¡Maldita sea! Precisamente el día de hoy tenía que aparecer este inútil. Él venía acompañado de otros dos hombres, y los tres entraron con tal prepotencia que llamaron la atención de las únicas personas que se encontraban en el lugar. Miré hacia Javier y este se estaba levantando con el propósito de enfrentarlo, corrí hacia él y lo detuve —¡No lo hagas! No vale pena —Dije mientras ponía mis manos en su pecho para que no siguiera avanzando —¡No entiendo por qué está aquí! —Reclamó —¡Solo ignóralo! —Supliqué —¡Es que no hay nadie que atienda este lugar! —Vociferó Peter —¡Todas aquí son inútiles! ——¡Cállate maldito! —Espetó Javier —¿O qué? —Dijo de manera retadora Peter —Esa noviecita tuya es una inútil, pero le tengo lástima...—¡Cállate! —Gritó Javier —No caigas en sus provocaciones —Supliqué, pero al parecer Peter quería lograr que Javier perdiera la cordura —Deberías tener cuidado Bell, porque mi amigo no es ningún santo y puede volver loca… —Pablo y su hermano se pusieron d
Dominic me besaba con desesperación y hambre. Mi espalda chocó contra la pared, ya que el cuarto era demasiado pequeño. Su cuerpo me empujaba, era como si quisiera combinar nuestros cuerpos, respondí ante sus exigencias ya que mi cuerpo era como imán para con él. Una de sus manos se colaba entre mis largos cabellos, Quería seguir disfrutando de su boca, pero recordé que esto no debía estar pasando, él y yo habíamos pasado una noche juntos pero nada más, después de eso ya no tenía que suceder nada entre nosotros. Me separé como pude —¡Dominic para! —Exigí —¿Qué crees que haces? esto… no está bien —Intente separarlo de mi cuerpo, pero sus manos me tenían acorralada. Él solo me miraba con deseo, sus ojos dilatados así me lo indicaban, intentó besarme nuevamente pero lo alejé. Tomé mi camisa la cual estaba en el suelo, ya que Dominic la había soltado —Es mejor que te vayas —¡No voy a irme! vine por ti y te irás conmigo —¡Dominic detente! esto ya es suficiente lo que pasó la otra noc
Un dolor punzante en mi cabeza provocó que me despertara. Masajeé mis sienes porque el dolor era intenso. ¡Eres una idiota Bell! eso te pasa por borracha Y como tráiler de película, las escenas de la noche anterior pasaron delante de mis ojos, cerveza, baile, celos, cerveza, cerveza, beso, cerveza … Esperen ¡Besé a Javier! Abrí mis ojos y vi a mi lado. Estaba sola en mi cama, eso era bueno. Tomar no era lo mío, en definitiva no iba a volver hacerlo, me comporté como una adolescente, una estúpida, tonta e inexperta adolescente. —¡Dios mío! ¿Qué pensará Javier sobre mí? —Espeté —¡Qué besas muy bien estando borracha! —¿Acaso aún estaba borracha porque escuchaba la voz de…—¡Javier! —Él estaba sentado en el sillón de mi habitación —¿Qué … qué haces aquí? —titubeé. Me senté en mi cama mientras abrazaba una de mis almohadas. —Era muy tarde y estaba demasiado borracho para regresar a mi casa, así que tomé el atrevimiento de quedarme en tu sillón.No quería preguntar, pero tenía curiosi
Llegamos empapados a la casa de Javier, me encontraba tiritando del frío, mi ropa estaba toda mojada, debido a la lluvia. Necesitaba cambiarme de ropa con urgencia porque si no terminaría con una neumonía—¡Acompáñame, nos quitaremos la ropa mojada! —Mencionó Javier, lo miré y estaba igual de mojado que yo, pero a diferencia de mí, él sí se veía sexy, no me molestaba verlo de esa manera, cabello mojado, su camisa pegada a su cuerpo en verdad que tenía una panorámica muy sexy de su cuerpo. —¿Bell? —Sí, si vamos —Subimos a la segunda planta y entramos a una de las habitaciones que allí se encontraban, justo en la suya y porque lo decía, porque al entrar sentí su fragancia, ese olor de su colonia que tanto me encantaba. Javier corrió hacia otra puerta y a los pocos segundos salió con varias toallas en su mano —Toma, empieza a secarse, ahí está el baño por si quieres dejar tu ropa mojada —Gracias —Tomé una de las toallas y me encaminé hacia el baño, lo primero en quitarme fue la blusa,
