La vivienda que había adquirido Consuelo, tenía tres recámaras y un pequeño estudio, tres baños, la cocina se integraba con la sala y un balcón con setos de flores y una amplia división de cristal que, al abrirse, se incorporaba al resto, abriéndose al sol de la tarde, permitiendo inundar de la potente luz natural mediterránea, los ambientes.Todas las paredes y el techo, pintados de blanco y el piso, tapizado con un diseño de coloridos mosaicos macedonios. En varios rincones, hermosos maceteros de plantas naturales de sombra se combinaban, dándole a todo el conjunto una sensación de paz y buenas vibraciones.En una amplia jaula de bambú, mantenía un canario flauta sudamericano, de un plumaje amarillo pálido, a quien apodaba “Pavarotti” y quien inundaba todo el tiempo el ambiente de los prodigios, de sus bien timbrados gorgojeos. A la semana siguiente, Calógero empezó un bombardeo sistemático de flores, perfumes Chanel N° 5, su favorito, tarjetas,
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