Ya era media noche y yo aún no podía dormir, sentía un ambiente extraño dentro de esa habitación. Llevo años durmiendo sola y jamás había sentido algo como eso.—Andy, presiento que alguien nos observa, tengo miedo. —dije, esperando a que él estuviera despierto.—Es tu mente la que no te deja tranquila porque no me quieres. —Respondió el baboso.—No bromees en este caso, Andy, te digo que, ¡Ah!—Cariño, ¿qué fue eso?—Joder, he sentido que me han jalado de los pies, esto es horrible. Andy, abrázanos. —Supliqué en llanto volviéndome a acomodar en mi lugar.—Dame tu espacio, yo te abrazaré a ti y tú abrazarás al niño.Intercambiamos de lugar, y ya yo estaba temblando por el miedo. Jamás me había sucedido algo como esto, por suerte este idiota está conmigo, de lo contrario ya me hubiese dado un infarto.—Tranquila, mi amor, estoy contigo, te cuidaré mientras duermes. ¿Sabes? Creo que eso te pasa por rechazarme —¡Ah! ¡Qué rico me tocas, eso sí está mejor! —comentó de pronto.—¿De qué habl
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