115. Un evento inesperado
Valdimir, con el corazón latiendo desbocado en su pecho, cruzó el umbral de la puerta. En ese mismo instante, el aroma familiar que había percibido se mezclaba ahora con el olor metálico del miedo y la anticipación.La escena que se desplegó ante él era como un cuadro macabro, una representación nada agradable de una reunión familiar que él no esperaba encontrar. Su padre, el Rey, se erguía imponente, con su figura recortada contra la luz tenue de las velas. A su lado, Nikolai, su hermano, reposaba en un sofá con una sonrisa enigmática dibujada en sus labios, como si guardara un secreto oscuro que amenazaba con estallar en cualquier momento. Y allí, junto a un hombre desconocido —que Valdimir intuyó era un humano por su esencia que no encontró familiar—, estaba Irina, su hermana, con la mirada esquiva y las manos ocultas tras su espalda luego de que se adelantó y entró primero que él. El hombre humano desconocido era el Rey Theodor, el padre de Aelina, el Rey Humano. Sin embargo, esos
Leer más