Con el paso de los días, Jordan se fue adaptando a la vida del cabaret. Trabajaba sin descanso, especialmente en las veladas más concurridas. Aunque su habilidad principal era tocar el piano, terminó siendo de utilidad en diversas áreas, ayudando en cualquier cosa que se necesitara. A veces, hasta el detalle más pequeño era crucial para que la noche fluyera sin problemas.Al no poder salir a la calle sin el permiso de Reinhardt, el mundo de Jordan se limitaba a las paredes del cabaret. En ese encierro, se volvió parte del engranaje de aquel lugar, donde cada quien tenía su rol bien definido, y aprendió a desenvolverse entre sus compañeros.En ese ambiente, comenzó a forjar una inesperada amistad con Jasper. Poco a poco, entre charlas fugaces, se dieron cuenta de que se entendían de una forma que ambos apreciaban.Jordan también entabló una amistad especial con las bailarinas. Al principio, las observaba desde lejos, fascinado por su energía y la forma en que se movían con gracia en el
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