NadinaAl despertar no vi llamadas perdidas, ni mensaje por parte de Eros. Los ojos se me humedecieron y me dieron ganas de escribirle, pero en último momento eliminé todo. Siempre era yo quien lo buscaba y en esta ocasión así se me parta el alma, no lo buscaré. Acaricié mi vientre.—Tú, me ayudarás a darle una lección a papi.Me bañé, arreglé para realizar todos mis pendientes. Mi celular sonó y corrí a mirar si era Eros y no, era un mensaje de Adara.«Me alegro de que llegaras muy bien amiga. Te mando mil besos y deséame suerte, hoy hablaré con Julián».Eso me dio mucha alegría, por fin podrá darse una oportunidad con el amargado, ese que puede decir y hacer, pero siempre le ha aguantado las niñadas a ella, Julián la adoraba. Desde que estábamos en el colegio. Le respondí el mensaje.«Me alegra mucho por ti, Ada, saludos a todos, voy saliendo a la clínica de un colega de Eros que es ginecoobstetra para ver a mi hijo o hija. Sabes que quería ir con él, pero ese ni se ha dignado a lla
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