Desatando el Infierno
Desatando el Infierno
Por: ControlePhilip
Prefacio

La tormenta había pasado, dejando el cielo despejado y el aire cargado de una extraña sensación de renovación. Althea se encontraba en la cima de la colina, mirando hacia el horizonte. El sol se alzaba lentamente, bañando el mundo con una luz dorada, símbolo de un nuevo comienzo. A su lado, Gabriel y Lucian observaban el mismo paisaje, cada uno con una expresión de calma y esperanza en sus rostros.

Habían pasado meses desde la batalla final entre Gabriel y Lucian, una confrontación que había cambiado el curso de sus vidas para siempre. Althea había tomado una decisión que sorprendió a ambos: no elegir entre el cielo y el infierno, sino buscar una forma de estar juntos, desafiando las normas de sus mundos. A través de un pacto sagrado y prohibido, Gabriel y Lucian encontraron la manera de permanecer en el mundo humano con Althea, cada uno equilibrando la luz y la oscuridad del otro.

La decisión no fue fácil y conllevó sacrificios. Gabriel renunció a su posición en los cielos, sabiendo que su presencia en la Tierra tendría repercusiones. Lucian, por su parte, desafió las leyes del Inframundo, arriesgándose a la ira de sus superiores. Pero el amor que compartían con Althea era lo suficientemente fuerte para superar cualquier obstáculo.

La vida en la ciudad continuaba, pero con una nueva normalidad. Althea, Gabriel y Lucian se habían convertido en una familia inusual pero inseparable. Juntos, encontraron un equilibrio en su relación única. Gabriel, con su luz serena, aportaba paz y claridad, mientras que Lucian, con su pasión oscura, añadía intensidad y emoción. Althea, siendo humana, actuaba como el puente entre ambos, su amor y comprensión uniendo los dos extremos.

A lo largo de los meses, aprendieron a vivir con sus diferencias y a apreciar las fortalezas de cada uno. Gabriel y Lucian ayudaron a Althea a descubrir su propio poder y potencial, enseñándole a navegar entre lo celestial y lo infernal. Althea, a su vez, les mostró la belleza de la vida humana, con sus alegrías y penas, sus triunfos y derrotas.

La comunidad los aceptó gradualmente, intrigada y cautivada por la historia de amor que desafiaba todas las expectativas. Althea se convirtió en una figura de esperanza y fortaleza para quienes la conocían, inspirándolos a enfrentar sus propios demonios y encontrar la luz en la oscuridad. Juntos, crearon un refugio para aquellos que buscaban respuestas y consuelo, un lugar donde la luz y la oscuridad podían coexistir en armonía.

Mientras observaban el amanecer, Althea sintió una paz interior que nunca había experimentado antes. Gabriel y Lucian estaban a su lado, sus presencias complementándose y creando un equilibrio perfecto. Sabían que su amor desafiaba las normas de lo celestial y lo infernal, pero también sabían que habían encontrado algo verdaderamente extraordinario.

Gabriel, con su mano en el hombro de Althea, susurró: "Hemos encontrado nuestra paz aquí, juntos." Lucian, con una sonrisa traviesa, añadió: "Y hemos demostrado que el amor puede superar cualquier barrera, incluso las más antiguas y poderosas."

Althea sonrió, sintiendo la calidez del sol y la fuerza del amor que los unía. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero también sabía que juntos podían enfrentar cualquier desafío. Con una última mirada al cielo, Althea se dio cuenta de que el mundo estaba lleno de oportunidades para crecer y amar.

"Estamos desatando no solo el infierno," dijo Althea, mirando a Gabriel y Lucian, "sino también el cielo. Y lo estamos haciendo juntos."

Y así, con cada paso que daban, sabían que su amor trascendía las barreras del cielo y el infierno, forjando un destino juntos que nadie había imaginado posible. Su historia era una de valentía, amor y autodescubrimiento, y con cada nuevo día, continuaban escribiéndola, uniendo sus almas en un lazo eterno que desafiaría el tiempo y el destino.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo