Inicio / Romance / El amante perfecto / Capítulo 121 - Capítulo 123
Todos los capítulos de El amante perfecto: Capítulo 121 - Capítulo 123
123 chapters
Capítulo 121
Llegué temprano a la clínica. Deseaba olvidar todo, empezar mi vida otra vez de cero, pero no sabía cómo hacerlo. Marcus Green había escapado no sé a dónde con Julissa, una mujer casada, interrumpiendo su tratamiento y su madre lo abandonó a su suerte y prefirió irse a Escocia con su otra hija. Yo había quedado como una tonta, perdidamente enamorada de él y ahora no sabía ni cómo rehacer mi propia existencia. El cuarto de Frederick Hughes estaba vacío, además. Siempre había sido un refugio cuando me sentía deprimida o decepcionada y me encantaba verlo dibujar y me contaba afanoso qué era lo que sentía al plasmar sus sentimientos en un lienzo o una cartulina. Ahora él era feliz con la periodista Katty Woodward y ya formaban un hogar dichoso y consolidado. Había dejado de escribir al portal de poesías, también. Al fin y al cabo, a mí lo único que me animaba era escribirle versos a "Flecha" pero ahora él sostenía un tórrido romance con mi mejor amiga, Leonela. Estaban muy enam
Leer más
Capítulo 122
En todo eso pensaba cuando llegué muy de mañana a la clínica. Marqué mi ingreso, me puse mi mandil, me serví un café muy humeante, abrí un paquetito de galletas y empecé a repasar las historias clínica de los pacientes que estaba atendiendo, cuando Brown me llamó desde su casa. -Me llamaron de la comandancia de policía, Andrea-, me contó. Mordí una galleta y sorbí el café. Estaba delicioso. -¿Qué ocurre?-, estaba indiferente, sin embargo. -La policía encontró a Karlson metido en una casucha de los suburbios-, me contó. Él me quería muerta. No sé por qué me tuvo tanta tirria. Yo solo aporté mi entusiasmo a la clínica, sin embargo Karlson me vio siempre como una enemiga, que le había quitado sus privilegios y había hecho que Brown se diera cuenta que era un mal profesional cuando en realidad él mismo provocó su propia caída. -¿Lo detuvieron?-, volví a morder una galleta. -Lo mataron a tiros-, me dijo Brown desconsolado. Quedé boquiabierta y pasmada y creo empal
Leer más
Capítulo 123
Fue una semana intensa. Los fiscales llegaban al hospital a cada momento para interrogar a Trevor. La muerte de Karlson, abatido por la policía, había abierto una caja de pandora porque se le encontró todos los contactos, chats, mensajes, fotos y coordinaciones con los ex socios de Trevor y que estaban siendo investigados por diversos crímenes en la ciudad y el robo de los fármacos en nuestra clínica. El juez a cargo del caso que conmocionaba al país, había emitido una orden facultando a los fiscales entrevistarse con mi paciente. Uno de los fiscales me preguntó si Trevor estaba en condiciones de declarar y yo le dije que sí, que los cuadros de paranoia, fobia y esquizofrenia que padecía estaban controlados, él había respondido favorablemente a los tratamientos y las terapias y "estaba en franca mejoría", como les subrayé a los representantes del ministerio público. Yo, sin embargo, seguía convencida que Trevor se había hecho el enfermo, de que padecía de trastornos y estaba
Leer más
Escanea el código para leer en la APP