Decido abrir la puerta, pero antes acomodo la camisa, desabotonando varios botones de la camisa, así que se me notan mucho los senos.Abro la puerta y despliego una sonrisa socarrona, sintiendo una gran satisfacción cuando noto la mirada desorbitada de Serena. Lleva en su rostro un parche en la mejilla, justo donde la golpee con el anillo, se le ve la mirada maltratada, como si hubiese llorado y no tiene nada me maquillaje, aunque aun así se ve extremadamente hermosa, con sus ojos azules y cabello rubio que le llega hasta las caderas.—Dime, ¿qué quieres? —pregunto, recostándome al umbral de la puerta con coquetería.—Ah… —Trata de hablar—. ¿Está Alessandro?La barro de pies a cabeza con la mirada, lleva unos baqueros y una camisa rosada, está tan sencilla, pero… típico de una super modelo: siempre todo le queda super bien. Pero n
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