Capítulo 43Emilio Park te mintióActualidadSonreí al ver la desesperación de Freya reflejada en sus ojos. Elijah colgó para enseguida colocarse junto a mí. Su enorme y basta mano rodeó la mía, quizá para darme la fuerza que necesitaba en este momento para enfrentar a la mujer que tanto daño me había hecho.Todas las cosas pasaron demasiado rápido. Primero, amé con locura a su único hijo. Lo amé tanto que hubiese hecho lo necesario para seguir a su lado, pero las cosas nunca salieron como lo planeamos. Después ella usó todo su poder para embarazarme usando el semen del señor Walker, quien, para aquel entonces, era mi jefe. Luego de eso, Negan volvió, buscando la manera de recuperarme, aunque ya mi corazón le pertene
Capítulo 44JusticiaUn mes después…Terminé de abrochar la camisa de mi uniforme. Cuando decidí volver al trabajo hoy, Elijah no estuvo muy feliz con esa noticia. Sin embargo, ambos creímos que era lo mejor por el momento. Estuve volviéndome loca durante estar largas cuatro semanas en donde lo único que hacía era comer, dormir y mirar el techo de mi habitación. Nuestro hijo ya tenía cuatro meses con nosotros, y, según nuestro, médico crecía muy bien dentro de mí.Me observé un poco en el espejo de pared que se encontraba en el baño al percatarme de que la falda que usaba para ir a trabajar no disimulaba para nada mi estado de gestación. Incliné mi cabeza hacia delante al escuchar la puerta de mi habitación abrirse c
Capítulo 45La señora WalkerRespiré profundamente cuando todo el piso se quedó en silencio. Las piernas de Barbie se tambalearon, obligando a su cuerpo a retroceder, quizá al comprender la magnitud del asunto. Sus ojos se desviaron por un momento para luego volver a mirarme llena de rabia. Una sonrisa brotó de inmediato de mis labios al verla en el borde del desespero.—Eso no puede ser cierto. ¿Cómo una mujer como ella podría estar con un marqués? ¡Es ilógico todo esto! Nos están mintiendo, ¿verdad? —Corrió hacia mí para agarrarme del brazo, pero Elijah la alejó casi en el acto—. ¿Qué tiene ella de especial, señor Walker? Te embarazaste solo para atraparlo, ¿cierto?Un nudo se formó en mi garganta porque comprend&iacut
Capítulo 46Prefiero morirMis manos me sudaban porque no sabía qué debería hacer.Mi esposo me agarró de la muñeca quizá para darme la confianza que necesitaba ante todo esto. Amaba mi nueva vida, amaba a mi hijo, pero sobre todo amaba a Elijah Walker. Pasé mis manos por mi rostro tal vez al intentar ordenar mis pensamientos. Comprendía de lo que sería capaz Negan si no iba a verlo, pero también necesitaba colocar a mi familia en primer lugar.—¿Quieres que lo haga? —pregunté al verlo agarrar mi mano.—Quiero que estés completamente libre para mí, Emilia. Esto no es por ese bastardo hijo de puta, esto es por nosotros, por nuestra vida juntos. Lo que pase o no pase con Negan no me interesa en lo absoluto, solo que, si ese gilipollas se llega a suic
Capítulo finalEl hijo del señor WalkerLimpié el sudor de mi frente cuando la humedad empezó a recorrer mis mejillas hasta llegar al inicio de mis pechos. Doña Paquita, quien había estado conmigo desde los últimos meses, cocinándome comida mexicana deliciosa, se encontraba el día de hoy conmigo ayudándome a preparar la cena familiar que se llevaría a cabo esta noche.Ayudé a cortar algunos chiles para el pozole y vi a Paolo pelear con Anya desde la ventana de la cocina. Sonreí porque había sido feliz y porque sabía que seguiría siendo feliz.—Al parecer, ese chamaco va a nacer hoy. —Giré mi cabeza en dirección a la anciana al oírla hablar—. Puedo ver desde aquí que ya quiere salir.Arrugué el entr
EpílogoUna vida felizUn año después…Acomodé la corbata de mi esposo, y él me rodeó con sus manos a la altura de mi cintura. Hoy se veía mucho más guapo que antes, ya que se había dejado crecer un poco la barba.Su mano se deslizó delicadamente por mi espalda baja. Una sonrisa nos contagiaba, y me impulsó a pegar sus labios con los míos. Había sido feliz todo este tiempo, y sabía que nuestra felicidad iba a durar para siempre.—¿Eleazar se quedará con tus padres hoy?Asintió y dejó un provocativo beso en su cuello descubierto.—¿Qué quiere hacer hoy, señor Walker? Su agenda termina a las seis de la tarde. ¿Deberíamos tener sexo toda la noche?<
Capítulo 1Mi jefe es un maldito gruñón—¡Carajo! —exclamé al despertarme de repente y ver que eran casi las ocho de la mañana.«¡Mi jefe me va a matar!».Como pude, salí corriendo de mi cama y busqué mi uniforme con desespero. Me coloqué las primeras medias veladas que alcancé a agarrar entre mis manos y bajé lo más rápido posible hacia la sala de mi casa.Mamá estaba sentada sobre las piernas de mi padre, pero terminó levantándose cuando logré entrar en su campo de visión. Dio un par de pasos detrás de mí al verme buscar con desespero las llaves de mi coche, las cuales no encontraba.—¡Papá! ¿Podrías llevarme a la compañía, por favor? —rogué al entender que no podía perder ni un segundo más—. ¡Es mi primer día en el departamento de presidencia! ¡Mi jefe me va a matar si llego tan siquiera un minuto tarde, por favor! —confesé, y ajusté el broche de mi zapato, mientras que Paul se colocaba su americana sin decir nada y se despedía de su amada esposa con un cálido beso en sus labios.V
Capítulo 2Hueles a café baratoEstaba a punto de ser asesinada por el sujeto inglés y con traje de diseñador de lujo delante de mí. Los enormes ojos azules del señor Walker se abrieron con tanta exageración que presentí que en cualquier momento iba a explotar. Ambos dirigimos nuestras miradas hacia mi teléfono, que, por mandado del diablo, empezó a reproducir el audio que le envié a mi novio por WhatsApp.—Hablemos más tarde. Ahora estoy con el gruñón de mi jefe. ¿Recuerdas al señor Collins, el sujeto que mordía las manzanas en el manzano de tus padres en Michigan y luego las dejaba en las canastas del producido, y solía insultarnos cada vez que le pedíamos que no lo hiciera…? Bueno, mi jefe es mucho peor que ese viejo apestoso. Se nota que es un maldito dolor en el culo.Apreté los párpados y fruncí los labios cuando un grupo de mujeres coreanas que pasaban justo a nuestro lado escucharon cada una de mis declaraciones. El castaño llevó sus dedos índice y pulgar hacia el puente de su