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Todos los capítulos de Kalila, eclipse de Luna.: Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capítulo 31 M*****a niebla.
El primero en moverse fue Nuriel, pero Declan lo detuvo rápidamente, recordando como el cuerpo de Kalila había sufrido la vez que el fénix ataco a Ukara, bajo ningún concepto, dejaría que ese ser sufriera algún tipo de daño que pudiera repercutir en la humana.— ¿Qué haces? — gruño el pelirrojo, zafándose del agarre del vampiro.— Tu cuida de Kalila, yo me ocupare. — rebatió el rubio dando un paso en dirección a la puerta.— Espera, iremos contigo, creo que son más de uno. — aviso Tahiel, sintiendo a su lobo incomodo, pues algo estaba nublando sus sentidos, ya no estaba seguro de lo que olfateaba.— No, ustedes… — Declan vio por medio segundo a Kalila y Nuriel lo comprendió, por lo que la distrajo besándola. — Estan vinculados a ella, si algo les sucede, Kalila sufrirá. — Y dicho eso, Declan al fin salió.El vampiro a pocas cosas le temía o a ninguna, más que a su corazón, pero solo le bastó con poner un pie fuera de la gran cabaña, para descubrir que incluso el humano, tenía trucos.
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Capítulo 32 Mismo lugar, diferente tiempo.
Declan corrió por el bosque que lo había visto crecer, ese mismo que tantas veces había recorrido junto a sus amigos, sin embargo, algo era distinto, no solo la vegetación, estaba tan aturdido cuando al fin la niebla espesa desapareció, que poco había reparado en la humana con la que hablo, pero ahora, que estaba en lo que debería ser su pueblo, con espanto, descubrió que no lo era, aunque era el mismo bosque, no habían cabañas, y el olor a brujos era el que más predominaba, aun así, trato de conservar la calma, mientras sus pasos fueron tomando un ritmo más calmo, aunque no era lo que sentía.— Humano, dime que es lo que deseas y te diré el precio a pagar. — la voz era suave, pero profunda, y por instinto, Declan salto a la copa de un árbol, donde con sorpresa vio a Travos, el gran brujo.— Mi nombre es Bairon Bach, soy el mayor comerciante de este pueblo y pronto lo seré de todo el estado, aunque no pienso detenerme solo allí, deseo que mi apellido perduré a través del tiempo, que m
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Capítulo 33 ¿Qué demonio?
Tahiel no solo había sido capturado, él ni siquiera podía transformarse en humano, aunque su conciencia estaba allí, pues luego de que le colocaran un bozal de plata, también le colocaron una correa con púas del mismo material, el cual con cada movimiento se enterraba en su piel y la quemaba al contacto con el maldito metal que era su debilidad, y entonces, sufrió la peor humillación para alguien de su especie, los cazadores lo llevaron cual perro, hasta lo que parecía ser una especie de establo, el lugar se notaba lujoso, incluso en el exterior, y apenas ingreso se sorprendió de ver a Dilan, y su familia, ese hombre lobo era el beta de Kek, aun así, su hijo se veía muy niño y no el hombre que debería ser, por lo que rápidamente comprendió que había viajado al pasado.Trato de llamar la atención del beta, pero este solo veía a su esposa Malaly y a su pequeño hijo, además que, gracias al bozal y correa, casi no podía ni gemir para atraer su atención, peor aún, es que lo habían dejado
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Capítulo 34 Un vistazo más de cerca.
Ukara camino solo unos segundos, siguiendo la energía concentrada de brujos que cerca suyo había, hasta que al fin diviso lo que parecía ser un grupo de acampe.— Brujo. — un hombre de clara apariencia oriental lo llamo y a Ukara solo le basto con tenerlo cerca para saber que era un cazador.— ¿Sí? — indago sorprendido que no quisiera atacarlo.— No te había visto con los otros, es más, creo no haberte visto nunca. — Ukara no sabía que hacer o decir, estaba perdido, no era débil, pero con lo referente a pensar rápido, no se le daba bien, además que era un pésimo mentiroso.— Yo…— ¿Sabes que los cazadores tenemos poderes? — dijo casi en un susurro el hombre.— Sí, claro que lo se. — de manera inconsciente Ukara dio un paso atrás, y el cazador dio dos, antes de tomarlo del cuello.— ¿Sabes quién soy? — murmuro a un palmo de distancia de su rostro y haciendo que la espalda del brujo chocara con el tronco de un árbol.— Un cazador. — el cazador lo vio casi con pena, antes de liberarlo.—
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Capítulo 35 No estamos solos.
Nuriel sentía la desesperación de Kalila como propia y como no hacerlo si era su compañera la que estaba petrificada por el miedo que la recorría. Fue por ello que sin pensarlo dejo salir su poder, casi al completo, como una extensión del mismo sol, abrió sus alas mientras se dejaba ver en el cielo azul, el fuego broto de él, más que haciendo retroceder a la niebla purpura que había en el prado, parecía que la consumía, como si esa niebla fuera algun tipo de gas, entonces, sus ojos siempre agudos, divisaron a los tres descendientes de la luna, los cuales simplemente se materializaron en mitad del prado, dejando en claro que pronto serian consumidos por su gran poder, algo que lo aturdió, de tal forma que solo pudo ver con horror sus figuras, a sabiendas que cuando ellos perecieran, su destino también lo haría, pero nada podía hacer, el fuego ya había sido liberado, pero entonces, un milagro se materializó, una gran pared de agua que pronto se convirtió en hielo, se interpuso en el cami
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Capitulo 36 Que yo no exista.
