—No se preocupe señora Thalia, yo iré a llevárselo —le indica la castaña a la señora, la cual la mira con preocupación pero asiente.Evangeline sube con las croquetas y té para su jefa, pero en el transcurso escucha a Magnus en una videollamada, supone que con algunos empresarios.Esa tarde tuvo que ir a la mansión porque Magnus le escribió un correo pidiéndole que le llevara unos papeles de la otra empresa, por lo que Jack se los dio, junto con otros más, y ella tuvo que partir, aunque con el corazón un poco roto por la decepción de Dexter, nerviosa de estar sola con el ojiazul.Entonces al llegar Magnus estaba conversando con alguien, le decía a esa persona que por favor estuviera pendiente de Irina, que Telma estaba loca y no se podían confiar. Evangeline se asustó, no entendía nada, entonces le preguntó, y este respondió otra cosa.—Lo lamento —le dijo, acercándose un poco, ya sin su yeso en pierna, ella retrocedió—. No es tu culpa que no sepa controlar mis impulsos. Te he puesto
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