Capítulo 40. Ante la frustración de un plan perfecto.
Rowdy. -” ¿Qué demonios haces tú aquí?”- fue lo único que pude decir al ver a esa estúpida, descarada, y malcriada de Connelly Blake delante de mí, ni siquiera me di cuenta de que en el móvil que me enseñaba en ese momento, había tres mujeres más que me observaban muy curiosas, desde sus pantallas, con mucho interés. Mi problema en ese momento era otro, mi mente trataba de comprender en qué momento, mi plan perfecto, había fallado, desde que decidí, y planifiqué, la visita sorpresa a la preciosa Amelia, el deseo por verla, y aclararle los malentendidos que podía tener ella sobre las dos ocasiones que fui sorprendido, besando a esa idiota Arpía de pelo rojo, desde luego lo que no esperaba era que hasta mi ingenioso plan de aparecerme por sorpresa, con una excusa genial, y muy original, a la nueva casa de Amelia, cuya dirección conseguí de forma algo ilegal, tras hackear el sistema de datos secreto y protegidos de la web del grupo de correo postal y paquetería del Reino Unido. Supuse
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