Capítulo 5; Amenaza
~Melania~ —¿Podemos hablar? —me sorprende la pregunta del señor Manuel. Desde hace unos minutos se había quedado en silencio—. Los dos a solas. —Papá, te dije que no intentaras hacer nada. —Nunca mencioné si podías hablar conmigo, Abdiel. Haz silencio y deja que Melania hable. —Claro que podemos hablar, señor Urquijo. Asiente y me hace señas para que lo siga. Llegamos a su despacho y me indica que me siente en un sofá de cuero que está ubicado en una esquina. —¿Qué pretendes al casarte con mi hijo? ¿Una posición social? ¿Dinero? No me sorprende el descaro que tiene este señor para preguntar lo que no le interesa. Puedo percibir que se siente intimidado con mi presencia. —Abdiel es débil, fácil de controlar, y puede que hayas visto tu oportunidad de tener una posición social más elevada que la que ahora tienes. Hay muchas mujeres como tú. —¿Y cómo se supone que son las mujeres como yo? —Manipuladoras. «Maldito descaro el de este hombre». —Bien, seré sincera con usted —me pongo de pie, no tambaleo un solo instante mi seguridad. Lo miro directo a sus ojos—. Tal vez, para usted Abdiel es un chico débil, pero para mí no lo es. Lo quiero, y no busco tener una posición social más elevada como dice usted, porque créame, tengo suficiente dinero como para comprar sus empresas y sacarlo a usted. Se queda callado. —Parece que no sabe diferenciar entre una chica que quiere y una interesada. Le falta visión. —¿Qué buscas entonces? —No todos buscamos algo al estar con alguien. O sí, estabilidad emocional. —Tú no me gustas para mi hijo. —Y usted no me gusta para mi suegro. —Eres la clase de chica que mi hijo jamás podría controlar y no quiero verlo doblegado ante nadie. Menos ante ti. —Entonces, no puedo hacer nada y usted menos. Abdiel me quiere y si no le gusta debería empezar a gustarle —muevo mis dedos para que vea mi anillo de compromiso—. Seré su esposa. No lo dejo hablar y salgo. No cabe duda que a los demás me los puedo ganar muy rápido, pero con el señor Manuel es diferente. Tendré que hacer mi mayor esfuerzo para tenerlo a mis pies, para que él también sienta que no puede estar sin mí. Puede que haga algunas cosas para hacer que su opinión sobre mí cambie. Tendré que poner en práctica la operación ganándome a mi asqueroso suegro. [….] —Una semana después— —¿Segura de lo que harás? No me queda difícil meterme a las cuentas de la empresa CoSmo’E, y menos transferir dinero de una cuenta a otra, pero si se dan cuenta nos estaremos metiendo en problemas —No te traje aquí para que cuestiones mis decisiones. Si te dije que hagas la transferencia de una cuenta fantasma a CoSmo’E es porque así lo quiero, ¿me entiendes, Nancito? Hace unas horas estoy en mi departamento con Nando, es mi hombre de confianza y fue mi chófer durante el tiempo que viví en casa de mis papás; los señores Montenegro. —Eres tan desagradable, Mela. —Melania, ¿estamos? —le pongo un café al lado—. Ya sigue haciendo lo tuyo. Yo debo irme a la empresa y creo que ya puse unos minutos de suspenso para que sepan quién será la nueva vicepresidente de CoSmo’E. ¡Dios! Quiero ver sus caras. Tomo mi bolso y arreglo un poco mi cabello. —Mela —me llama Nando. No volteo a verlo—. Las pesadillas terminan, que no te cambien en el camino. Sonrío sin que me vea y sigo mi camino. Es una locura lo que quiero hacer, pero tengo claro lo que haré durante el tiempo que dure mi venganza. Mucho antes de aparecer en la vida de la familia Urquijo ya había hecho lo posible por dejar un hueco en esa empresa. La empresa CoSmo’E es un negocio familiar, todos los socios o son primos o hermanos. Parece que nadie tiene su mismo nivel para entrar. Sabiendo que no me iban a aceptar por más dinero que tuviera mi familia. Tuve que hablar con personas dentro de la empresa para que me pasaran información confidencial. Hice pasar a Juan Camilo como ladrón, «era el vicepresidente», ¿cómo lo hice? Pasando dinero de la cuenta de fondos de la empresa para la cuenta de él. Ahí nadie confió en él y ningún otro estaba en la capacidad de ocupar ese importante puesto. Entonces, aparecí yo con todas las capacidades posibles, con la posición necesaria y el estatus que ellos querían. Tardaron dos meses en darme respuesta y cuando llegó supe que era mi momento de aplastarlos. Hice