Todo mi mundo había cambiado desde que ella se fue. La busqué con la desesperación, tenia la esperanza de encontrarla con vida, pero solo era un sueño. Yo mismo había visto su cuerpo inerte, frío, sin vida. Cada vez que ese recuerdo cruzaba mi mente, sentía cómo mi corazón se desgarraba en mil pedazos. Gabriele y yo, definitivamente habíamos terminado nuestra relación. Nunca lo perdonaría por lo que me había hecho, y ahora, yo era su piedra en el camino.Me había involucrado de lleno en joderle la vida. Si yo no era feliz, él tampoco lo sería. Estaba decidido a encontrar una rasgadura en su armadura, y de hecho, creía haberla encontrada. Miré el enorme edificio de apartamentos y sonreí con amargura. Mi hermano, Gabriele, había estado frecuentando este lugar durante meses, y eso era extraño. Demasiado extraño. Hoy descubriría de qué se trataba.Dentro del apartamento, Gabriele yacía en la cama, envuelto en los brazos de una pequeña mujer de cabello negro. Ella parloteaba sobre su traba
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