La complejidad de un corazón es intrigante, no importa lo que digan los estudiosos, los científicos o los autores: el corazón humano es todavía más incomprensible que la mente. Es la única parte del cuerpo que está conectada directamente con el alma, y Owen pensaba que, si tuviera un interruptor en alguna parte, lo apagaría.Se dejaba arrastrar por la tortura, por la pena, por los recuerdos: era un masoquista. Tenía todo al alcance de la mano para buscar la felicidad, pero elegía hundirse en su miseria. ¿En verdad lo prefería así? ¿No era más fácil solo fingir demencia y descartarlo todo de una buena vez? Claro que era más fácil, pero entonces se estaría saltando el proceso de sanar.Eso era lo que Anna creía, y mientras el coche cruzaba la calle principal, tenía la certeza de que a eso iba a enfrentarse: no a Elena, ni al dolor de Owen, sino a un proceso inconcluso. Pero ella, hermosa en su sencillez, tenía un sentimiento en el pecho que pesaba más que cualquier dificultad: iba a tom
Leer más