Declan corrió por el bosque que lo había visto crecer, ese mismo que tantas veces había recorrido junto a sus amigos, sin embargo, algo era distinto, no solo la vegetación, estaba tan aturdido cuando al fin la niebla espesa desapareció, que poco había reparado en la humana con la que hablo, pero ahora, que estaba en lo que debería ser su pueblo, con espanto, descubrió que no lo era, aunque era el mismo bosque, no habían cabañas, y el olor a brujos era el que más predominaba, aun así, trato de conservar la calma, mientras sus pasos fueron tomando un ritmo más calmo, aunque no era lo que sentía.— Humano, dime que es lo que deseas y te diré el precio a pagar. — la voz era suave, pero profunda, y por instinto, Declan salto a la copa de un árbol, donde con sorpresa vio a Travos, el gran brujo.— Mi nombre es Bairon Bach, soy el mayor comerciante de este pueblo y pronto lo seré de todo el estado, aunque no pienso detenerme solo allí, deseo que mi apellido perduré a través del tiempo, que m
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