Todos los capítulos de El hijo del señor Walker: Embarazada por error: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Mi jefe es un maldito gruñón
Capítulo 1Mi jefe es un maldito gruñón—¡Carajo! —exclamé al despertarme de repente y ver que eran casi las ocho de la mañana.«¡Mi jefe me va a matar!».Como pude, salí corriendo de mi cama y busqué mi uniforme con desespero. Me coloqué las primeras medias veladas que alcancé a agarrar entre mis manos y bajé lo más rápido posible hacia la sala de mi casa.Mamá estaba sentada sobre las piernas de mi padre, pero terminó levantándose cuando logré entrar en su campo de visión. Dio un par de pasos detrás de mí al verme buscar con desespero las llaves de mi coche, las cuales no encontraba.—¡Papá! ¿Podrías llevarme a la compañía, por favor? —rogué al entender que no podía perder ni un segundo más—. ¡Es mi primer día en el departamento de presidencia! ¡Mi jefe me va a matar si llego tan siquiera un minuto tarde, por favor! —confesé, y ajusté el broche de mi zapato, mientras que Paul se colocaba su americana sin decir nada y se despedía de su amada esposa con un cálido beso en sus labios.V
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Hueles a café barato
Capítulo 2Hueles a café baratoEstaba a punto de ser asesinada por el sujeto inglés y con traje de diseñador de lujo delante de mí. Los enormes ojos azules del señor Walker se abrieron con tanta exageración que presentí que en cualquier momento iba a explotar. Ambos dirigimos nuestras miradas hacia mi teléfono, que, por mandado del diablo, empezó a reproducir el audio que le envié a mi novio por WhatsApp.—Hablemos más tarde. Ahora estoy con el gruñón de mi jefe. ¿Recuerdas al señor Collins, el sujeto que mordía las manzanas en el manzano de tus padres en Michigan y luego las dejaba en las canastas del producido, y solía insultarnos cada vez que le pedíamos que no lo hiciera…? Bueno, mi jefe es mucho peor que ese viejo apestoso. Se nota que es un maldito dolor en el culo.Apreté los párpados y fruncí los labios cuando un grupo de mujeres coreanas que pasaban justo a nuestro lado escucharon cada una de mis declaraciones. El castaño llevó sus dedos índice y pulgar hacia el puente de su
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No mereces a mi hijo
Capítulo 3No mereces a mi hijo«¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos!».Me agarré con firmeza del volante antes de ver mi realidad. El carro delante de nosotros tenía la cochera destruida. Entretanto, la delantera del vehículo que manejaba terminó prácticamente irreconocible. Mis manos viajaron hacia mi rostro, pero mi entrecejo terminó arrugado al observar con detenimiento a través del espejo retrovisor la herida que me provoqué en mi labio inferior.Intenté moverme, pero el dolor sobre toda mi columna me impidió hacerlo por mucho tiempo. Necesitaba buscar mi teléfono y llamar a emergencias, antes de que toda esta situación comenzara a salirse de control, cuando la verdadera realidad golpeó con rudeza mi cara.«¡Mi jefe! ¡Mi estúpido y arrogante jefe!».Giré mi torso en su dirección. El señor Walker se encontraba adormecido por el terrible golpe que se propinó por mi culpa. Sus manos temblorosas viajaron hacia su frente, la cual estaba llena de sangre. Mis manos cubrieron mis labios al ver cómo s
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Voy a usar a tu mujer
Capítulo 4Voy a usar a tu mujer¿Elijah Walker qué hacía aquí?Esa era la pregunta que rondaba en mi cabeza en el instante en que mi jefe salió de la nada. Sus enormes ojos claros me observaron con arrogancia, mientras que mi mirada solo se centraba en la pequeña herida que ahora decoraba su frente. Sus hombros bien erguidos, como si quisiera demostrarme que era mucho mejor que yo, solo me provocaron reírme de él un poco, pero, dada la situación, lo mejor por ahora, y por mi bien, era llevar la fiesta en paz.—¡Saluda, Emilia! El señor Walker es el nuevo inversionista del hospital familiar.Di un paso doloroso hacia delante, intentando controlar todas mis emociones. Elijah miró hacia abajo. Quizá buscaba el modo de hacerme comprender cuál era mi lugar en la cadena alimenticia de la sociedad de Los Ángeles. Respiré profundo y estiré mi mano hacia él para saludarlo, pero este solo me miró de soslayo y caminó, pasando justo a mi lado, sin siquiera dirigirme la mirada.«¡Lo odio! ¡Odio c
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La pastilla de color azul
Capítulo 5La pastilla de color azulMis dedos penetraron el cuero cabelludo de mi sedoso y castaño cabello mientras aniquilaba con la mirada al estúpido británico delante de mí. ¿De verdad iba a hacer esto ahora? ¿De verdad era tan gilipollas como para intentar atemorizarme delante de mi propio novio? Me alejé bruscamente de su agarre. No estaba dispuesta a seguir soportando más insultos esta noche, así que lo mejor por ahora era ponerle los pies sobre la tierra a este maldito canalla.—¿Qué crees que haces? —Lo encaré y me coloqué a su par, aunque mi baja estatura de un metro con cincuenta y siete no me permitía verme más ruda de lo que necesitaba—. ¿Irme contigo a dónde? ¡Señor Walker, le recuerdo que el acoso sexual es un delito grave en nuestro país!—¿De qué hablas? —Elijah miró hacia un costado y sus labios formaron una enorme sonrisa—. ¿Crees que me interesas de esta manera? ¡Buff! ¡Por favor, señorita James! Tengo gustos refinados.—Señor —Negan usó un tono de voz de adverten