Era la más preciosa obra de arte que había visto en mi vida, se notaba que él creador había tenido demasiado cuidado para esculpir su rostro y todo su cuerpo. Admiraba su belleza mientras que los rayos del sol daban directo en su rostro, quería acercar una de mis manos y acariciar su mejilla, nariz, cuello, hombros, pectorales y más allá. ¿Y si esto era un sueño? pellizque uno de mis brazos —¡Auch! —no era un sueño, todo era verdad, Javier estaba a mi lado, él y yo ¡Dios mío! ni siquiera en mi mente podía decirlo. ¡Hicimo el amor!, porque lo qu había pasado la noche anterior no solo era sexo, pude sentirlo tan entregado y a diferencia de Dominic, él me envolvió con sus brazos toda la noche, su cuerpo me brindó calor, en todo momento me sentí segura, querida y protegida. De pronto noté como Javier despertaba, así decidí cerrar mis ojos, simulando que aún seguía dormida. Sentí su aliento cerca de mi rostro, al mismo tiempo que sentí sus dedos en uno de mis brazos, su mano avanzó has
Miraba de reojo a Javier, se veía realmente guapo incluso manejando. Se encontraba concentrado mirando hacia el frente y estaba un poco enfadado, esto porque llevábamos más de una hora en el tráfico y al parecer corríamos el riesgo de perder la reservación. —Lo lamento Bell, quería darte una cena perfecta —Bufó —Javier todo está bien, esto no es tu culpa, además si no alcanzamos a llegar al restaurante podemos ir a otro lugar —Mencioné, para tratar de alivianar el momento.— Mi deseo es llevarte a este lugar, es uno de mis favoritos y no importa lo que haga y que le suplique a quien sea pero tu y yo cenaremos en dicho lugar —Me intrigaban las palabras de Javier, ¿Qué tenía de especial ese lugar? me intrigaba, me inundaba de curiosidad. Minutos después pudimos salir del tráfico, Javier aceleró el auto y a los pocos minutos estábamos frente a una hermosa casa —¿Qué es este lugar? —Pregunté curiosa —Es un restaurante muy famoso por la ciudad, lo he visitado pocas veces pero me ha en
DOMINIC —¡Dominic! ¡Dominic! —Escuchaba los gritos de Diara, detrás de mí —¡¿Que te sucede?! —Ella seguía llamando y yo solo avanzaba—¿Señor está bien? —Uno de los meseros se acercó, él veía mi mano y fue allí donde me di cuenta que estaba sangrando —déjeme ayudarlo —Asentí y le seguí. Entramos a uno de los baños, limpio, hecho alcohol y puso una venda. Agradecí y salí del baño, encontrándome con Diara otra vez —¿Que sucede Dominic? —Exigió de manera demandante —¡No me molestes Diara! No estoy de humor —Salí del restaurante para dirigirme a mi auto —¡No vas a dejarme con la palabra en la boca! —Diara me alcanzó, poniéndose frente a mi —¡Algo sucede y necesito que me expliques en este momento! —Tomé del brazo a Diara llevándola hacia el auto —¡Dominic me lastimas! ¡Suéltame! —Chillaba —¿Estas así por Bell? —Preguntó, eso hizo detener mis pasos. Lancé a Diara hacia el auto en la parte trasera —¡Contestame! ¿De dónde la conoces? ¿O es por su novio? ¡Contestame por Dios! Tomé a Diar
Creo que en todo estos años no había dormido como esta noche, sobre todo porque había despertado como la novia del profesor sexy Javier Rodríguez, aún no podía creer que me lo pidiera. No obstante, me pareció que parte de su propuesta tuvo que ver con la presencia de Dominic o tal vez le estaba dando demasiada importancia, cuando vi que salió del restaurante herido, tuve el impulso de ir detrás de él, pero no me correspondía, era a su novia Diara. «No es momento de pensar en él, ahora lo importante en mi vida era mi novio Javier»Me levanté de la cama e hice lo acostumbrado todas las mañanas, antes de ir al trabajo. Mi novio quería llevarme, pero tenía una reunión temprano en su trabajo así que se disculpó, y prometió que iría por mí a la cafetería. Bajé hacia la carretera y dirigirme al metro, pero me llevé una gran sorpresa al ver un auto estacionado frente a mi edificio, se trataba de Diara —¡Hola Bell! —Saludó. La miré de manera detenida, sus ojos estaban hinchados como si el