Solo fue un par de segundos, pero eso me bastó para afirmar lo mucho que me gustaba Javier y No solo eso, me estaba enamorando como una loca. Esos dos pequeños segundos mariposas invadieron todo mi cuerpo, no, no eran mariposas, eran como abejas picoteando mi interior, dos segundos que sentí volar al cielo y regresar. Además las palabras “Es mi novia” esa frase me debilitó por completo. —Lo lamento Bell —Fue lo primero que dijo, al separarse de mí. Yo estaba muda y helada, no sabía qué responder —¡Vamos!, te llevaré a conocer los talleres —Él abrió la puerta y ambos salimos de su oficina, noté que Javier estaba tenso y yo me encontraba igual. Por más que quisiera olvidar el beso era imposible, sus labios sobre los míos, fue un momento corto, pero para mí fue más que satisfactorio. Caminamos por los pasillos y él hablaba y me explicaba cosas, pero mi mente estaba perdida en mis pensamientos, en ese beso. No tengo idea de cuánto tiempo estuvimos caminando por la universidad, pero podí
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