Minutos más tarde. ¡Tatianna Lavrov no podía creer lo que estaba sucediendo! Ella se encontraba en el jardín trasero de la mansión junto a Vladimir, ambos uno al lado del otro, posando de mala gana para ese fotógrafo que ese hombre rubio llevó. —¡No, no está bien, no está nada bien! — decía el fotógrafo molesto—. Se ven incómodos, tensos, lucen distantes y se ve muy forzado, ¡quiero chispa, química, amor!, que parezca que son lo más importante para el otro.Explicaba el hombre seriamente acercándose a ellos y pidiéndoles que se peguen más al lado del otro. De modo que Tatianna y Vladimir quedaron en un abrazo bastante íntimo. —¡Vamos bien!, ¡ahora quiero que se vean a los ojos con amor! —pidió el fotógrafo.—Hazlo bien, no quiero seguir aquí contigo, desgraciada —dijo Vladimir con un tono frío de voz. —¿Y crees que yo sí contigo?, tampoco lo hacías bien antes, imbécil. Vladimir en ese momento, movió sus manos a la cintura de Tatianna y acercó su rostro a centímetros del de ella
Leer más