Con la luz del amanecer filtrándose a través de los árboles, Althea sintió una mezcla de anticipación y determinación. Mientras caminaban de regreso a la ciudad, la atmósfera era más tranquila, aunque todos sabían que la paz sería temporal. Lina caminaba al lado de Althea, ofreciéndole un apoyo silencioso, mientras Gabriel y Lucian permanecían cerca, vigilantes.De vuelta en la casa de Althea, se despidieron en la puerta, prometiendo reunirse más tarde para planificar sus próximos pasos. Althea entró silenciosamente, tratando de no despertar a su madre. Subió a su habitación y se dejó caer en la cama, agotada pero llena de una nueva sensación de propósito.Los días siguientes estuvieron llenos de investigación y preparación. Lina y Althea pasaban horas en la biblioteca, descifrando los antiguos textos y símbolos, mientras Gabriel y Lucian patrullaban la ciudad, asegurándose de que ninguna fuerza oscura se acercara demasiado.Una tarde, mientras Althea estaba sola en la biblioteca, Gab
Leer más