Capítulo 7Virgen hasta el matrimonioQuería que ahora mismo se abriera la tierra y me tragara por completo. Los ojos fulminantes del señor Walker estuvieron sobre mí apenas la puerta de su oficina se abrió, dejándome verlo desencajado. Carlotta asomó la cabeza detrás de él, pero terminó escondiéndose de nuevo al sentir la vergüenza de que todos posaran sus ojos sobre ella. Supuse que esta vez me había pasado, y aunque no lo hice con intención, nadie me iba a creer.Los empleados abrieron un camino que sentí más bien como una tortura. Obligué a mis piernas a moverse para ir en busca de mi final, pero ninguna parte de mi cuerpo quería reaccionar. Lo mejor por ahora sería suplicar por piedad e intentar explicar qué fue lo que sucedió, aunque la puerta siendo azotada detrás de mí me orilló a percatarme de que todo se encontraba perdido para mí.—Señor, déjeme… —Mis palabras murieron en mi fallido intento de redención.Elijah tiró una copa de whisky sobre mis pies. Un centímetro más y me
Capítulo 8No eres tan santa como parecesRealmente pensé que ya me había librado de este hombre. El señor Walker se hallaba de pie a un costado de mi camino, mientras pisaba mi jardín sin importarle nada. Miré por encima de mi hombro, buscando algún rastro de mi novio, pero, para mi mala suerte, ya se había marchado de aquí. Aceleré mi paso y metí la mano en mi bolso con algo de desespero para, de este modo, agarrar mis llaves y entrar a mi casa lo más rápido posible, pero estas habían desaparecido de la nada.—¿No piensas responderme el teléfono? —cuestionó de nuevo, y seguí ignorándolo.Busqué la forma de llamar a un cerrajero, aunque para este punto mi móvil estaba casi sin batería y sería difícil para mí contactar uno por la zona en donde vivía. Lo mejor por ahora era tomar un taxi y quedarme en casa de mis padres al menos por esta noche, mientras solucionaba el problema mañana a primera hora.Saqué algunos billetes de dólar de la americana de mi uniforme y respiré porque al meno
Capítulo 9La cebollaApreté rápidamente mis muslos internos para no reírme antes de tiempo. El señor Walker le echó un par de vistazos al pedazo de cebolla a un costado de mi plato. Entretanto, observé la determinación en sus ojos. Pude notar en su mirada ese fuego cegador que lo haría explotar en cualquier momento.El empresario dirigió su vista hacia mí. Lo sabía, no lo haría, pero al menos fue un buen intento. Sus manos se cruzaron a la altura de sus hombros, detrás de mí. El sonido eufórico de los relámpagos cayendo sobre la tierra nos avisó que pronto iba a comenzar a llover.Odiaba los aguaceros nocturnos, me hacían sentir demasiado ansiosa y asustada.—¿Entonces? —volví a incitarlo.Sin embargo, una sonrisa rapaz me obligó a pasar saliva en seco. Este hombre era más intimidante de lo que pensé, pero no estaba dispuesta a dejarlo ganar esta batalla.—Siempre creí que Antonio Walker era mejor que su hermano mayor.Hasta aquí pude escuchar su pesada respiración. Le había dolido l
Capítulo 10Diarrea y algo másPasé por encima de algunas enfermeras que me reconocieron apenas entré con desespero al PIH Health Good Samaritan Hospital, donde mi amado novio era doctor. Mi cuerpo estaba tan empapado en sudor que mi cabello se humedeció de repente. Respiré una y otra vez, intentando controlar los movimientos de mi cuerpo, ya que un paso en falso podría hacerme padecer una tragedia. Perdí a mi jefe detrás de mí, y aunque nunca había sido una fiel creyente, hoy, como nunca, le recé al Creador para que sintiera piedad de mí y no me dejara morir aquí.Aceleré una vez más mis pasos, buscando el pasillo que daba a los baños más cercanos. Un grupo de personas delante de mí arrugó el entrecejo, quizá por el mal olor que comenzó a desprender de mi cuerpo. Tensé la mandíbula al visualizar a lo lejos un cartel con el símbolo de un baño y sentí un aire fresco cuando por fin abrí la puerta de uno.Como loca, tiré mi bolso al suelo, sin importarme en absoluto si alguien entraba al