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La erección del señor Walker
Capítulo 6La erección del señor Walker«¡Esto no puede ser real!».Intenté con todas mis fuerzas mantenerme firme ante mi posición profesional, pero no podía. Apreté con fuerza mis muslos internos, mientras que, a medida que pasaban los segundos, todas las facciones de mi rostro empezaban a descomponerse. Respiré profundo, cerré los ojos y volví a respirar cuando presentí que había llegado a mi límite.«¡Me voy a reír en su cara!».Mi estomago me dolió al pasar los segundos. Busqué la forma de seguir erguida, pero la palidez de su rostro y la sudoración sobre todo su cuerpo me obligaron a percatarme de algo: ¡sí le había dado viagra al señor Walker!—Lo siento mucho —susurré.En realidad, no lo sentía para nada, al contrario, disfrutaba verlo retorcerse sobre su escritorio delante de mí. La escena era digna de un premio cinematográfico. El presidente de esta compañía, un ser arrogante y déspota, ahora se hallaba envuelto en un problema tan vergonzoso que estaba más que segura de que,
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Virgen hasta el matrimonio
Capítulo 7Virgen hasta el matrimonioQuería que ahora mismo se abriera la tierra y me tragara por completo. Los ojos fulminantes del señor Walker estuvieron sobre mí apenas la puerta de su oficina se abrió, dejándome verlo desencajado. Carlotta asomó la cabeza detrás de él, pero terminó escondiéndose de nuevo al sentir la vergüenza de que todos posaran sus ojos sobre ella. Supuse que esta vez me había pasado, y aunque no lo hice con intención, nadie me iba a creer.Los empleados abrieron un camino que sentí más bien como una tortura. Obligué a mis piernas a moverse para ir en busca de mi final, pero ninguna parte de mi cuerpo quería reaccionar. Lo mejor por ahora sería suplicar por piedad e intentar explicar qué fue lo que sucedió, aunque la puerta siendo azotada detrás de mí me orilló a percatarme de que todo se encontraba perdido para mí.—Señor, déjeme… —Mis palabras murieron en mi fallido intento de redención.Elijah tiró una copa de whisky sobre mis pies. Un centímetro más y me
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No eres tan santa como pareces
Capítulo 8No eres tan santa como parecesRealmente pensé que ya me había librado de este hombre. El señor Walker se hallaba de pie a un costado de mi camino, mientras pisaba mi jardín sin importarle nada. Miré por encima de mi hombro, buscando algún rastro de mi novio, pero, para mi mala suerte, ya se había marchado de aquí. Aceleré mi paso y metí la mano en mi bolso con algo de desespero para, de este modo, agarrar mis llaves y entrar a mi casa lo más rápido posible, pero estas habían desaparecido de la nada.—¿No piensas responderme el teléfono? —cuestionó de nuevo, y seguí ignorándolo.Busqué la forma de llamar a un cerrajero, aunque para este punto mi móvil estaba casi sin batería y sería difícil para mí contactar uno por la zona en donde vivía. Lo mejor por ahora era tomar un taxi y quedarme en casa de mis padres al menos por esta noche, mientras solucionaba el problema mañana a primera hora.Saqué algunos billetes de dólar de la americana de mi uniforme y respiré porque al meno
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La cebolla
Capítulo 9La cebollaApreté rápidamente mis muslos internos para no reírme antes de tiempo. El señor Walker le echó un par de vistazos al pedazo de cebolla a un costado de mi plato. Entretanto, observé la determinación en sus ojos. Pude notar en su mirada ese fuego cegador que lo haría explotar en cualquier momento.El empresario dirigió su vista hacia mí. Lo sabía, no lo haría, pero al menos fue un buen intento. Sus manos se cruzaron a la altura de sus hombros, detrás de mí. El sonido eufórico de los relámpagos cayendo sobre la tierra nos avisó que pronto iba a comenzar a llover.Odiaba los aguaceros nocturnos, me hacían sentir demasiado ansiosa y asustada.—¿Entonces? —volví a incitarlo.Sin embargo, una sonrisa rapaz me obligó a pasar saliva en seco. Este hombre era más intimidante de lo que pensé, pero no estaba dispuesta a dejarlo ganar esta batalla.—Siempre creí que Antonio Walker era mejor que su hermano mayor.Hasta aquí pude escuchar su pesada respiración. Le había dolido l
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Diarrea y algo más
Capítulo 10Diarrea y algo másPasé por encima de algunas enfermeras que me reconocieron apenas entré con desespero al PIH Health Good Samaritan Hospital, donde mi amado novio era doctor. Mi cuerpo estaba tan empapado en sudor que mi cabello se humedeció de repente. Respiré una y otra vez, intentando controlar los movimientos de mi cuerpo, ya que un paso en falso podría hacerme padecer una tragedia. Perdí a mi jefe detrás de mí, y aunque nunca había sido una fiel creyente, hoy, como nunca, le recé al Creador para que sintiera piedad de mí y no me dejara morir aquí.Aceleré una vez más mis pasos, buscando el pasillo que daba a los baños más cercanos. Un grupo de personas delante de mí arrugó el entrecejo, quizá por el mal olor que comenzó a desprender de mi cuerpo. Tensé la mandíbula al visualizar a lo lejos un cartel con el símbolo de un baño y sentí un aire fresco cuando por fin abrí la puerta de uno.Como loca, tiré mi bolso al suelo, sin importarme en absoluto si alguien entraba al
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