El nerviosismo en el rostro de Ikigaí era claro, más aun cuando luego de ingresar en su hogar este fue cubierto por un abola de fuego, creada por Nuriel, una medida de fuerza que no pasaba desapercibida para nadie.— ¿Qué es lo que está sucediendo? — el nerviosismo de Kalila era claro, y Ukara fue a su lado, abrazándola desde la cintura, mientras Ikigaí y Nuriel, se encaraban en silencio en mitad de la sala.— ¿Qué es lo que sabes quimera? — indago molesto Declan y el peli azul, que ahora ya no era pequeño, dejo salir un bufido.— Es lo que trato de entender, por lo que será mejor que me cuenten que fue lo que sucedió.— Eso es fácil. — soltó el vampiro. — Luego de que te fueras, una niebla espesa de color purpura se esparció por todo el lugar, algo que no nos dimos cuenta hasta luego de que saliera, ya que Tahiel olía a cazador, esa cosa purpura me llevo a nuestro bosque. — informo viendo a Kalila. — Pero no en este tiempo, sino mucho antes de que nuestro pueblo se estableciera, cuan
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Capítulo 37 Demonios.
El dolor de la cazadora comenzó a quemar el pecho de los hombres, en especial el de Tahiel, su lobo se retorcía dentro de su ser, y un gimoteo lastimero se filtraba por sus labios.— No digas eso Kiriko, tú no tienes por qué sentirte de esa forma. — la voz de Declan la hizo elevar su cabeza, mientras que Tahiel acariciaba su espalda buscando trasmitirle tranquilidad.— Estoy cansada de repetir lo mismo, siempre será así, solo los rostros cambian a lo largo de las reencarnaciones. — la cazadora no mentía, podía ser Kazumi, podía tener otros padres y podía ir tras un amor, pero el resultado sería siempre el mismo. — Mi padre me ordenara acabar a quien amo, yo terminare pereciendo, y todos acabaran odiándome…— No. — el rugido de Tahiel inquieto a Declan, quien, por primera vez, se atrevió a tomar con delicadeza a Kiriko entre sus manos, casi de forma inconsciente, la llevo al refugio de sus brazos, porque la cazadora se veía tan frágil, tan resignada, que algo le decía que era capaz de
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Capítulo 38 Cuiden de ella.
Las carcajadas de Nuriel interrumpieron el relato.— No sé con qué seres pudiste encontrarte, pero estoy seguro de que no fueron demonios, es imposible. — dijo el fénix aun sonriendo de forma burlesca.— Puede que tengas razón, pero ellos se presentaron de esa forma, Fegor, es el joven que estaba en esa estancia o establo donde Asher torturaba a los de nuestra especie y, luego en el bosque se le unió una tal Belbú, ella era una mujer joven y se presentó como su hermana, aunque eran diferentes, como quien comparase a Ukara y a mí. — concluyo Tahiel, pues Ukara era peliblanco, de tez tan blanca como un copo de nieve, mientras el lobo era moreno, de cabello castaño y un poco largo, entonces la sonrisa de Nuriel se desvaneció.— Eso es… imposible. — murmuro con rostro preocupado y fue cuando llevo sus ojos a Ukara. — ¿Tú también te encontraste con ellos?— No. — respondió el brujo. — Si bien al igual que Tahiel era un hombre y una mujer los que se presentaron ante mí, y me reclamaron el e
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Capítulo 39 unidas
Kalila no perdió tiempo y apenas la puerta se cerró tras Ikigaí, la joven se marchó a su cuarto, estaba agotada, pero más que eso, su cabeza martillaba.— Quizás y nuestro padre puede unirse a nuestra madre y a esos tres seres. — el comentario de Kiriko resonando solo en su mente la hizo detener a mitad de su cuarto.— ¿Estas loca? — pregunto casi incrédula, si no fuera porque comenzaba a sentir las emociones de Kiriko, sin quererlo o desearlo, se estaban fusionando.— No, pero escuchaste a Tahiel, Asher si ama a Chloe…— No, detente, no crees falsos escenarios en tu mente, lo que Asher hizo…— ¿Qué? ¿Qué hizo de malo? ¿casarse con Chloe? ¿embarazarla? Dime Humana, ¿Qué hizo de malo Asher, ahora que sabes que no fue él quien la golpeo hasta casi matarla? — la cazadora no lo podía evitar, pudiese ser que no viviera con Asher, que casi no lo conociera, pero era su padre y ante sus ojos era su dios.— Le mintió Kiriko, Asher la engaño, le oculto lo que era y a lo que se dedicaba, nuestro
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Capítulo 40 Aire.
Ukara ingreso en el cuarto de Kalila, sus ojos vagaron por el lugar, pues era la primera vez que estaba en ese cuarto, mientras la humana se sentó con las piernas cruzadas sobre la gran cama y le hizo una seña al brujo para que la acompañara.— Tu cama sí que es grande. — fue lo primero que el brujo dijo.— Supongo que Ikigaí la hizo de este tamaño por Nuriel. — rebatió de forma distraída y los ojos de Ukara centellaron.— No creo que el fénix necesite una cama para hacerte suya, ya nos dio una idea de que puede tomarte en cualquier lugar. — las mejillas de Kalila enrojecieron, mientras Kiriko susurraba en su mente que el brujo estaba celoso.— Creo que nunca le pedí a Nuriel que se disculpara con ustedes por hacer eso. — murmuro de pronto acalorada, pues solo ahora tenía pequeños destellos de lo que había sido el primer encuentro entre el fénix y ella.— Creo que debería pedirte disculpas a ti, por exponerte de esa forma. — Kalila fijo sus ojos en el brujo y de pronto el olor a pimie
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