Capítulo 11La doctora SantiagoMis piernas dudaron por un momento si debería entrar al hospital o sencillamente dirigirme a otro cercano. Mi estómago comenzó a sonar una vez más, empujándome dentro de este modo. El aire acondicionado rodeó mi cuerpo al instante. Cuando mis pies me llevaron hacia la recepción, algunas enfermeras me reconocieron. Sin embargo, no eran capaces de acercarse a mí para decirme algo.Todo a mi alrededor empezó a darme vueltas. Me sentía ansiosa, ya que había estado de esta manera más días de lo que solía enfermarme. Mis manos viajaron hacia mi frente y estiré un poco mi brazo para alcanzar una botella de agua que acababa de comprar en un dispensador. Tenía fiebre y sabía que algo andaba mal conmigo.De repente, mi vista se oscureció cuando la silueta de alguien cubrió mi campo de visión. Los ojos negros de mi novio me miraron preocupados.—Vamos a mi consultorio. —Agarró mi mano—. ¡Estás hirviendo en fiebre, Emilia! ¿Por qué no me llamaste? —exclamó un poco
Capítulo 12No puedo estar embarazadaHabían pasado algunas semanas desde que perdí el conocimiento en el hospital de la familia Griffin. Por el momento, la compañía Walker decidió darme un respiro hasta que me sintiera completamente bien. Unos días después de aquel extraño suceso, manché mis bragas de un líquido marrón claro, y aunque intenté volver a hablar con la doctora Santiago para pedirle explicación de lo que me hizo, solo recibí como respuesta que la transfirieron de repente a la sucursal de España, dejándome llena de preguntas sin resolver.Me giré sobre mi cama al sentir una vez más aquellos mareos matutinos que me habían estado acompañando en los últimos días. Aún no podía creer que los tacos de birria me hubiesen provocado todo esto, pero debía mantenerme fuerte y sana para volver a mi trabajo y ser la misma de siempre.Apagué la pantalla de mi móvil al ver el nombre de Negan en la próxima llamada entrante. Había intentado evitarlo desde hacía tiempo, aunque mamá decía qu
Capítulo 13Emilia James, estás embarazadaPude sentir cómo un sonido fuerte golpeó el interior de mis oídos apenas escuché a Negan declarar tales palabras. Mis rodillas se doblaron sobre el suelo mientras arrastraba mis manos para agarrar aquel papel que detallaba con claridad lo que me sucedía. Mis ojos recorrieron letra por letra hasta llegar a la palabra «positivo», y fue allí donde todo dentro de mí se derrumbó.¿Cómo ocurrió esto? ¡¿Cómo era posible esto?!Mis dedos tiraron de mi cabello al no aceptar tal respuesta. ¡Esto era una maldita locura! Mi corazón comenzó a bombear con tanta fuerza que era capaz de oír sus latidos. Mis manos se volvieron tan frías que presentía que en cualquier instante me iba a desmayar.¿Por qué yo? ¿Qué hice mal para que aquella mujer me hiciera algo tan vil y sucio? Intenté pararme del suelo, pero mis piernas estaban tan débiles que volví a caer. Para este punto, los ojos de todos estaban sobre mí, y eso incluía también a mi jefe.—¿Cómo fuiste capa
Capítulo 14Soy el padre de ese bebéMi mente se nubló por un instante. ¿Qué acababa de decir mi jefe? Papá me observó sin saber qué responder, mientras que mamá seguía en trance por todas las cosas que había tenido que asimilar el día de hoy. Elijah se miró confundido, ansioso, incluso podría decir que emocionado al pensar que el hijo que llevaba dentro de mí era de él.«¡Claro, ya lo entendí!».Sonreí y di mis pasos seguros hacia él.—Herencia… —Le di un par de golpes suaves en el hombro derecho, y el británico miró la zona en donde le pegué para luego levantar la vista hacia mí—. Estás haciendo todo esto por la herencia, ¿no? ¡Por supuesto! ¿Qué dijiste? ¿Qué me podías usar para reclamar tu maldito dinero?Mi padre tiró de mi brazo al verme aproximarme al magnate.«¡Les juro, un segundo más y le reviento la cara a ese aprovechado!».Me senté en el sofá en medio de la sala con las piernas cruzadas cuando aquellos mareos matutinos volvieron de golpe.Elijah no decía nada.—Todo concu