todo por medio de mi hermana, así que nunca supieron quién iba a ser la vicepresidente de CoSmo’E. Hoy quiero ver sus caras al verme llegar. Me estaciono enfrente de la empresa. —Linda fachada para unas personas sin corazón. Qué absurdo. Hablo para mí sola, mirando la fachada del edificio donde está ubicada la empresa. Las letras que cubren la fachada del edificio son negras con destellos morados, y las letras más pequeñas llevan sus apellidos, —Urquijo Espinosa—, todo parece hecho en mármol y las puertas de vidrios son enormes. —Hoy empieza el infierno arder. Aquí empieza mi nueva vida y estoy dispuesta a conseguir todo. La que dirá jaque mate seré yo.Capítulo 6; Mi competencia —Mauro Urquijo——Me explicas ya mismo ¿cómo se te ocurre meter a una tipa como vicepresidente a nuestra empresa? Seguro no tiene nuestras mismas capacidades.No estoy de acuerdo que venga alguien a ocupar un puesto tan importante sin ni siquiera ser de nuestra familia. He tenido el control de la empresa desde que estoy a cargo de esta sede y no voy a permitir que una desconocida me baje del trono. Ley Urquijo: Estar por encima de todos.Felipe toma los papeles de mi escritorio, empieza a leerlos.—Capacidades tiene y muy elevadas. Ha sido modelo de marcas como MirandaLou, SS44, ElysGir y sabes que esta tiene una sede en la gran manzana. No te menciono las demás marcas porque terminas loco.—Felipe, no seas boca abierta, cualquiera con cara bonita puede ser modelo de esas marcas y de la que le venga en gana.—Estudió Finanzas y un año de administración en la Universidad de California. Sabe de contabilidad, estrategias básicas de marketing, diseño y es buen
Capítulo 7; Enemigos —Mauro——¿Podrías dejarnos solos, Felipe?—No. —Me le quedo viendo para que sepa que quiero que salga y no deja de recoger mis cosas en una caja—. Melania me pidió ayuda, y no puedo ser…—¡Que salgas!Lo empujo hasta la puerta.Me quedo mirando a Melania, está recostada en el escritorio. Las veces que la he visto siempre se ve tranquila, sin inseguridades y a la vez siento que se cree más que todos los de su alrededor. Parece la clase de chica que sabe lo que quiere, que llega a un lugar y deja ver quién es y por qué está en ese lugar.—¿Sabe Abdiel que estás aquí?—Para él también será una gran sorpresa cuando sepa que tengo acciones en su empresa. Porque este lugar no es solo tuyo. —¿Esto es por haberme acostado contigo?Se ríe.—No digas estupideces, Mauro —se endereza, sin quitar su molesta sonrisa—. Estoy aquí porque así lo decidieron los socios, incluso tu papá. Bueno, él no sabe que soy yo. Y sobre lo que pasó con nosotros, olvídalo.—Ya lo olvidé, no er
Capítulo 8; Destrúyela—Mauro—Sigo sin poder creer la rabia y la frustración que me puede causar Melania. No quise venir con ella y llamé al abogado de la empresa, pero ella ya estaba aquí y había hablado con uno de los encargados del caso. Esto sería un escándalo si la prensa se llega a enterar que estamos involucrados en un asunto tan delicado como lo es este. —¿Me puede decir si ya puedo pasar con el fiscal del caso? Llevo esperando mucho tiempo.Le vuelvo a preguntar a la secretaria.—Le he dicho que el fiscal está hablando con la señora Montenegro y su abogado, y llevan mucho tiempo ahí dentro. Tiene que esperar.Termina de hablar y se abre la puerta donde me había dicho que estaban reunidos. Me acerco rápidamente con el abogado de la empresa. —En unos días todo estará solucionado, pero debes entender que debemos realizar una auditoría a tu empresa —el fiscal solo le habla a Melania. Parece que yo no estuviera—. Te agradezco que hayas venido, y me alegra mucho volver a verlo
Capítulo 9; Seducción —Melania——¡Llegaron! Megane deja salir un gran suspiro de alivio y nos da un abrazo. Parece alterada, y es extraño en ella, siempre ha sido muy calmada.—¿Cómo les fue? Esperé ver alguna noticia en los programas de chismes y nada. ¿Los meterán a la cárcel? —No viste nada porque no llamé a los de la prensa. Me saco los tacones.—¿Por qué no? —Esa parte tampoco la entendí. Se supone que quieres destruir a esa familia, sobre todo al patético de Mauro —habla mi hermano Arnold—. Tuviste la oportunidad perfecta de armar un escándalo y no hiciste nada; tú los ayudaste. Es más, no sé por qué fuimos hablar con mi tío.Ventajas de tener una familia con buenas profesiones. El fiscal es hermano de mi madre y vi la oportunidad perfecta para sacarle provecho.—No podía armar un escándalo que llevaría a la ruina a la empresa cuando yo apenas tengo unos días allí. Eso arruinaría mis planes. Les explico, y los dos se miran la cara.—¿Segura de que quieres seguir con todo e
