El reportaje que me dieron lo lei atónito. Fue mi hermano Máximo quien la destruyo la carrera a Mia. Con razón ella me odia porque teníamos una maldición y era el mismo rostro. No puedo creerlo, mi hermano había movido todas sus influencias para provocar que Mia no volviera a conseguir trabajo y la ola se había regado cerrándole todas las puertas cuando supongo es una excelente profesora. Bebi de mi wiski varias veces pensando como en ayudarla, volver a verla, mi lobo estaba desesperado, una semana en la que no me dejo dormir queriendo que la busque. Pero tenia que saber porque la razón de su odio, el porque esa actitud cuando sabia que yo la había impactado tanto como ella a mí me impacto. Pero tenia dos cosas con las cuales luchas, su relación con mi mejor amigo y el odio que me tenia por culpa de mi hermano. Andrés no sabe quien soy yo, mi especie, pero para que pudiera entender mi situación pensé en decirle quien era realmente, porque deseo a su novia y por que no pienso dej
MIA Entre a su oficina calmada, quería saber hasta donde era capaz de llegar y saber que tan descarado era. Me invito con amabilidad a sentarme y no le vi problema a eso. A mí Maximiliano me parecía que era demasiado hipócrita pero cuando tenía esos gestos si bien había que reconocer que era un completo caballero sin embargo tenía mis reservas por lo acontecido anteriormente entre los dos y quería saber hasta dónde llegaba su descaro con esa preposición. No obstante, pese a yo querer poner un muro con mi seriedad, me era inevitable no ver la intensidad que se vislumbraba en la forma de mirarme. —¿Cómo estás? —su voz me producía una cantidad de sensación que me recorrían toda. —Sorprendida—Deje mi bolsa que compre en rebajas, en mis piernas—cuando mi novio me dijo que habías sugerido que fuera tu secretaria y trabajará contigo. —¿Porque te sorprende, eres la novia de mi mejor amigo y quieto ayudar? Su mirada, esos ojos que me observan con deseo me decían otra cosa. Y lo peor, es
MIA Trabajar con Maximiliano era como sentir una patada en el trasero. Me exige demasiado, manda, es muy estricto y en la primera semana me costo demasiado acostumbrarme a su ritmo. No entendía como la secretaria de Maximiliano se lo aguanto por tanto tiempo. Sin embargo, es una tortura verlo, mas porque quiero lanzarme a sus brazos, pero tengo dos problemas. Uno, tengo novio. Dos, por el estoy aquí y no enseñando como tanto me gusta. Además, salgo tan tarde que no tengo tiempo de enseñarle a otros niños de forma individual. No me he atrevido a decirle la verdad, sigue preguntándome porque lo miro de esa manera, pero siento que es lo único que me mantiene alejada de lo que me hace sentir. Era mi hora del almuerzo, se puede comer en un restaurante como tambien dentro de la empresa ya que tiene comedor. hoy tengo mucho trabajo y aunque quiero despejar mi mente, preferi hacerlo aqui, por eso camino con mi bandeja a una mesa solitaria para poder pensar con claridad. Ojala las cosas
MAXIMILIANO La reunión transcurrió sin ningún problema, tenemos un nuevo y eso es bueno. Lo único malo de todo esto, es la seriedad de Mia, se lo que tiene y debo resolver esto con mi propio amigo. Vamos en el auto, pero tengo que hablar con él, decirle lo que soy lo noto necesario, pero no se si guardara el secreto de lo que somos. —Bésala—pide mi lobo. —No a la fuerza—ella se mantenía a un lado, mirando por la ventana y me hubiese gustado saber que piensa. —Cuando lo haremos, quiero sentir su piel y montarla hasta el final de los tiempos. Escuchar a mi lobo era algo realmente satisfactorio porque jamás había escuchado su voz. Despertó apenas sintió a su mate. Lo que me sorprendía demasiado era que pudiera sentir el mismo olor que yo. no pensé que entre humanas eso fuera posible. Y sinceramente no me importaba que fuera humana, la quería cuidar, la quería para mí, la quería amar para toda la vida. —Mia—el silencio entre los dos se hacía insoportable. Quería decirle algo, per
