Capítulo 7; Enemigos —Mauro——¿Podrías dejarnos solos, Felipe?—No. —Me le quedo viendo para que sepa que quiero que salga y no deja de recoger mis cosas en una caja—. Melania me pidió ayuda, y no puedo ser…—¡Que salgas!Lo empujo hasta la puerta.Me quedo mirando a Melania, está recostada en el escritorio. Las veces que la he visto siempre se ve tranquila, sin inseguridades y a la vez siento que se cree más que todos los de su alrededor. Parece la clase de chica que sabe lo que quiere, que llega a un lugar y deja ver quién es y por qué está en ese lugar.—¿Sabe Abdiel que estás aquí?—Para él también será una gran sorpresa cuando sepa que tengo acciones en su empresa. Porque este lugar no es solo tuyo. —¿Esto es por haberme acostado contigo?Se ríe.—No digas estupideces, Mauro —se endereza, sin quitar su molesta sonrisa—. Estoy aquí porque así lo decidieron los socios, incluso tu papá. Bueno, él no sabe que soy yo. Y sobre lo que pasó con nosotros, olvídalo.—Ya lo olvidé, no er
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