Capítulo 9. Un libro abierto.
Entretanto, Marcelo disfrutó del desayuno en familia, luego de dos meses, finalmente, estaban reunidos de nuevo.—Entonces, ¿qué tal han estado esas vacaciones? —preguntó Marcelo, dejando el cubierto a un lado y bebiendo un poco de jugo de manzana.—Estuvieron divertidas, hasta el accidente de Patrick —comentó Kate, mirando al susodicho.—Lo siento, no era mi intención arruinarles el viaje —se disculpó Patrick de inmediato.—Sé que no fue tu culpa y, mucho menos, tu intención, hijo, pero no pude evitar sentirme preocupada e impotente por no estar a tu lado. Eres mi primer tesoro —le dijo, colocando su mano sobre la de Patrick.—Aun así, no pudiste disfrutar a gusto los últimos días —refutó él.—Ni siquiera debí mencionarlo —se quejó Kate, haciendo un puchero y mirando a Ricardo, pidiéndole ayuda silenciosa.—Disfrutamos muchos las vacaciones y, aunque ustedes ya sean mayores, siempre echamos en falta su presencia, tendremos que organizar unas vacaciones en familia —expresó Ricardo, tr
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