Daemon Había llegado un poco tarde, pero no tanto como para que me nieguen la entrada al dichoso lugar, al ingresar me dieron un antifaz, cosa que agradecí porque me evitaría que me reconozcan, aunque ese no sería el problema, sino como haría yo para reconocer a Daniel entre la multitud, cuando llegue al salón me costó acostumbrarme a la luz brillante, a la música alta y a los gritos incesantes llena de morbosidad, pues había una chica bailando, entreteniendo al público y otra con un micrófono que decía que pronto comenzaría con la subasta, había llegado con Federico, pero creí más prudente que se quedara en el coche y me avisará cualquier inconveniente.Pase cerca de dos hombres cuando iba a una mesa libre y escuche hablar a uno y en mi mente grite eureka, lo había encontrado, Daniel y su peculiar risa hizo que lo reconociera.Entre sin mirar mucho, tampoco era mi intención llamar la atención, solo quiero ser como una sombra con un solo objetivo, solo vine con una misión y no la arr
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