MAXIMILIANO—No puedo creer lo que estás diciéndome—hablábamos papa, mamá y yo.Tenía que venir, no me gustaba predisponerlos, pero era algo que evidentemente no podíamos pasarlo por alto.—Pues si papa, los desertores querían matarme porque quieren que Máximo suba al poder y no me quieren a mi porque según ellos, seguiría cumpliendo con el tratado.—Máximo, no creo que esté de acuerdo con algo como eso.Mamá se negaba y yo también. Conocía perfectamente a mi hermano para pensar que no era capaz de atentar con su propia familia pero la ambición a veces nos ciega, eso es seguro.—Necesito hablar con el—pidió papa.—Hijo, ¿tú sabes dónde esta?—pregunto mamá pero no podía decirle sobre el negocio que maneja Máximo.—Intentaré buscarlo porque también quiero hablar con el—le dije—no quiero que se alarmen, no le hagan, pero es para tener cuidado, con tu hermana y con mi sobrino.—Nosotros porque—llega mi hermana Teres, con mi sobrinito.—Tio—el pequeño tiene siete años y lo abrazo con fuerz
MIANo fue mi mejor reacción, sin embargo es la que tengo al momento de ver que con descaro me presenta ante su sobrino. Fue un completo error confiar en el y me arrepiento por eso. Sali con lagrimas en los ojos, atravesando la puerta pero rápido me alcanzo, tomándome de los brazos.—Mia—no me soltó por mas que me removía—¿Qué pasa contigo?—¿Qué pretende? —le pregunte con un nudo en la garganta—¿humillarme?—¿Por qué haría eso? —me dijo y me parecía que ya era muy cinico—¿explícame por favor porque no estoy entendiendo nada?Yo tampoco su actitud y esa forma que tenia de mirarme y hacerme temblar.—No suéltame.—Mia, solo quiero que le enseñes a mi sobrino que necesita de clases extras—explico—nada más, no entiendo porque te pones de esa manera conmigo.—Cínico, no se si se hace el estúpido o quiere burlarse de mí, pero sea lo que sea, no voy a permitir que se burle de mí.Le dije buscando como salir de su mansión.—Espera, yo te llevo a la tu casa.—No es necesario—replique.—Si, si
MIANo se que estaba pagando, pero ya no me estaba gustando para nada que el destino fuera tan cruel conmigo,—Que mal estoy pagando—dije mirándolo mal—¿Qué haces tu aquí?—¿Disculpa? —era Maximiliano sin ninguna duda, sin embargo me miraba de una manera como si yo fuera una completa extraña—No te hagas el idiota que ya me estas asustando, que es lo que quieres, ¿qué hace aquí?Lo peor de todo es que bramé con ironía mientras él me miraba como si yo estuviera completamente loca. Cosas de ese tipo era lo que me confundía profundamente pero lo deje a un lado.—No sé de lo que me estás hablando, y además es un parque, así que es libre y tanto yo, como cualquier otra persona, puede usarlo y muy mal por ti si te incomoda.Era un grosero pero lo que no podía ocultar y negar era que fuera como vistiera, se veía aterradoramente atractivo.Estúpido, lo odiaba.No sabía que me pasaba pero eso que estaba sintiendo no era algo que debía sentir, estaba muy mal, sin embargo no lo podía controlar.
MIAMe rehusé en ir, pero no podía hacer nada, Maximiliano era mi jefe y tenía que asistir con el a Italia. Por un momento pensé que no tenia nada que ver con el tema de trabajo, pero realmente es así, tienen un evento donde presentaran el vino en Paris y todo esta listo, solo tiene que asistir.Pero llevamos dos días aquí donde se ha limitado a sus reuniones y cuando termina me deja el dia libre donde aproveche para visitar varios lugares turísticos, me ha dado mi espacio y eso lo agradezco, pero me daba rabia porque por otra parte y sin entenderme, no quería que se mantuviera lejos de mi.No me entiendo y eso me esta generando mucha ansiedad porque odio sentirme de esta manera, atraída, deseosa, y que no lo puedo sacar de mi cabeza.Hoy es la presentación y aunque no quería, me pidió amablemente que lo acompañara, acepte porque era un evento grande del cual quería disfrutar.—Si me estoy alistando—hablaba con mi mejor amiga—tengo que asistir quiera o no a la reunión, todo esta listo