Dormir con el rey.Compartir la misma cama con aquel monarca despiadado que decían los relatos. ¿Cómo era eso posible?Y cada segundo que pasaba se preguntaba porque había abierto la boca. Solo tenia que quedarse callada. Con mucha suerte al resto de la monarquía les retirarían su titulo y luego los dejarían en libertad. Ella podía haber sido una de ellas. Una chica mas del pueblo. Después de todo, en su casa, cuando su padre murió ella se había convertido en eso. En nada mas y nada menos que una sirvienta.Ya había planificado el resto de su vida, pero ni en sus mas remotas posibilidades se imagino este giro del destino.-Buenas noches, mi rey -le pareció prudente presentarse al estar frente a la puerta. Aun no podía imaginar que el estuviera de acuerdo con esto. Y la ponía nerviosa lo que pudiera suceder dentro de esta alcoba ya estando a solas.Sin embargo, cuando alzo la vista y lo miro, noto el cuerpo del rey al desnudo. Bueno, al menos su torso. Pues no cargaba puesta su usual t
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