Fotografías de ella.
Quería contarle lo que acababa de recordar, pero estaba muy confundida y no quería apresurarme, así que respiré hondo y me contuve.—Abuela Leonor, por favor, no hagas caso de nada de esto. No quiero que te afecte demasiado. Por favor— Le pido con semblante asustado por ese mal recuerdo y además por su bienestar. —Hija mía, no te inquietes por mi. Yo estaré bien, si tú lo estás, no deseo que te sientas humillada por culpa de estos dos desconsiderados, es eso lo que me aflige—sonrio conmovida con su cariño. —Pues, entonces te digo que estoy bien, no pienso dejarme afectar pues sabía que esto pasaria. Mirame, soy fuerte—Sonrio fingido pues no quiero perturbarla con mis tristezas e inquietudes. No luce muy bien. —Bueno, te creeré, juntas vamos a lograrlo, ya verás como pronto ese malcriado te amará como loco eh, y la oportunista de Lucrecia tendrá que quitarse del medio, ahora, vayamos a casa— Ella pide al chófer que espere un momento para llevarnos a la mansión. Enseguida me mira
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