manos, preguntándome qué podía ser. Con un nudo en el estómago, lo abrí lentamente, como si fuera un tesoro, y ahí estaba: un vestido verde esmeralda, hermoso, como salido de un sueño. Parecía hecho a medida para mí, como si Emanuel hubiese sabido exactamente lo que necesitaba, sin yo misma saberlo. No pude evitar pasar los dedos suavemente sobre la tela, admirando su suavidad y cómo brillaba con la luz. Era perfecto, elegante, y al mismo tiempo, sencillo. Justo como yo.—Emanuel... —susurré, sin saber qué decir. Mis ojos
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