MIA DAVIS. Comenzaremos aquí, donde todo era paz, amor y armonía antes de que me golpeara un huracán, llamado Maximiliano Smith. —Mia—me llamó mi mejor amiga Moira—puedes prestarme uno de tus vestidos. Soy oriunda de Baltimore, estados unidos, pero ahora resido en los ángeles donde ejercía mi profesión como profesora. Digo ejercía porque hace tres meses en un paseo que se hacia trimestral con los alumnos uno de ellos que estaba a mi cuidado, se escapo para con dos compañeros mas a la playa. No se podían meter todavía, las olas estaban muy furiosas y era peligroso, sin embargo, los niños no acataron la orden, son chicos y sé que debí tener más cuidado, pero tenía a cargo a 25 alumnos, los organice en sillas, sentándolos en la arena, a espera que nos permitieran el ingreso, pero cuando me gire para coordinar la entrega de alimentos, los dos chicos salieron corriendo al mar. De inmediato noté la ausencia, los busqué, pero cuando corrí prohibiéndoles ingresar, la ola se había arrastr
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