Capítulo 10; Rabia—Melania—Escucho que abren la puerta y no despego la vista de la ventana. Debe ser Abdiel, la mayoría del tiempo arrastra los pies. Debe estar enojado por ocultarle lo de la empresa, y realmente él tiene razón en decir que le debí contar, pero no me parecía oportuno decirle. Podría negarse y contarle a su familia lo que yo quería a hacer.—¿Estás bien? Cada vez que estás triste buscas una taza de café, te sientas en este sofá y te gusta ver el atardecer de la ciudad —una parte del sofá se hunde. Se ha sentado a mi lado—. ¿Quieres hablar? Aquí me tienes para ti.No aceptar que me aprendió a conocer un poco en dos años, sería mentir. Abdiel no tiene que ver con mi venganza, solo tuvo la mala suerte de ser débil y que yo viera mi camino más fácil para entrar a su familia por medio de él.—Extraño a mis papás, hace mucho no los veo —dejo el café a un lado para mirarlo. Deja su mano sobre la mía—. Sabes que ellos casi nunca vienen por su trabajo, y yo hice mi vida le
Capítulo 11; Oportunidad —Melania——Semanas después——¿Será que la vicepresidente me deja entrar a su respetable oficina?Quito la mirada del computador para mirar en la puerta a Aisel. Tiene una sonrisa.—Claro que puedes pasar —me levanto para saludarla—. ¿Vienes a ver si le di vida a la que era la oficina de tu novio?Se ríe. —Se mira mejor ahora, Mauro es muy simple en cuestión de decoración.—¿Y no es así de simple en la cama?—Es bueno.—¿Pero…?—A veces es muy agresivo, quiere intentar cosas que a mí no me gustan, que me lastiman y no me causan placer. Prefiero que sea más tierno en la cama, y no tan brusco.Cuánta diferencia entre las dos, a ella le gusta el sexo a lo tradicional, y yo disfruto de experimentar lo que sea.Me siento frente a ella. —¿Por qué no se lo dices? No tienes que hacer algo que no te gusta, es tu cuerpo y tu decides tus reglas. —No quiero que piense que soy una tonta.—Si lo piensa es un estúpido. No todas las chicas son iguales, y él debe entender eso
Capítulo 12; Odiosa —Mauro—Estaba con Aisel en mi oficina cuando nos avisaron que quisieron matar a mi padre y Melania le había salvado la vida, a ella no le importó nada y se atravesó para que le dieran el tiro.Pudieron matarla y le valió su vida por salvar la de un hombre que hasta el día de ayer la tenía como una mujer manipuladora.No quise entrar a verla, no me pareció conveniente, en cambio, Aisel sí entró a verla y ahora está con ella.Mi hermano puso el grito en el cielo al enterarse de lo que había pasado. Estoy en la sala de espera con mi padre. —¿Sabes quién intentó matarte, padre?—Si lo supiera no estaría aquí. Ya mis hombres están investigando. Tengo tantos enemigos que no me atrevo a señalar a alguno de ser culpable.—Estás bien gracias a Melania. Te ha salvado la vida.—No me cabe en la cabeza la locura que hizo, pudieron matarla por salvarme, aún sabiendo lo mal que la he tratado quiso salvarme —se pasa la mano por la nariz—. Desde el día de la cena la taché de ar
Capítulo 13; Conversación ~Mauro~Hace dos semanas que Melania no viene a el trabajo, ha tenido mucho dolor en su hombro y la dejaron en reposo. —¿Vienes? Iré a casa de Mela.Miro a Aisel. —¿No tienes otra cosa que hacer que ir todos los días a verla? ¡Por Dios! —me quejo, y se ríe—. ¿Qué? Deja de reírte de mí. Ni siquiera sé cómo la soportas si están estresante. —¿Te dan celos que pase tiempo con ella o solo es porque ella no te agrada?Ruedo los ojos con fastidio, y se acerca para dejar un beso en mis labios. La detengo cuando se va a alejar y subo mi mano por su muslo, adentrando mi mano en su vestido.—Ahora no, debo ir donde Melania, y si empezamos ahora no vamos a terminar. —Okay, ya vete. Te puede golpear Melania si no llegas a tiempo.—Ya vas a empezar.—Hasta más tarde.Solo llevo poco tiempo de conocer a Melania y siento que está afectando hasta mi relación, Aisel nunca me rechaza, ahora lo ha hecho por ir donde su nueva amiguita. Si supiera que nos acostamos no sería